"Diversificar la economía para resistir mejor las crisis y atraer sectores económicos que comporten puestos de trabajo con mejores salarios". Este es el objetivo principal del plan Barcelona Impulsa, la nueva hoja de ruta económica para la ciudad, según definición del alcalde, Jaume Collboni, que este lunes ha presentado la nueva agenda económica para la ciudad en el periodo 2025-2035 y precisamente en este momento concreto en que la guerra arancelaria de Donald Trump amenaza con zarandear la economía mundial. En este sentido, Collboni defiende la apuesta de Barcelona por una economía "basada en el talento y el conocimiento" y "con visión y ambición", precisamente en un momento "de grandes incertidumbres económicas" y ha hecho un llamamiento a aprovechar la situación con los aranceles como una "oportunidad" para ser "rápidos en la carrera para atraer inversiones".

El plan Barcelona Impulsa nace así con una mirada larga, de alcance hasta 2035, pero con una inversión inicial, ya este mismo mandato, de 890 millones de euros entre 2024 y 2027. La intención es planificar a medio plazo y conseguir una ciudad robusta que pueda hacer frente a los nuevos retos económicos y con visión metropolitana. En concreto, esta nueva agenda económica fija los ejes básicos de las inversiones a partir de ocho áreas de actividad económica, diez sectores estratégicos y once políticas transversales, con la estimación de crear unos 180.000 puestos de empleo en la Barcelona Metropolitana y transformar hasta 1,8 millones de metros cuadrados de suelo. En este sentido, Collboni ha apuntado que la ciudad ya crea anualmente unos 20.000 puestos de trabajo, pero que ahora el objetivo es que "tengan buenos sueldos".

Las ocho áreas de actividad económica dibujan la ciudad del futuro con espacios estratégicos económicamente como el Eje Diagonal Salud para la investigación, transferencia y ciencias de la vida; Sants-Montjuïc, acontecimientos, cooperativismo y cultura; Centro, reurbanización, ciencia y emprendimiento; Zona litoral, economía azul y sostenibilidad; 22@, innovación, emprendimiento y creatividad; Besòs, industria creativa verde y circular; Zona Franca, industria 4.0, alimentaria y logística, y la Sagrera como espacio de nueva centralidad y desarrollo urbanístico. De hecho, estos ocho espacios definen la capacidad de la ciudad como nodo estratégico y todavía con capacidad de crecimiento en los próximos diez años, ya que como el alcalde ha apuntado, "el techo de crecimiento no está limitado, tampoco es infinito, pero podemos crecer físicamente".

Once políticas transversales

Para conseguir estos retos que se marca el plan Barcelona Impulsa, se han fijado once políticas transversales: impulso al empleo de calidad y para todo el mundo; cuidado de las personas; apoyo al comercio local; transferencia de conocimiento; generación y desarrollo de talento; facilidades para el emprendimiento y la actividad económica; autonomía estratégica; posicionamiento de ciudad y conexión global; transformación digital; transición verde de las empresas, y gestión del turismo. Para impulsar a corto plazo estas políticas y dar robustez al plan, durante este mandato se han previsto 889 millones de euros de inversión, de los cuales 246 ya se ejecutaron el año 2024.