Cuando queda un día para la tramitación inicial de la propuesta de ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Barcelona para el año 2025, que se votará en la comisión de Economía de este miércoles, el camino para tirar adelante esta propuesta de tasas e impuestos municipales para el próximo año parece encauzada, una vez Barcelona en Comú ha anunciado este martes por la mañana que darán apoyo a la votación inicial, de manera que se facilitará su tramitación, aunque eso no presuponga necesariamente el 'sí' final. De momento, la propuesta cuenta con el apoyo del PSC y BComú, a la espera de lo que pueda decidir ERC, partido con el que, según señaló el teniente de alcaldía de Economía Jordi Valls, se han tenido conversaciones.
Hay que tener en cuenta que la comisión de este miércoles es solo el primer paso para un proceso que se tendría que cerrar en el plenario de diciembre, y que, en todo caso, a estas alturas todo parece indicar que se podrá pasar este primer trámite. En este sentido, Sanz ha apuntado lo que parece que ya cuentan con los "primeros compromisos" del gobierno Collboni, en especial con relación a políticas como la limitación de los alquileres temporales, el cierre de terminales de cruceros y la congelación de los precios del transporte público para el próximo año, pero ha advertido, en relación con las ordenanzas fiscales, que la propuesta de subir el IBI a los hoteles de lujo del PSC, "es de mínimos", ya que el gobierno municipal ha propuesto un aumento hasta el 1,08% y los comunes quieren llegar a un 1,30%. De hecho, Sanz se ha mostrado confiada en que se pueda cambiar esta propuesta "para acercarla más al 1,30%".
"Ordenanzas y presupuestos van de la mano"
Asimismo, la futura presidenta del grupo municipal de Barcelona en Comú, una vez renuncie Ada Colau en el plenario de octubre, ha insistido en que la negociación de las ordenanzas fiscales no se puede desligar de la de los presupuestos, que también se tendría que encerrar antes de finales de año. "Ordenanzas y presupuestos van de la mano", ha afirmado Sanz, insistiendo en que hay que hacer una "negociación conjunta" de las dos cosas, pero indicando, eso sí, que "todo está abierto", en el sentido que no ha querido dibujar un escenario en que sea condición sine qua non acordar los presupuestos para aprobar a los ordenanzas fiscales.
"Queda mucho camino por hacer, no podemos garantizar ningún tipo de posición a final de este camino, seremos absolutamente exigentes", ha continuado Sanz, que ha apuntado que en las próximas semanas se tiene que ver cómo avanzan las negociaciones y, en función de eso, decidirán el voto tanto de las ordenanzas fiscales como del presupuesto, ya que para los comunes es "indispensable" hacer lo mismo porque "van ligados".