Cerca de diez mil cámaras de videovigilancia y casi ochocientos vigilantes conforman los ejes principales del sistema de seguridad en la Red de Metro de Barcelona, del cual se ha adjudicado ahora el nuevo contrato de seguridad privada cerrado por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) con dos empresas del sector, Securitas y Prosegur, por un valor total de 168 millones de euros en los próximos cuatro años -42 millones anuales-. Todo ello supone un aumento presupuestario de unos 30 millones respecto del anterior contrato que comporta también un aumento de agentes de seguridad, con 50 más que en la actualidad, y un 5% más horas de servicio para vigilar las 165 estaciones de la red, así como los trenes, talleres, cocheras y otras dependencias y edificios de Metro.
El aumento de horas y de agentes de seguridad responde al aumento del pasaje en el metro, que ha sido de un 7,5% más que el año pasado. En la presentación del nuevo contrato de seguridad, este mismo miércoles, la presidenta de TMB y primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha querido destacar que la inversión en el nuevo contrato supone un "refuerzo de la seguridad en el Metro, con más horas de vigilancia", destacando que la red del Metro "ya tiene cerca de 10.000 cámaras de seguridad, un sistema de videovigilancia que mejora la seguridad porque permite ver lo que está pasando en trenes y estaciones, y evita la impunidad porque cualquier acto incívico o delictivo queda registrado y se puede identificar al autor".
3.400 cámaras en los trenes
En este sentido, hay que tener en cuenta que el sistema de seguridad dispone de 9.796 cámaras de videovigilancia, de las cuales 6.400 están ubicadas en las 165 estaciones de TMB, y 3.396 están instaladas en los trenes, en un número que varía según el modelo. En todo caso, estas cámaras son un complemento para el trabajo que hacen sobre el terreno una plantilla de 800 vigilantes contratados, que se desglosan en 421 vigilantes los días laborables y 476 los fines de semana y festivos, ya que en estos días se refuerza la seguridad aunque baja el número de pasajeros, ya que se incrementan las incidencias.
Los vigilantes, además, se dividen entre los que hacen servicios visibles, como equipos de seguridad en la red, equipos de seguridad móviles y guías caninos y detectores y los que hacen trabajos no visibles, como los operadores en el centro de control, control de accesos y equipos de seguridad antigraffity. Asimismo, hace falta tener en cuenta que los servicios de seguridad trabajan de manera coordinada y complementaria con la Guàrdia Urbana de Barcelona y los Mossos d'Esquadra en sus tareas de prevención y actuación ante hechos delictivos y otros actos incívicos, además de hacer tareas de apoyo a los interventores.
Centralización de la videovigilancia
Con respecto a la videovigilancia, esta se centraliza en el Centro de control de Metro y el Centro de Seguridad y Protección Civil, donde personal de TMB así como miembros de las empresas de seguridad y de los cuerpos policiales monitorizan en directo todo lo que pasa en la red de Metro. Las cámaras permiten ver lo que está pasando en directo cuando un usuario toma el botón SOS o el de información en un tren o una estación. Las imágenes quedan grabadas y se pueden revisar si ha habido incidencias o hechos delictivos.