La zona deportiva de la Universitat de Barcelona, situada al lado mar de la avenida Diagonal al límite con el término municipal de l'Hospitalet de Llobregat, es el espacio escogido para la ampliación del Hospital Clínic, que implicará la conversión de una zona de 290.000 metros cuadrados en un nuevo polo de ciencia y salud con equipamientos punteros, mientras que el edificio histórico del Eixample mantendrá sus servicios sanitarios a la población de referencia. Ahora bien, hay una curiosidad sobre toda esta zona que acogerá la ampliación, y es el hecho de que no formó parte del término municipal de Barcelona hasta el año 1933, todavía no hace cien años.

Aunque cuando se habla de agregaciones en Barcelona a menudo se hace referencia a la anexión íntegra de los municipios del llano, que se hizo en tres fases: la de 1897 incorporando Gràcia, Sant Gervasi de Cassoles, Sant Andreu de Palomar, Sant Martí de Provençals, Sants y les Corts; la de Horta en 1904, y la de Sarrià en 1921, lo cierto es que Barcelona también engulló otras partes de los municipios adyacentes, con un objetivo final no alcanzado de convertir en parte de Barcelona a todos los municipios entre el Besòs y el Llobregat, es decir medio Sant Adrià del Besòs por un lado y l'Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Cornellà de Llobregat, Sant Just Desvern y Sant Joan Despí, por el otro.

Firma del convenio para ubicar la ampliación del Hospital Clínic en la zona deportiva de la Universitat de Barcelona / Foto: Laura Figuls / ACN
El edificio histórico del Clínic en la calle Villarroel seguirá ofreciendo servicios hospitalarios a la ciudadanía barcelonesa / Foto: Sergi Alcàzar

De hecho, durante el siglo XX y aparte de Horta y Sarrià, Barcelona se anexionó territorio de los municipios de Santa Coloma de Gramenet y de l'Hospitalet de Llobregat. Del primero, en 1944 Barcelona se anexionó los territorios del margen derecho del río Besòs que forman los actuales barrios de Baró de Viver y el Bon Pastor del distrito de Sant Andreu. Con respecto al segundo, en 1920 las Cortes Españolas dieron luz verde a la expropiación de 900 hectáreas de la Marina de l'Hospitalet a favor del Consorcio del Depósito Franco de Barcelona para construir un puerto franco, un proyecto que no se materializó y que actualmente forma parte de la Zona Franca. Una segunda agregación es la que implica los terrenos donde se ubicará el futuro Hospital Clínic.

L'Hospitalet troceado

El año 1931 arrancó un segundo recorte de territorio de l'Hospitalet de Llobregat, cuando Barcelona reclamó 50 hectáreas de la zona de Finestrelles, hasta el momento pertenecientes a l'Hospitalet, con la intención de prolongar la avenida Diagonal. Según recoge el estudio Històries de Collblanc-la Torrassa de Inocencio Salmerón, la parcela que se quería expropiar "se iniciaba en el camino de Finestrelles, bajaba por el camino de Torre Melina hasta encontrar el torrente Gornal, y se unía posteriormente al torrente de Rigalt, atravesando la carretera de Cornellà a Fogars de Tordera hasta llegar al hito que señalaba los términos de Esplugues y l'Hospitalet", es decir, que ocupaba el área que actualmente conforma la avenida Diagonal desde la estación de Metro de Zona Universitària hasta la confluencia con la ronda de Dalt, incluyendo el parque y la rosaleda de Cervantes, el depósito de aguas de Finestrelles y la Escuela Thau por encima de la Diagonal, y el Palacio de Congresos de Catalunya, el parque de Can Rigal y las instalaciones deportivas de la Universitat de Barcelona por la parte de abajo.

Plano de Barcelona con los límites, en rojo, de los antiguos municipios agregados a la capital de Catalunya / Foto: Alextarroja
Detalle del plano de las agregaciones centrado en la zona expropiada a l'Hospitalet de Llobregat en 1933 / Foto: Alextarroja

Hay que tener en cuenta que el municipio de l'Hospitalet de Llobregat pasó de una superficie de 21,9 kilómetros cuadrados en 1918 a los 12,4 con los que cuenta un siglo después y, por lo tanto, en los últimos cien años este municipio ha sufrido unos recortes territoriales que han reducido su extensión en un 44 por ciento. En todo caso, a pesar de las reticencias de l'Hospitalet a aquella absorción, que se reproducen cada vez que alguien, desde Barcelona, apuesta por convertir la segunda ciudad de Catalunya en un distrito de la capital catalana, el Ayuntamiento de l'Hospitalet aprobó la cesión en 1933, eso sí, a cambio de compensaciones como el compromiso por parte del consistorio barcelonés de prestar el servicio de extinción de incendios, la recogida de perros vagabundos una vez por semana y, en caso de epidemia de viruela, la administración de vacunas, entre otras condiciones.

Así se recoge en la obra Una aproximació a l'estudi de les alteracions territorials del terme municipal de l'Hospitalet de Llobregat, 1920-1933 de Jordi Ferrer y Pumareta, que apunta que al cabo de poco hubo "constancia de incumplimientos y de problemas de gestión y retrasos" con respecto a los servicios compensatorios, dudando de que la "regularización de límites para la prolongación de la avenida de la Diagonal" fuera "un argumento de suficiente peso para justificar una alteración de término municipal", alertando de posibles motivaciones "ligadas a las propiedades del sector". En todo caso, lo cierto es que desde 1933 que aquella parte de l'Hospitalet forma parte de Barcelona, una agregación que a menudo pasa desapercibida enfrente de las agregaciones de los municipios que actualmente son distritos de la capital de Catalunya