En el marco del próximo debate sobre las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Barcelona para 2025 que tendrá lugar en la comisión de Economía de la próxima semana, y después de que tanto ERC como el gobierno municipal del PSC ya han fijado sus posiciones de salida, este jueves ha sido Barcelona en Comú quien ha hecho públicas sus propuestas, los ejes de las cuales no son muy diferentes que los de los otros grupos progresistas, ya que también se basan en el endurecimiento de la fiscalidad relacionada con el turismo. Así, si el PSC ya ha anunciado su voluntad de congelar impuestos municipales a los barceloneses y endurecer la fiscalidad turística y los republicanos han puesto sobre la mesa la intención de doblar el recargo turístico, los comunes han presentado tres propuestas en la misma línea.

Tal como ha anunciado la portavoz de BComú, Janet Sanz, sus propuestas tienen la intención de "corregir la deriva elitista del gobierno Collboni" con tres propuestas dirigidas a que "el sector turístico asuma el impacto que genera en la ciudad", por la vía de subir impuestos y también endurecer la presión a aquellos sectores económicos que más se benefician del turismo, así como elevar el precio de las entradas de uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad que, además, es de titularidad municipal, como el Park Güell.

En concreto, los comunes quieren que la entrada en el Park Güell "se equipare al precio de la Sagrada Familia", de manera tal que si ahora vale 10 euros entrar a los jardines diseñados por Antoni Gaudí, el nuevo precio sea "de 20 euros", teniendo en cuenta que, en opinión de Sanz, "los vecinos no pueden más con la mercantilización y privatización" de este espacio, que anualmente es visitado por 4,5 millones de personas "el 97 por ciento de los cuales no son vecinos de la ciudad". Hay que recordar que los barceloneses tienen entrada gratuita en el Park Güell por medio del programa Gaudir Més.

Por otra parte, BComú quiere incrementar la presión a los hoteles de lujo por la vía de subir el IBI a aquellos establecimientos hoteleros que estén situados en "inmuebles de lujo con un valor catastral superior a los 5,2 millones de euros", que según los comunes supondrían unos 200 hoteles de la ciudad, a los cuales se sumarían otros inmuebles como palacios de congresos y centros comerciales. Sanz ha apuntado que este tipo de inmuebles pagan de impuesto un 1% del valor catastral, cuando un particular con un piso en propiedad paga un 0,66%, y por eso ha pedido subirlo hasta el tope máximo previsto, del 1,3%. "Podríamos llegar a recaudar 10 millones de euros", ha apuntado Sanz.

Con respecto a la tercera propuesta, de hecho no se incluye en las ordenanzas fiscales, sino que tiene que ver con la de terrazas. En este punto, los comunes proponen establecer topes mínimos a las sanciones por incumplimiento de la ordenanza, ya que la actual regulación "fija topes máximos pero no mínimos, y una infracción grave puede llegar hasta los 1500 euros, pero partiendo desde cero euros". Por eso, ha reclamado que se sitúe un tope mínimo de 750 euros en este caso.