Una familia ha denunciado públicamente este martes las prácticas de la empresa Desokupa para echarles del piso donde viven de la calle de la Riereta, en el barrio del Raval de Barcelona. Shah Salahuddin ha explicado que, después de recibir varias visitas de Desokupa, el 6 de octubre les cortaron la luz y, unas horas más tarde, varios trabajadores de esta empresa se presentaron en el piso.
Cuando la mujer, Joly Aktar, abrió, los miembros de Desokupa empujaron la puerta y ella se cayó. Shah llegó de trabajar a la 1 de la madrugada y se encontró a Joly, que estaba embarazada de unos tres meses, en el suelo en un charco de sangre y su hija llorando.
Iñaki García, de Stop Desahucios Raval, ha señalado que estas prácticas son de una "violencia intolerable" y Joan Maria Soler, de la Federació d'Associacions de Veïns y Veïnes de Barcelona (FAVB), ha calificado estas dinámicas de "mafiosas" y que "extorsionan al vecindario hasta unos límites que son inhumanos".
Esta familia, originaria de Bangladesh y con una hija pequeña, empezó a sufrir las visitas de Desokupa en silencio porque sentía "vergüenza" de haber firmado un contrato de alquiler que resultó ser falso. Lo firmaron con un inquilino del piso que se hizo pasar por el propietario y a quien pagaron seis meses de fianza, 3.000 euros. Pero después de que Joly sufriera el aborto, decidieron denunciar a los Mossos d'Esquadra lo que había pasado y, también, explicarlo públicamente, con el apoyo de la FAVB, Stop Desahucios Raval y el Observatorio Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC).
Nervios y angustia
Aunque los propietarios del piso les ofrecieron dinero a cambio de que se marcharan o retiraran la denuncia, la familia lo ha rechazado, porque, según han insistido, lo que quieren es "justicia" y porque esperan que la exposición de su situación ayude a que otras personas no sufran las prácticas de Desokupa, que ha esgrimido en muchas ocasiones que su actividad se encuentra amparada por la ley.
Shah ha relatado los nervios y estrés que han pasado durante estos meses, en los que incluso él ha tenido que coger la baja, y la angustia de Joly al abrir la puerta a oscuras aquel día. Después de que ella se cayera al suelo, los trabajadores de Desokupa no llegaron a entrar y se marcharon, según ha explicado la familia.
Acusados por faltas
La denuncia que interpusieron contra Desokupa salió adelante y el juicio se celebró el 30 de enero. Según han explicado desde Stop Desahucios Raval, las penas que se piden para Desokupa son por faltas, una calificación que consideran muy leve. Por eso este colectivo vecinal ha anunciado que, si bien están a la espera de la decisión del juez, es muy probable que la recurran.
En la rueda de prensa, que ha tenido lugar en la sede de la FAVB, en el barrio del Raval, también han lamentado que la acusación sólo se dirige contra la empresa Desokupa, cuando los propietarios tienen "una responsabilidad". "No se puede tolerar que contraten estos servicios", ha afirmado Iñaki García.