La primera reunión de la mesa de estudio sobre la regulación de cruceros, celebrada este lunes en Barcelona, ha servido para poner sobre la mesa los desacuerdos entre las diferentes administraciones a la hora de abordar posibles medidas para limitar el número de turistas que visitan la capital catalana provenientes de barcos. Como ya se había apuntado anteriormente, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha planteado a la Generalitat, al Port de Barcelona y al Estado limitar a un máximo de tres al día los cruceros que pueden atracar en Barcelona, pero sin que haya supuesto ninguna sorpresa, la administración portuaria lo ha descartado porque considera que "no es el modelo que se tiene que seguir".

A la reunión han asistido la alcaldesa Colau, así como el secretario de Territorio y Movilidad de la Generalitat, Isidre Gavin, y el presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, y se ha cerrado con el acuerdo de establecer un grupo de trabajo para "actualizar y consensuar" los datos del sector, que empezará a desarrollarse en septiembre, pero no se ha pactado ninguna medida concreta para limitar los cruceros y cruceristas que llegan a la ciudad. En este sentido, Colau ha puntualizado que, mientras que no se active el grupo, el Ayuntamiento seguirá insistiendo en medidas como reducir a la mitad los cruceros en temporada alta -que actualmente traen a unos 400.000 cruceristas- y evitar los "días rojos" (aquellos en que se llegan hasta 25.000 cruceristas diarios) y que se esté siempre por debajo de los 10.000.

También ha pedido al resto de administraciones implicadas que el debate no se eternice y que la temporada que viene pueda haber una propuesta cerrada, y, en este sentido, ha dicho que desde el Ayuntamiento harán todo lo que esté en las manos para llegar a un acuerdo. Según recopila la ACN, ante las propuestas del Ayuntamiento y en concreto la de limitar a tres los cruceros diarios, Calvet ha sentenciado que son cifras que no pueden compartir porque considera que no es el modelo a seguir: "Lo más útil para regular la actividad de cruceros es limitar el número de terminales". En este sentido, el presidente del Port ha recordado el acuerdo a que llegaron en el 2018 el consistorio y la administración portuaria para concentrar las terminales de cruceros en el Moll Adossat para alejarlos del centro de la ciudad.

 

Turismo de calidad

Además, ha defendido que la administración "seguirá haciendo que el turismo de cruceros aporte calidad al turismo de Barcelona" y ha apostado por actualizar los datos para tener más información. En la misma línea, Gavin ha mostrado su satisfacción por haber acordado crear un grupo de trabajo que analice los datos, ha defendido que "la Generalitat nunca se ha desentendido del impacto de los cruceros y de sus externalidades" y ha dicho que se sienten plenamente partícipes de la experiencia del Port.