Betevé, la televisión pública de Barcelona, no pasa por su mejor momento de sus casi tres décadas de existencia. Fundada en 1994 y gestionada por la sociedad anónima municipal Informació i Comunicació de Barcelona (ICB), vive en estos momentos un conflicto laboral que vivió un momento de inflexión el pasado verano, cuando nueve trabajadores fueron despedidos como medida drástica para reducir el desequilibrio presupuestario. Los despidos comportaron la convocatoria de varias jornadas de huelga durante las fiestas de la Mercè de este pasado septiembre e incluso una manifestación en el marco de las protestas contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el día que se leía el pregón de la fiesta mayor.
Aunque el punto álgido de las protestas tuvo lugar en septiembre, el origen del conflicto es anterior y se encuentra en las dificultades por encontrar soluciones al déficit presupuestario que arrastra la empresa, con pérdidas acumuladas millonarias durante los últimos años que el Ayuntamiento de Barcelona ha tenido que secar vía nuevas dotaciones presupuestarias, incluida una aportación extraordinaria en 2020 de 10 millones de euros. Además, una serie de sentencias judiciales presentadas por los trabajadores se resolvieron con la equiparación de los salarios con los de los técnicos de comunicación del Ayuntamiento de Barcelona, hecho que disparó la masa salarial.
Todo ello ha hecho que en estos momentos, a punto de acabar el año 2021, la empresa y los representantes de los trabajadores se encuentren en un proceso de negociación que busca resolver la viabilidad de la televisión pública barcelonesa. Entre las propuestas confrontadas, hay dos principales, o bien recortar la masa salarial o bien conseguir un aumento de la dotación municipal. Puntos divergentes que, por el bien del futuro de Betevé, deberían convergir en un acuerdo, que incluso se podría resolver antes de Fin de Año, o al menos así lo querría la dirección.
Conseguir recortar la masa salarial es la propuesta que hace la dirección de Betevé, mientras que para los representantes de los trabajadores, la prioridad pasa por mantener las actuales condiciones -no sólo salariales, también laborales y sociales- gracias a un aumento de la dotación económica que recibe de parte del Ayuntamiento de Barcelona, que es, en última instancia, el propietario de Betevé vía ICB.
74% de masa salarial
En la actualidad, Betevé es un medio de comunicación que cuenta con una plantilla de 238 personas y con unas tablas salariales que, gracias a sentencias judiciales, están equiparadas con las de los trabajadores del ayuntamiento y que son parecidos a las que se pagan en otros medios de comunicación de titularidad pública y superiores a los que existen en medios privados. Desde que se empezaron a presentar demandas por cesión ilegal de trabajadores en los últimos años, la plantilla de Betevé ha sido internalizada, pero el aumento de la masa salarial no se ha correspondido con un aumento presupuestario, y eso ha llevado a una situación insostenible.
Para entender la situación, hay que recordar que la internalización efectiva de los trabajadores no se produce hasta el 2018, ya que anteriormente ICB sólo contaba con 20 empleados, mientras que el resto eran aportados por productoras externas por medio de concurso público. La nueva situación, además, conlleva la necesidad de negociar un nuevo convenio laboral, y aquí es donde saltan las chispas entre los intereses de la empresa y los de los trabajadores.
"Llevamos dos años negociando el convenio y no hay manera de avanzar", señala Roger Matamoros, miembro del comité de empresa, en conversación con elNacional.cat, para añadir que "es normal que en los últimos años haya subido la masa salarial" gracias a la equiparación vía sentencias judiciales, y añade que desde el 2015, el gasto en sueldos ha subido "del 57% al 74% del presupuesto", pero apunta que el problema es que "el Ayuntamiento no ha puesto un duro de más".
Según datos aportados por el comité de empresa, el presupuesto de Betevé ha pasado de 15 millones de euros en 2007 a los 17,6 de 2021, un incremento "que no ha sido grande". Para los trabajadores, el Ayuntamiento debería haber reaccionado a medida que se ganaban las demandas y "aportar más dinero". "Para nosotros la solución es simple, el propietario, el Ayuntamiento de Barcelona, es quien tiene que aportar dinero para que salga adelante y todo estaría solucionado".
En este diagnóstico coincide parcialmente Sergi Vicente, director de Betevé, que en declaraciones en elNacional.cat apunta que efectivamente, la masa salarial se come "tres cuartas partes del presupuesto, y eso en cualquier empresa es insostenible", pero disiente en que la solución al problema sea aumentar la partida de dinero que facilita el consistorio.
"No es verdad que el ayuntamiento nos haya cerrado el grifo", sostiene Vicente. "Es al revés, en los últimos años ha ido abriendo el grifo y ha llegado un momento que dice que ya no lo abre más, no lo cerrará, pero no lo incrementará". En este sentido, el director defiende que el consistorio "ha respondido", pero apela a la necesidad por parte de la dirección de aceptar que el ayuntamiento "no puede estar siempre poniendo más dinero" y a la obligación de "gestionarlos responsablemente, porque es dinero público."
En este sentido, el director señala que para equilibrar el presupuesto del 2021, "desgraciadamente tuvimos que tomar la decisión de los despidos y desgraciadamente nos encontramos en una negociación donde proponemos una rebaja de la masa salarial".
Las propuestas sobre la mesa
Con una dotación económica de 17,6 millones de euros para el 2021, que se mantienen en la propuesta de presupuestos del 2022, la negociación entre trabajadores y empresa continúa. El jueves pasado hubo una nueva reunión, pero de todos modos, las posiciones continúan distanciadas, en especial con respecto a las principales intenciones de la dirección.
Según señala Vicente, por su parte la plataforma de negociación tiene tres ejes principales: "la parte económica, la organización del trabajo y unas nuevas tablas salariales". Con respecto a la parte económica, el director de Betevé defiende la necesidad de equilibrar el presupuesto por la vía de recortar los sueldos, pero esta parte se quiere complementar con una nueva organización del trabajo, que implicaría por ejemplo, "reglamentar los fines de semana" que en la actualidad no lo están, y también afectaría a una serie de aspectos sociales que "permitirían un ahorro que repercutiría en una mayor flexibilidad".
Por parte del comité de empresa, a pesar de aceptar que hace falta regular los fines de semana, apuntan que el modelo de organización del trabajo es en realidad "un recorte espectacular en el ámbito social", ya que afecta aspectos como las retribuciones que se cobran en caso de baja por enfermedad y otras mejoras obtenidas con el tiempo. Además, con respecto a recortes de sueldos, los trabajadores plantean recortar los sueldos más altos, es decir, los de los directivos, y congelar los sueldos del resto hasta el 2024.
El papel de las productoras
Como pasa en otros medios públicos, el papel de las productoras externas también es motivo de debate. Para la dirección, el hecho de que se haya disparado la masa salarial los ha llevado a tener que prescindir de "programas contratados fuera" y considera que eso ha impedido que se puedan seguir haciendo programas como Oh my goig o Va passar aquí, un hecho que perjudica la oferta global del medio.
En cambio, para el comité la lectura es bastante diferente, ya que sostienen que una de las razones del actual conflicto laboral es que "las productoras han perdido su pastel de mercado".
¿"Venganza" del ayuntamiento?
Finalmente, el papel del ayuntamiento y de los partidos que forman el pleno municipal es criticado por Matamoros, que defiende que el consistorio "tiene dinero para invertir" y apunta que si no lo hace es por "venganza". "La sensación que tenemos nosotros es que este proceso es una venganza por la cuestión de las sentencias judiciales".
Además, el comité de empresa, que se ha reunido con todos los partidos políticos, apunta que el consejo de administración, que está por encima del director y está formado por nombres propuestos por los partidos políticos, en general defiende que la solución tiene que ser interna y no invertir más dinero.
En esta cuestión, el director de Betevé señala que su función es la de hacer una "gestión responsable" y que en todo caso, su relación con los responsables de la Casa Gran siempre ha sido buena, tanto durante el mandato del alcalde Trias como en el primero de Colau y en este segundo donde Betevé cuelga de la primera tenencia de alcaldía, es decir, de Jaume Collboni.
¿Solución inminente?
Al fin y al cabo, la situación en Betevé se plantea en un toma y daca entre empresa y trabajadores que avanza lentamente. Aunque las dos partes se muestran confiadas en llegar a un acuerdo, el hecho es que las propuestas de solución continúan alejadas las unas de las otras. La intención de la dirección es cerrar el acuerdo este mismo año, pero el calendario parece complicarlo. Por parte de los representantes de los trabajadores, la voluntad es seguir negociando y ver cómo "se encamina todo" antes de plantear nuevas movilizaciones. La solución, en todo caso, no parece inminente.