Barcelona no será la sede de la cumbre mundial de la sequía que se tenía que celebrar entre el 30 de septiembre y el 3 de octubre, que se trasladará a Ginebra. Según ha comunicado este miércoles el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha habido modificaciones del formato y ubicación previstos de la Reunión de Alto Nivel contra la Sequía a causa de dos factores, el primero, "el gran número de reuniones de impacto en otoño de 2024 como son las cumbres de Clima y Desertificación", y el segundo, la previsión de un "alto nivel de ocupación" en Barcelona con motivo de la celebración, en las mismas fechas previstas, de la 37 edición de la Copa América de Vela.

Hay que tener presente que en Riad -capital de Arabia Saudí- celebrará a principios de diciembre la COP 16, conferencia de la ONU sobre la tierra y la sequía, y esta ha sido la razón por la cual el Comité Organizador Internacional haya decidido rebajar el alcance de la cumbre que se tenía que hacer en Barcelona. Fuentes del ministerio han señalado que con el nuevo formado tendrá "un carácter técnico", mientras que las reuniones de alto nivel quedarán para la cumbre de diciembre en Riad. Este hecho, sumado a la coincidencia con la Copa América de Vela hace que se haya tomado la decisión de trasladar la cumbre contra la sequía a las instalaciones de la Organización Meteorológica Mundial en Ginebra, manteniendo las mismas fechas previstas entre finales de septiembre y principios de octubre.

La celebración de la cumbre en Barcelona fue anunciada el pasado diciembre en el marco de la COP28 que tuvo lugar en Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Así lo anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A su vez, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni lo celebró remarcando que, diez años después de la Declaración de Ginebra, la reunión de Barcelona tendría como objetivo acordar una nueva y "ambiciosa" hoja de ruta que marcaría las políticas para combatir la sequía a escala global los próximos años. Inicialmente, la cumbre tenía que analizar las políticas nacionales impulsadas por la Alianza Internacional por la Resiliencia contra la Sequía (IDRA, por sus siglas en inglés).

En aquella ocasión, Collboni, definió la cumbre como la cita internacional más importante en materia de lucha contra la sequía, con el reto político y social de liderar una transición justa en la lucha contra los efectos del cambio climático y subrayó que el encuentro tenía que permitir trabajar el problema de las sequías con una visión estratégica y política en que los responsables de las administraciones locales, nacionales e internacionales pudieran definir mapas y hojas de ruta que tengan en cuenta las infraestructuras y las pautas de consumo para luchar contra la sequía.