Los Mossos d'Esquadra investigan una comunidad de propietarios y el arquitecto responsable de unas obras en un inmueble de Barcelona, en los que se les atribuye un delito contra el patrimonio histórico por destruir un mural del artista Josep Guinovart. Los hechos se hicieron públicos en mayo del 2021, entonces la Unidad Central de Patrimonio Histórico detectó en las redes y en varios medios la noticia de la destrucción. Se trata de 'La Sardana', una obra de patrimonio privado que está en el vestíbulo de un edificio del barrio de Sant Gervasi-Galvany. La obra está formada por una pintura de 2,95 por 7,50 metros en una de las paredes y una escultura que representa el baile de la sardana en una zona central del mismo vestíbulo. La pintura, que forma parte del fondo de la escultura, se creó en los años 50 y está catalogada en el libro "Guinovart: el arte en libertad". La Fundación Josep Guinovart, que vela por la difusión y la conservación de la obra del artista, denunció los hechos semanas después de la noticia.
Las obras
Las obras en el edificio consistían en eliminar una parte de este mural para dar más visualización en la zona de la portería, así como eliminar la parte escultórica para hacer una zona de estacionamiento para motocicletas. Una vez realizadas las comprobaciones por parte de los investigadores, observaron cómo el mural estaba tapado con pintura y que se estaban haciendo obras de reforma. A través de otras gestiones policiales obtuvieron información que la comunidad de propietarios, mediante un arquitecto, había proyectado una reforma en la finca que no contemplaba conservar de ninguna manera la obra del artista y que comportaba la destrucción y desaparición del mural.
Los investigados contrataron unos servicios de restauración para sacar la pintura acrílica que tapaba el mural para hacer salir el original aparte de rehacer la parte destruida tratando de utilizar el lenguaje del artista, en el que se nombra uno "falso histórico". Esta decisión la tomaron una vez enterados de la denuncia de la Fundación y de las visitas de los Mossos, con el único objetivo de evitar un procedimiento judicial por los daños causados. Aunque la obra no consta protegida de forma individual por las administraciones este conjunto responde a la "valoración de antigüedad" que define la Normativa Europea 93/7, entre otros, por su valor económico y por el valor intrínseco, hecho que la convierte en una obra emblemática y singular.
Daños irreparables
La Fundación del artista ha advertido que los daños provocados en el mural son irreparables y que la actuación de restauración dificultará cualquier recuperación. Los directores de los Museos como el MNAC o el Museu Picasso, el Gremi de Galeries d'Art de Catalunya y de otros ayuntamientos y diputaciones han puesto de manifestado el destrozo que se ha hecho en esta obra. Los Mossos han explicado que la revisión de las documentaciones municipales, el libro de actas de la comunidad de propietarios y las manifestaciones de las personas que han participado en los hechos, indician una imprudencia grave con la clara intención de deshacerse de la obra. En esta línea, han añadido que se han cometido actuaciones que podrían tener responsabilidades penales por delitos contra el patrimonio histórico que pueden llegar a los tres años de prisión y penas de multa.