¿El urbanismo táctico ha tocado fondo? Los vecinos de la ronda de Sant Antoni de Barcelona han rechazado que haya una intervención provisional en la polémica ronda de Sant Antoni y el Ayuntamiento de Barcelona ha cedido y ha renunciado a llevar a cabo la urbanización provisional que anunció en mayo de 2021 -que básicamente suponía repintar la losa y dotarla de nuevo mobiliario urbano- para ponerse a trabajar en una reforma definitiva que resuelva el problema de la losa de cemento que durante años sirvió de base al entoldado que acogía los puestos del mercado de Sant Antoni durante el larguísimo proceso de reforma.
Según avanzó el lunes por la noche el concejal del Eixample, Pau González, en declaraciones en 'betevé', el consistorio ha reconocido "cierto malestar vecinal" y ha renunciado a hacer una intervención táctica que debía empezar este mismo mes de febrero y que tenía un coste de 750.000 euros con el objetivo de reurbanizar un espacio que después de una primera intervención táctica se ha convertido en un espacio habitual de encuentro de los llamados mercados de la miseria, es decir, aquellos mercados donde se venden productos recuperados de la basura o provenientes de robos. A cambio, González se ha comprometido a tener terminado o en proceso de redacción el proyecto final antes de las próximas elecciones.
Base del mercado provisional
La losa que cubre la ronda de Sant Antoni en dos tramos, entre las calles Urgell y Casanova con una partición a la altura de Villarroel/Riera Alta, fue construida como base del mercado provisional mientras duraron las obras del mercado de Sant Antoni. Una vez inaugurado el nuevo equipamiento en mayo de 2018, la losa se mantuvo como espacio de relación vecinal y se hizo una primera intervención táctica consistente en pintar varios juegos infantiles en el suelo. Con todo, el espacio no consiguió devenir zona de juegos y las entidades vecinales hacía tiempo que criticaban el estado de la losa.
De momento, después de varias quejas vecinales, que incluso se han dirigido al Síndic de Greuges de Barcelona -quien, de hecho, tiene la oficina a tocar, en la ronda de Sant Pau, y la semana pasada se reunió con vecinos del barrio para tratar este aspecto-, así como quejas de partidos de la oposición, como Junts per Catalunya y Valents por el deplorable estado de la zona, el Ayuntamiento se ha comprometido con la Plataforma d'Afectats per la Llosa de Sant Antoni a reforzar la seguridad y la limpieza y, además, a hacer un seguimiento desde los Servicios Sociales para atender a las personas del llamado "mercado de la miseria", un foco de pequeña delincuencia que ha generado quejas de comerciantes y vecinos.