El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha presentado este miércoles su gran apuesta de creación de espacios verdes para el presente mandato, que ha tomado el nombre de Programa de Espacios de Proximidad e Interiores, cuyo acrónimo, PEPI, ya ha hecho fortuna. El eje central de esta hoja de ruta verde, inserido dentro del Plan Clima que incluye otras actuaciones, como la climatización de escuelas, es el de apostar por las microurbanizaciones, es decir, aumentar las intervenciones en espacios reducidos, buscando todos aquellos espacios de la ciudad susceptibles de ser convertidos en zona verde más allá de sus dimensiones, sean solares abandonados, no urbanizados o con usos provisionales, como esquinas, interiores de isla, plazas y esquinas.

Este PEPI propone, para este mandato, un conjunto de 357 intervenciones de las cuales se destacan 71 específicamente dirigidas a ganar 22,3 hectáreas de espacios verdes, un área equivalente, como ha destacado el alcalde, "a 148 interiores de manzana del Eixample o la totalidad del parque de la Ciutadella". A estas 71 intervenciones, hasta llegar a las 357 hay que sumar la remodelación de 60 paredes medianeras, 10 cubiertas en jardines de infancia y finalmente, 216 espacios de sombras. Unas intervenciones que, además, se extenderán por todos los distritos y que Collboni ha querido englobar en un nuevo concepto, el de "urbanismo climático", entendido como "nueva concepción del espacio verde, poniendo el verde en relación con la salud de las personas y la ciudad, y teniendo en cuenta las causas y consecuencias del cambio climático sobre nuestras ciudades y vidas."

 

 

 

De hecho, el alcalde ha querido señalar que esta nueva hoja de ruta y esta nueva concepción del "urbanismo climático" son ir más allá de las intenciones defendidas por el mismo PSC en campaña electoral de apostar por la recuperación de interiores de isla en el Eixample: "No solo se mantiene, ampliamos el campo de actuación con este plan de recuperación de espacios". Por lo tanto, el gobierno municipal mantiene la idea de seguir recuperando interiores de manzana en el distrito del Eixample, pero ahora suma el resto de distritos. Tanto es así que entre las primeras actuaciones se prevé intervenir en 18 interiores de manzana, entre las de nueva creación y las mejora existentes. De momento, se han avanzado tres nuevas, ninguna de ellos en el Eixample, ya que se trata de la Illa Danubi en las Corts, Estoril 34 en Horta-Guinardó y la Illa Colorantes en Sant Andreu.

Cambio de rumbo con respecto a los Ejes Verdes

En todo caso, el nuevo plan es un cambio de rumbo con respecto a la política del anterior gobierno municipal, con Ada Colau como alcaldesa, cuando la apuesta para potenciar el verde y la sombra y ganar espacios urbanos consistía a hacer Ejes Verdes siguiendo el Modelo Supermanzana. Con todo, Collboni ha preferido no asumir esta nueva hoja de ruta como una enmienda a la totalidad a la política de su predecesora, sino como una "mirada nueva": "La ciudad de Barcelona en toda su etapa democrática puede vanagloriarse de haber sido pionera a la hora de pacificar calles y ganar verde, cada etapa ha tenido unas prioridades y manera de hacer y nosotros seguimos en la línea de hacer la ciudad más amable, saludable y verde, con un concepto de vocación de permanencia que es urbanismo climático", ha señalado el alcalde con respecto a la política anterior para aclarar que "no hay voluntad de hacer enmienda, hay voluntad de escalar con una mirada nueva, que es la del urbanismo climático".