La situación de degradación que vive Barcelona es de tal magnitud que este mismo lunes, el Ayuntamiento de Barcelona, anunció con bombo y platillos una inversión extraordinaria de 70 millones de euros para asegurar unos mínimos de limpieza por toda la ciudad. Con todo, sólo hay que dar un paseo por las calles para comprobar sobre el terreno que los problemas son persistentes en muchos puntos de la capital de Catalunya, y específicamente en lugares de alto contenido simbólico, como el Fossar de les Moreres.

Detalle de los desperfectos / J.P.

Este martes por la mañana, elNacional.cat ha podido comprobar cómo varias placas del murete de granito rojo que forma parte del memorial a los defensores de Barcelona durante el asedio de 1714 se han caído y todavía no han sido sustituidas. De hecho, se desprendieron pocos días después de la Diada Nacional -imágenes del pasado Onze de Setembre demuestran que en aquel momento el memorial estaba íntegro- y de momento la única actuación palpable es que han sido retiradas de la vía urbana.

Las placas caídas estaban en el extremo izquierdo del muro mirando desde el Fossar, allí donde están los versos de Pitarra: 'Al Fossar de les Moreres no s’hi enterra cap traïdor / fins perdent nostres banderes serà l’urna de l’honor' y al menos ya estaban estropeadas el 17 de septiembre, cuando lo denunció la entidad Memorial 1714, que precisamente se dedica a la divulgación del valor histórico y simbólico del Fossar de las Moreres.

En concreto, Memorial 1714 denunció vía Twitter, hace más de dos semanas, la "degradación y dejadez permanente del Fossar de les Moreres". "Un lugar de homenaje a los luchadores por las libertades constantemente humillado", lamentaba la entidad, que remachaba el tuit recordando que "el Fossar es el memorial de guerra símbolo de la Nación catalana".

Llama eterna

El Fossar de les Moreres ocupa el espacio del antiguo cementerio parroquial de la iglesia de Santa Maria del Mar, donde fueron enterrados parte de los defensores de la ciudad de Barcelona durante el asedio de 1714.

El Fossar el aspecto actual el año 1989, una vez derribados unos edificios de planta baja y el puente que antiguamente unía la iglesia con el desaparecido Palau Reial que había en el actual Pla de Palau, y en el 2001 se instaló el pebetero con una llama eterna -excepto algunas intermitencias- en recuerdo de los caídos, convirtiéndose en un memorial al soldado desconocido donde cada año, con ocasión de la Diada Nacional, se celebran ofrendas florales y actos políticos.

Exposición polémica

El mismo espacio fue objeto de una polémica en el año 2017, cuando el Ayuntamiento de Barcelona instaló, y al cabo de pocos días, retiró, una exposición de carritos de la compra llenos de ladrillos. Se trataba de una instalación a cargo de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que indignó a la ciudadanía por su ubicación.

 

Imagen principal: El Fossar, este martes a primera hora del mañana / Jordi Palmer