El gobierno municipal de Barcelona no ha triunfado en su afán de conseguir la aprobación inicial del Plan de Acción Municipal (PAM), la hoja de ruta con los grandes ejes de actuación para el presente mandato, una vez la Comisión de Presidencia ha rechazado el primer trámite en una votación donde el PSC no ha conseguido el voto favorable de ningún otro grupo. Los ya anunciados votos en contra de Trias per Barcelona, PP y Vox han sido suficientes para frenar el proyecto, ya que tanto ERC como Barcelona en Comú han optado por la abstención. En el caso de los comunes, se ha mantenido esta opción, aunque el PSC ha hecho caso a la demanda de ampliar a tres meses el proceso participativo.
De hecho, las posiciones ya quedaron claras entre el lunes y martes, una vez se dio a conocer el PAM a los medios de comunicación sin haberlo negociado previamente con los grupos del plenario, pero todavía había la incógnita del posicionamiento de Esquerra, que prefirió reservarse el voto hasta la comisión, y de los comunes, que pidieron una ampliación del plazo del proceso participativo, pero que no ha sido suficiente para hacerlos pasar de la abstención al voto favorable.
En la defensa de la hoja de ruta, la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha apuntado que el momento de la participación de los grupos así como de la ciudadanía, tenía que ser "después de la aprobación inicial", y ha reprochado a TriasXBCN y BComú que no facilitaran la aprobación inicial del PAM cuando el PSC, "por responsabilidad", sí que lo permitió los años 2012, con Trias en la alcaldía, y el 2016, en el primer mandato de Colau. El mismo Xavier Trias ha querido responder a Bonet que "nosotros estamos en la oposición porque ustedes lo han decidido así y no han querido hacer un acuerdo con nosotros y no nos han hecho ni una llamada sobre presentar el PAM, y el resultado es este". "Usted sabrá por qué a unos nos funcionó de una manera y a ustedes les ha funcionado así", ha lanzado Trias a Bonet.
Por su parte, Marc Serra, en nombre de BComú, ha reprochado al PSC que once meses después de las elecciones "nos vengan con prisas y con una propuesta de proceso de participación que no llegaba ni a dos meses", y ha defendido la abstención apuntando, eso sí, que los comunes esperaban "que sea suficiente" para aprobar inicialmente el PAM, pero tampoco ha sido así. Jordi Castellana, por parte de ERC, ha apuntado que el PAM refleja "las prioridades del PSC", y ha mostrado su intención de cambiar el contenido por medio de la negociación, pero la abstención de los republicanos tampoco ha facilitado la aprobación del PAM. PP y Vox han votado en contra, tal como ya habían anunciado previamente.
En esta situación, el PAM queda rechazado, pero eso no supondrá la parálisis de las grandes intervenciones ya en funcionamiento. De hecho, el PAM es una hoja de ruta que engloba las directrices de la obra de gobierno para el mandato, que el gobierno municipal podrá seguir desarrollando, eso sí, sin el paraguas del PAM.