Esta semana ha empezado la segunda fase del despliegue del nuevo contrato de limpieza de Barcelona a los distritos de Sants-Montjuïc, les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Horta-Guinardó y Nou Barris, de manera que se completa la implementación en toda la ciudad después de que el pasado mes de marzo empezara a funcionar el nuevo servicio en los otros cinco distritos barceloneses, Ciutat Vella, Eixample, Gràcia, Sant Andreu y Sant Martí. Este despliegue se hará de forma gradual durante semanas, incorporando el nuevo personal, todos los vehículos y servicios e implantando los nuevos contenedores en estos cinco distritos. En total, se sustituirán durante los próximos meses 12.600 contenedores.
Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este martes, el nuevo contrato supone un aumento de la limpieza viaria adaptada a la morfología de cada barrio, más personal, más tecnología para el control y la gobernanza del servicio y unos vehículos más sostenibles. Supone también ajustes en los horarios de limpieza viaria con un aumento de la limpieza en turno de tarde y festivos para adaptar el servicio a los usos ciudadanos del espacio público y un plan de trabajo específico para cada barrio de la ciudad después de analizar las casuísticas, necesidades, auditorías del servicio y demandas del vecindario de cada territorio.
Nuevos vehículos adaptados a las características de los barrios
La implementación supone nueva maquinaria adaptada a las características de cada zona, como por ejemplo barrenderas más pequeñas para los carriles bici, carros eléctricos autopropulsados para que los operarios y operarias se puedan desplazar más fácilmente en los barrios con pendiente y vehículos más pequeños para llegar a las calles estrechas de los cascos antiguos. En total, se incorporarán 534 vehículos nuevos, de los cuales un 67% son eléctricos. También se incorporan equipos polivalentes que garantizan flexibilidad y rapidez de actuación ante situaciones sobrevenidas y más servicios con baldeo (limpieza con agua, que es la que da una mejor calidad de limpieza en las calles) y en más zonas con un uso más eficiente de agua freática.
Otras mejoras son el incremento de los servicios de limpieza de manchas en los pavimentos con maquinaria específica y de la limpieza de zonas verdes y de los parques de la ciudad. En este sentido, la nueva flota permite dar un salto de escala en la electrificación. Se pasa del 20% de vehículos eléctricos a un 66% con el nuevo contrato de limpieza. En total, Barcelona dispondrá de 870 nuevos vehículos eléctricos destinados a la limpieza y la recogida de residuos. Esta flota hará aumentar también el confort acústico con unos equipos insonorizados para disminuir los niveles sonoros del servicio.
Apuesta por la recogida selectiva y por la corresponsabilidad ciudadana
Asimismo, el nuevo contrato es una apuesta del fomento de la recogida selectiva para cumplir los objetivos que marca Europa, llegar a una recogida selectiva del 55% el año 2025. Por este motivo se lleva a cabo un nuevo modelo de distribución de los contenedores de residuos para agrupar todas las fracciones, siempre que sea posible, en una única ubicación o bien la agrupación de todos los contenedores de selectiva. Para la mejora del servicio y sobre todo para fomentar la corresponsabilidad ciudadana, el nuevo contrato también prevé un equipo de informadores e informadoras que desarrollarán su tarea dirigida tanto hacia la ciudadanía como hacia los comercios.
Estos informadores sensibilizan sobre diferentes cuestiones relacionadas con la separación, la correcta disposición de los residuos dentro del contenedor, así como otros aspectos encaminados a paliar las malas prácticas observadas tanto en las áreas de contenedores, como papeleras o a la vía pública. Además, para fomentar la recogida selectiva se repartirán materiales de reciclaje (cubo y bolsas) en los puntos verdes de los barrios. De la misma manera que en la primera fase, en estos cinco distritos también se hará una campaña informativa explicando las características de la contrata y las especificidades que se implantarán en cada uno de los barrios y se celebrarán a partir de octubre cerca de una cincuentena de comisiones de seguimiento barrio en barrio, un espacio conjunto entre el vecindario, los distritos y el área de limpieza y recogida de residuos para compartir el funcionamiento, la evolución del servicio y las propuestas de mejora.