La historia del Metro de Barcelona es un pozo sin fondo de anécdotas, recuerdos, proyectos abandonados, líneas a medio hacer que parece que nunca se acabarán, estaciones fantasma ancladas en el pasado y millones de recuerdos vividos por sus usuarios.
La red ha evolucionado con el tiempo y todo parece indicar que este transporte público, como sus trenes, marchan siempre hacia adelante. De golpe, sin embargo, la historia retrocede y nos muestra detalles del pasado para sorpresa de los pasajeros.
Y eso es lo que pasa desde hace unos meses a la estación de Lesseps (L3), donde bajar en el andén dirección Zona Universitària reserva una pequeña sorpresa para el usuario observador: los restos de antiguos carteles publicitarios que recuerdan un pasado no tan lejano, visibles en el andén contrario, dirección Trinitat Nova. El motivo, la eliminación del falso techo para poder acceder más fácilmente a la bóveda del túnel.
'Consultorio practicantes', 'El sabor de los intrépidos' y 'Productos...' son algunos de los letreros, sin fecha definida, que se pueden ver después de que afloraran a causa de los cambios en la estación, iniciados en febrero del 2021 a raíz de unas obras de mantenimiento que, según informó betevé en su momento, permitieron el afloramiento de parte de las baldosas blancas de la estación original y, según documentó TMB en mayo, también los marcos de baldosa azul con ribetes de reflejos metálicos que enmarcaban los espacios publicitarios, inicialmente confeccionados igualmente con cerámica.
Estación de 1924
La estación de Lesseps fue inaugurada en el año 1924 con el estreno de la primera línea, el llamado entonces Gran Metro -embrión de la actual L3- que hacía el recorrido Lesseps-Liceu con parada en las estaciones Fontana, Alfonso XIII -actual Diagonal-, Aragón -ahora, Passeig de Gràcia-, y Plaça de Catalunya. La estación de Lesseps fue cabecera de línea hasta 1985, cuando la L3 se prolongó hasta Montbau.
En un futuro todavía para determinar, esta estación tendrá correspondencia con el tramo central de las líneas 9 y 10, cuyas obras hace años que están paradas y de las cuales sólo han entrado en servicio sus ramales al norte, en dirección a Santa Coloma de Gramenet y Badalona y al sur, hacia el aeropuerto y la Zona Franca.
En todo caso, y mientras el futuro no llega, siempre es posible dar una mirada al pasado y descubrir una curiosidad que, con toda probabilidad, pasa desapercibida para la mayoría de usuarios de este transporte público.