El nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, empieza a comprobar por experiencia propia que no se puede contentar todo el mundo siempre. La reforma de la ronda de Sant Antoni tiene puntos para convertirse en el primer desaguisado del mandato, ya que después de desmarcarse del proyecto de Ada Colau antes de las elecciones, el PSC ha pasado a asumir el proyecto de los comunes con la excusa de que así actúa de forma "responsable" y se permitirá una mayor celeridad. Pero si esta decisión contentó a los comunes e, incluso, disparó los rumores sobre su inminente entrada en el gobierno municipal, ha molestado a los vecinos, que se creyeron que el PSC impulsaría una reforma diferente de la potenciada por el anterior gobierno municipal.

Así, este viernes, vecinos y comerciantes de la ronda Sant Antoni han denunciado que el nuevo gobierno de Barcelona haya adoptado el proyecto de los comunes -basado en el modelo Supermanzana- para transformar el espacio, ante la posibilidad de hacer una reforma que incluyera el retorno del tráfico, a partir de un proyecto de 2018. Según recoje la ACN, José Maria Cifuentes, portavoz de la Plataforma de vecinos y vecinas de la ronda, ha lamentado que el PSC les prometiera durante la campaña electoral de las municipales revocar la reforma y haya acabado retrocediendo y aceptando la propuesta de reurbanización que aprobaron los comunes el mandato pasado.

"Dijo una falsedad", ha dicho Cifuentes, que ha pedido al ejecutivo que los reciba para hablar de qué opciones hay ahora de transformación y de cambios en los planes dado que ya hay alguna licitación en marcha. Los vecinos defienden más movilidad rodada en la ronda y que sea una calle parecida al paseo Sant Joan. "Eso no es Hyde Park", ha señalado. De hecho, los vecinos creen que la movilidad y el paso de autobuses en los dos sentidos, por ejemplo, contribuiría a reducir la percepción que la ronda Sant Antoni es un gran espacio de estancia o de ocio. Cifuentes ha mencionado que el vecindario sufre a menudo los ruidos de conciertos o música que viene de la calle y también ha denunciado la degradación que vive la zona, con "sidrales" a veces.

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La ronda de Sant Antoni, ya sin la losa del mercado provisional, pero todavía pendiente de reurbanización / Foto: Blanca Blay - ACN

En un comunicado, señalan que desde que la ronda está pacificada es causa de contaminación acústica, aislamiento de servicios públicos, falta de carga y descarga y una problemática por la circulación de patinetes y bicicletas. También denuncian el "mercado de la miseria", los botellones, robos y trapicheos. Para ellos, subrayan, el proyecto de 2018 de transformación de la ronda es "convivencia, es trabajo, tranquilidad, y descanso". Además, los vecinos sospechan que si el PSC se ha desdicho de su promesa está porque los comunes entrarán tarde o temprano en el gobierno. "Los comunes han hecho valer, como moneda de cambio para el seguimiento de pactos y gobernabilidad en el Ayuntamiento de Barcelona, su proyecto de la ronda de Sant Antoni. Para comunes y PSC, conseguir este proyecto es un trofeo para seguir gobernando en coalición", explican en un comunicado.