Los comerciantes del barrio del Raval de Barcelona se suman al hartazgo de los vecinos y piden soluciones políticas ante "la evidente decadencia" que sufre. En un comunicado, el Eix Comercial del Raval ha criticado que algunos partidos políticos "vendan la imagen que el Raval es un lugar peligroso" y se ha dirigido al Ayuntamiento de Barcelona, el Govern de Catalunya y el Gobierno, para exigirles "acciones y respuestas" a las múltiples problemáticas que afectan al barrio, como la suciedad, el consumo de drogas en la vía pública o la inseguridad.
Suciedad, drogas e inseguridad, los problemas del Raval
El Eix Comercial ha señalado las que a sus ojos son las cinco problemáticas principales del barrio. En primer lugar, la suciedad, que consideran que no se ha resuelto con el cambio de empresa que gestiona la limpieza municipal, porque todavía hay importantes "problemas de basura y olores de micciones". Señalan algunas zonas concretas como la calle de Joaquin Costa o las plazas de Salvador Seguí i Canonge Colom, que afirman que "están tan sucias como siempre".
El consumo de drogas en la vía pública es la segunda cuestión que piden resolver. Los comerciantes han constatado "un aumento de las jeringuillas en la calle y las venopunciones a toda hora y en todas partes" y reclaman que se pare la tendencia para "no volver a los años 80".
La inseguridad es otro de los puntos clave. Los comercios señalan que "hay personas que malviven en las calles" y que algunas "son agresivas", hecho que ha provocado situaciones de inseguridad para algunos de los comerciantes del Raval, en algunos casos con amenazas con arma blanca. En este sentido, critican la inacción de la Guardia Urbana y de los Mossos d'Esquadra. Finalmente, los comerciantes reclaman "espacios de diálogo" para poder encontrar soluciones, y critican que las mesas de participación se han convertido en espacios donde los partidos políticos vierten sus ideas sin trabajar en las soluciones.
El Eix Comercial apunta que no son expertos en políticas de seguridad o de la vía pública, y consideran que son las instituciones las que tienen que decidir si "se aumenta la presencia policial en la calle, si tiene que haber más inversión en políticas sociales, o si la sala de venopunción del Baluard tiene que abrir las 24 horas". Los comerciantes también han criticado las campañas que señalan el Raval como un barrio peligroso porque explican que esta estigmatización no ayuda a los 189 comercios asociados del Raval "a salir de la crisis provocada por la pandemia". Con todo, piden a las instituciones políticas que trabajen para buscar "soluciones que se alejen del cortoplacismo" y que puedan parar las problemáticas a tiempo.