La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene diferentes frentes abiertos con los cuales no encuentra un consenso mayoritario con la ciudadanía. Uno de los últimos más comentados es la ampliación de las terrazas de bares y restaurantes. Del proyecto previo sobre los bloques de hormigón amarillos que delimitaban los espacios, fue una medida impuesta por el gobierno municipal del cual tan sólo reitera un dato la alcaldesa: los supuestos "2.000 puestos de trabajo que se han salvado durante la pandemia" gracias a esta iniciativa y que nadie conoce de donde ha salido la cifra.
En cambio, incluso a través de los presupuestos municipales, resulta imposible saber el coste de todo este material urbanístico que ahora se retirará porque ha acabado siendo "una medida provisional y muy fea", según palabras textuales de ella misma.
Terrazas "de unos pocos miles de euros"
La nueva etapa que se abre a partir de ahora también genera interrogantes pero ya vemos diferencias de la anterior. De entrada, en esta, sí serán los restauradores quienes tendrán que asumir el coste de unas nuevas terrazas. Más allá de las tasas vigentes para ocupar la vía pública, ahora se abre un concurso de diseño de todas ellas que tendrán que cumplir si quieren servir en la calle. "No sería lógico que el Ayuntamiento sufragara eso. Habrá una línea de ayudas de dos millones de euros, la ciudad ya ha hecho lo suficiente. Para los restauradores, estamos hablando de unos pocos miles de euros", en declaraciones a TV3.
La incertidumbre del proyecto contrasta con la convicción de Colau para ir de la mano de este gremio. Así pues, asegura que su consistorio "está liderando el refuerzo en el sector de la restauración, estamos consolidando espacios de aparcamiento". La prueba piloto del hormigón amarillo, como previa, la ha tildado "de éxito". Hay que recordar que la mayoría de restauradores, como el chef Jordi Cruz, incluso han llegado a pedir el modelo de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a pesar de "estar lejos de sus ideas políticas".
El Hermitage como "pelotazo"
La otra carpeta que tiene sobre la mesa es el proyecto del museo del Hermitage. Para él, ya ha entrado en discrepancias con el Port de Barcelona y de rebote con su aliado socialista en el consistorio. Nuevamente, faltan datos y estudios que contrasten propuestas pero Colau se posiciona en una única dirección: "El Hermitage es una franquicia planteada por una inversión inmobiliaria que nos remite al 'pelotazo'. Está el modelo antiguo de algunas élites que sólo con que venga alguien de fuera con un talonario se le tiene que decir sí".
Tirando del discurso de clases, tampoco argumentado para entender qué tiene que ver con este capítulo, Colau trata de rebajar el tono ante otros actores locales: "El Liceu es muy positivo que se implique en el Hermitage, podemos pensar en más de una pieza urbanística. Este espacio tiene todos los números de revalorizarse con una propuesta de un fondo de inversión por un museo que viene de Rusia y eso se tiene que revisar". Pero más allá del principio de repensar, los comunes no proponen alternativas.
¿Y el Aeropuerto?
Los comunes saben que la ampliación del Aeropuerto del Prat va de la mano de un Gobierno con quien mantienen la coalición desde de Unidas-Podemos. Colau, en vez de ser tan tajante, abre la puerta en una mesa de diálogo y desata|desvincula el sí del gobierno Sánchez con lo que acabe pasando ya que deriva la propuesta únicamente a Aena, a quien considera que "es una empresa pública y privada". Por eso, espera que el Ayuntamiento coja una única dirección y pueda llegar a un entendimiento entre los dos representantes del consistorio que asistirán: Jaume Collboni por el PSC y Janet Sanz desde los comunes
"Con el PSC nos tenemos que entender, tenemos matices y diferencias. Quiero una mesa con todos los actores, los ayuntamientos, las administraciones locales y sociales y cómo se hace para alcanzar los objetivos de la inversión. No puede venir Aena con un modelo cerrado en la maleta, antiguo y que incumple la normativa europea. Es un planteamiento tramposo". Aunque hay más temas polémicos en la ciudad, como la recogida de residuos con el Puerta a Puerta en el barrio de Sant Andreu, la entrevista no ha dado para más tiempo.