El gobierno municipal de Barcelona ha presentado su propuesta de presupuestos para el 2025 en un marco de negociación que incluye, de momento, la incorporación de una serie de propuestas efectuadas por Esquerra Republicana, pero que todavía no cuenta con el apoyo explícito de Barcelona en Comú, una pieza necesaria si el alcalde, Jaume Collboni, quiere sacar adelante unas cuentas que, en el peor de los casos, quedarían en una prórroga de los actuales, tal como anunció el alcalde en el plenario municipal del pasado mes de diciembre. En concreto, el gobierno Collboni propone unas cuentas de hasta 3.840 millones de euros, solo 47 millones más que el 2024, con una inversión de 726 millones.

 

"Es un presupuesto ambicioso, transformador, social y progresista", ha afirmado el teniente de alcaldía Jordi Valls este jueves en la presentación de esta propuesta de cuentas que incluye, entre otras partidas, inversión para avanzar en la conexión del tranvía, pero de momento solo entre Verdaguer y el paseo de Gràcia. En todo caso, el gobierno municipal tiene sobre la mesa la posibilidad de presentar los presupuestos a la comisión de Economía de la semana entrante, sin tener todos los apoyos asegurados. De hecho, Esquerra anunció el miércoles que si se aceptaban las demandas, se facilitaría la tramitación, sin asegurar un apoyo explícito, mientras que Janet Sanz, en nombre de los comunes, ya ha apuntado este mismo jueves que la propuesta de Collboni es "insuficiente y de mínimos".

Un aumento presupuestario del 1,2%

El detalle de los presupuestos supone un aumento del 1,2% respecto del año pasado, pero Valls ha querido poner el acento en su capacidad transformadora, asegurando que, aparte de ser el más alto que ha tenido Barcelona, incluye el impulso de la vivienda, con la adquisición de solares en la Sagrera y la Marina y la rehabilitación de viviendas en el Besòs, prometiendo que "en 2025 entregaremos 1.000 llaves". Valles también ha destacado el impulso del transporte público, con el mantenimiento de las bonificaciones, la ampliación de la red de Bicing y la ampliación, eso sí, limitada, del tranvía, insistiendo en que estas cuentas son "el presupuesto del tranvía".

El presupuesto incluye siete prioridades políticas con las correspondientes partidas:

  • La apuesta y promoción del transporte público, 256 millones de euros.
  • Dar respuesta al reto de la vivienda, con 200 millones.
  • Combatir las desigualdades sociales, 900 millones.
  • Apostar por las políticas de proximidad, 363,6 millones.
  • Estrategia de diversificación económica, 135,3 millones.
  • Inversión en seguridad, 422 millones.
  • Estrategia de acción climática, 100 millones.

Asimismo, Valls ha insistido en que la propuesta incorpora muchas de las peticiones de Esquerra, señalando que trabajarían para incorporar otros, como el hub tecnológico del catalán, "que no está incorporado, pero que creemos que es una buena idea". Con respecto al posicionamiento de los comunes, Valls ha asegurado que la propuesta "la hemos negociado durante cuatro meses", apuntando que estas conversaciones no se han dado por finalizadas. "Yo no estoy en condiciones de decir si hay acuerdo o no, pero nosotros no renunciaremos a gobernar con presupuesto o sin el", ha insistido Valls.

La semana próxima, decisiva

Con la propuesta presentada y a la espera del posicionamiento de Esquerra, que anunció solo la facilitación de la tramitación del presupuesto, no necesariamente la votación definitiva, la situación queda de la siguiente manera: por una parte, el presidente del grupo municipal de Junts per Catalunya, Jordi Martí Galbis, ya ha anticipado su rechazo a la propuesta en una comparecencia de urgencia: "No estamos en condiciones de dar apoyo a este presupuesto", ha afirmado, mientras que por parte de los comunes, inicialmente Sanz ha expresado su rechazo, apuntando que según la propuesta presentada, "Collboni renuncia a tener unos presupuestos". Por parte de ERC, la presidenta del grupo municipal, Elisenda Alamany, prevé posicionarse en una comparecencia fijada para el viernes.

En este contexto, y según cómo evolucionen las negociaciones que todavía se puedan mantener con ERC y comunes, el gobierno municipal podría presentar su propuesta de uentas en la comisión de Economía de la semana siguiente, o renunciar a hacerlo si constata que no tiene suficientes apoyos. En caso de que la presente y finalmente se facilite la tramitación, las cuentas todavía tendrían que pasar por la aprobación o rechazo en pleno municipal, un hecho que, en realidad, da margen a seguir negociando a todas las partes.