El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, reclama ahora equiparar el alquiler de temporada con el alquiler normal para topar sus precios también. A pesar de que en un primer momento voces del Partido Socialista se opusieron a tropezarse con el alquiler de temporada y desde los colectivos por el derecho a la vivienda avisaron de que la regulación quedaría en papel mojado por eso mismo, ahora el alcalde barcelonés ha ido un paso más allá en el viraje que ya daba su partido y ha admitido que los alquileres de temporada se han convertido en un "punto negro" que permite que muchos propietarios esquiven "en fraude de ley" la regulación de precios. Es por este motivo que Collboni ha instado en el Congreso de los Diputados este miércoles, en una entrevista en Els Matins de TV3, a reformar la ley de arrendamientos urbanos para equiparar los dos tipos de alquileres.

"Es evidente que tenemos un punto oscuro, un punto negro, que son los alquileres de temporada. En estos momentos gran parte de la oferta de alquileres se van al de temporada, porque se saltan el tope de la regulación", ha señalado al alcalde de Barcelona. Collboni ha recordado que ahora mismo está en trámite en el congreso la modificación de la ley de arrendamientos urbanos para así equiparar la regulación de los alquileres de temporada en la del alquiler habitual. En este sentido, ha instado a los grupos parlamentarios que ya aprobaron la regulación a dar apoyo a ampliarla y ha interpelado directamente a Junts per Catalunya. "Si tienen el mismo precio, evitaremos lo que pasa ahora en fraude de ley; por eso es fundamental cambiar las reglas del juego", ha apuntado el alcalde socialista, que ha añadido que eso provocará "un efecto que ya se está notando: algunos fondos que hacían especulación con la vivienda han anunciado que se retiran de Barcelona y de Catalunya porque ya no es rentable".

"El modelo que teníamos hasta ahora provoca situaciones como la de la Casa Orsola" y esta regulación "es el camino que tenemos que continuar los próximos años para evitar que haya más casas Orsola", ha remachado Jaume Collboni, que ha querido destacar que Barcelona "es la primera y única ciudad del Estado en aplicar la regulación de los alquileres, tropezándose con la subida de precios". "En diciembre conseguimos ya parar la subida, con una bajada del 5% (...). En mayo hará un año de la medida y veremos los efectos sobre el mercado", ha señalado. El alcalde también ha puesto de relieve la finalización de las licencias de pisos turísticos en el 2028, que pondrá de golpe, según él, 10.000 pisos turísticos a disposición del mercado, el equivalente en los pisos que se construyen en la ciudad en diez años. En este sentido, también ha señalado que pronto irá al Parlamento Europeo a exponer esta medida pionera en Europa.

Entidades sociales se han ofrecido para comprar otras 'casas Orsola'

Sobre la Casa Orsola, Collboni ha defendido que los vecinos que se verán beneficiados por la compra por parte del Ayuntamiento y Hábitat 3 "no son unos privilegiados", pero ha admitido que con la equiparación de alquileres habituales y de temporada el propietario del bloque no habría podido "especular". Sobre las muchas otras 'casas Orsola' que hay en Barcelona, el alcalde ha anunciado que algunas entidades sociales se han ofrecido al consistorio para comprar conjuntamente otras fincas, si bien ha recordado que el caso Orsola es muy particular porque era un bloque entero que se ponía en venta y que solo ha sido posible la maniobra de compra por la mediación del Sindic de Greuges y la voluntad del propietario de vender el edificio. En cambio, ha señalado que el consistorio no ha recibido ofertas de otros propietarios de bloques para venderlos al Ayuntamiento. Incluso ha elogiado el trabajo del Sindicat de Llogateres, muy críticos con él, de quien ha dicho que hace un "trabajo imprescindible" para señalar el problema.

Hay que construir

Collboni ha dicho que con la fórmula del tanteo y retracto, el consistorio ha adquirido unos 1.600 pisos desde 2015. El alcalde barcelonés también se ha mostrado partidario de la retirada de los llamados 'visados dorados', que permitan conseguir la residencia en España comprando viviendas de lujo. Se ha mostrado partidario de limitar la compra de viviendas por parte de ciudadanos extracomunitarios. Pese a estas medidas, ha dicho que también hay que promover la construcción de pisos nuevos. Por eso, preguntado por la aplicación del 30% de las nuevas promociones en pisos sociales, Collboni ha dicho que quiere reformar esta norma y flexibilizarla, a fin de que el 30% no haga falta aplicarlo al mismo bloque de pisos construido o rehabilitado, sino que se puedan hacer los pisos sociales en algún otro punto del mismo barrio. Así, ha dicho que está a favor de la medida del 30%, pero quiere que funcione, cosa que hasta ahora no ha pasado, dice. Según él, de los 2.000 pisos sociales previstos que se tendrían que haber construido gracias a esta fórmula, solo se han hecho 26. La negociación sobre la reforma de esta norma está atascada en detalles, ha dicho, y depende de los congresos de algunos partidos, como Esquerra Republicana. Finalmente, ha vuelto a alargar la mano a los republicanos para que entren en el gobierno municipal.