La aprobación este martes por parte del Consejo de Ministros de soterrar las vías del tren de la R2 de Rodalies a su paso por el centro del municipio de Montcada i Reixac (Vallès Occidental) tendrá una afectación directa a una parte de Barcelona a menudo olvidada, el barrio de Vallbona, en el distrito de Nou Barris, así como en un tramo por donde transcurre el centenario Rec Comtal a cielo abierto. Así, aparte de suponer un cambio trascendental para los vecinos de Montcada, que verán resuelta una demanda histórica -aunque todavía quedarán muchas vías a cielo abierto en el municipio-, también habrá afectación en la capital de Catalunya.
El barrio de Vallbona, situado en el extremo de Nou Barris, en la periferia de la periferia, tiene de hecho más relación con el barrio de Can Sant Joan, ya en el término municipal de Montcada i Reixac, que con el resto de Barcelona, ciudad con la cual sólo hay una vía de comunicación directa, el puente que pasa por encima de las autopistas C-33 y C-58 y la autovía C-17 para conectar con Torre Baró. Entre sus pocos atractivos figuran varios tramos del Rec Comtal, uno de ellos en una zona de pequeños huertos que de golpe se convierten en la gran huerta de La Ponderosa -una de las dos únicas grandes explotaciones agrarias de Barcelona, la otra es la viña de Can Calopa, en Collserola- y un segundo tramo urbanizado hace unos años justo al lado de la vía del tren que pasa encajonado con el río Besòs en un lado y el Rec Comtal en el otro. Este tramo de la acequia, además, fue polémico el pasado verano cuando se pusieron vallas para evitar su uso como zona de baño.
'Salto de carnero'
Con el nuevo proyecto de soterramiento en Montcada i Reixac, la afectación en Vallbona se traduce en varias afectaciones que todavía está por concretar si tendrán una finalización positiva para los vecinos, pero que se concretan en dos actuaciones principales. Por una parte, está previsto un 'salto de carnero', es decir una bifurcación a desnivel que permitirá conectar las líneas de Rodalies R4 y R2. Eso, que comportará un beneficio para los usuarios del tren, que podrán escoger en Montcada si quieren entrar en Barcelona en dirección las estaciones de Passeig de Gràcia o de plaza Catalunya, supondrá la construcción de la infraestructura en pleno barrio de Vallbona, justo en la zona del Campo Municipal de Fútbol de Vallbona, que podría quedar afectado.
Por otra parte, está previsto que el inicio del soterramiento de las vías empiece justo después de salir el tren del Nudo de la Trinitat y que transcurra soterrado entre pantallas hasta el mencionado 'salto de carnero', en la zona donde ahora está el Punto Verde de Vallbona, y a partir de allí ya circularía completamente en túnel de manera que la parte del recorrido en paralelo al Rec Comtal ya estaria completamente soterrada. A falta de un proyecto de reurbanización, es previsible que se gane espacio para los peatones o, cuando menos, que desaparezca para siempre el paso de los trenes también en esta parte de Barcelona.
De hecho, la segunda teniente de alcaldía de Barcelona, Janet Sanz, ha celebrado el soterramiento no sólo como "punto de inflexión" para Montcada, sino también para Barcelona, ya que "el soterramiento llegará a Vallbona". "Es una victoria de los colectivos que llevan años luchando y la prueba que el transporte público sostenible es una prioridad para las administraciones", ha añadido Sanz.
Reclamación histórica en Montcada
Con respecto a Montcada i Reixac, el soterramiento de la R2 a su paso por el centro comportará el fin de varios pasos a nivel y una obligación de convivir cada día con el paso del tren por el medio de la localidad. Con todo, se calcula que las obras de este proyecto complejo costarán unos 387 millones de euros, ya que incluirá además del soterramiento la construcción de una nueva estación. La futura estación contará con tres vías y dos andenes laterales, quedando la vía central sin andén. Esta vía central será utilizada por las composiciones de trenes regionales que no hagan parada, reduciendo así sus tiempos de viaje.
El edificio de la nueva estación se ubicará a nivel de calle y tendrá dos accesos: uno desde la calle de Guadiana y otro desde el paseo que se creará sobre la losa que cubrirá las vías del ferrocarril. El vestíbulo contará con dos tragaluces que permitirán la entrada de luz en el interior del edificio. El tragaluz del lado montaña se materializará mediante un forjado de cristal traslúcido y antideslizante. Por la noche, las luces artificiales de la estación, a través de los tragaluces, proporcionarán iluminación en el entorno, como si fuera una caja de luz.