La vandalización del patrimonio histórico de Barcelona es uno de los problemas más graves que denotan la "desidia" del gobierno municipal con respecto al mantenimiento en óptimas condiciones de los remanentes de épocas pasadas que todavía son visibles en la ciudad. En este sentido, el Call es uno de los puntos donde se han vivido episodios recientes que delatan la situación. La semana pasada, la Associació d'Amics dels Calls de Catalunya, denunció públicamente que la puerta de la antigua Sinagoga Mayor apareció vandalizada y con la mezuzà arrancada, y aunque al cabo de pocos días la puerta apareció pintada de nuevo y perfectamente limpiada, la sensación de que el antiguo Call Major de Barcelona es territorio óptimo para el vandalismo no ha quedado atrás.

La puerta de la antigua sinagoga del Call Major de Barcelona ha sido limpiada y pintada / Jordi Palmer
La puerta de la sinagoga hace justo una semana / Carlos Baglietto

"Después de días de desidia, hemos visto que se ha limpiado la puerta y el entorno", ha explicado este miércoles por la tarde la presidenta de Amics dels Calls de Catalunya, Carme Vinyes Ferrer, que en el marco de una "primera movilización en el Call" ha hecho un llamamiento a la dignificación de esta zona de Barcelona. En una concentración que ha reunido una quincena de personas pero de alto valor simbólico por lo que representa de defensa del patrimonio histórico, Vinyes Ferrer ha señalado que no se ha restituido la puerta de la sinagoga a su estado óptimo hasta que se hizo la denuncia y el grupo municipal de Junts per Catalunya -con el concejal Jordi Martí Galbis presente en la concentración- elevó un ruego a la alcaldesa en este sentido.

"Entendemos que lo limpió el Ayuntamiento", ha señalado la presidenta de la entidad, que ha apuntado que no tienen notificación explícita que hayan sido los servicios municipales los que han redignificado la puerta vandalizada. En todo caso, Vinyes Ferrer ha hecho un llamamiento a "dignificar el Call", en especial al tratarse de un entorno de enorme "carga histórica", ya que es un espacio que rememora "la persecución de las minorías", por el hecho que es el escenario del pogromo de 1391 que significó la práctica desaparición de la comunidad judía en la ciudad de Barcelona. "Clama al cielo que esto pase a dos calles del Ayuntamiento de Barcelona y del Palau de la Generalitat", ha apuntado, para abrir la puerta al optimismo: "Esperemos que esto sea un punto de inflexión".

"El Call está abandonado"

Uno de los participantes a la concentración se ha referido a la situación de la antigua judería con palabras quizás más duras. En declaraciones a elNacional.cat, el comerciante Daniel Santillo, que regenta una tienda de productos judíos en la calle de Sant Honorat, ha lamentado la sensación de abandono del barrio. "El Call está abandonado", ha lamentado, tanto por aspectos como el vandalismo como por la suciedad, un hecho genérico en toda la ciudad pero más notorio en un barrio con las calles estrechas. Además, ha señalado que no hay "interés municipal" para potenciar el barrio, marcando diferencias con el Call de Girona, "que está perfectamente señalizado", mientras que en Barcelona, incluso el MUHBA el Call, el principal centro de interpretación del hecho judío en la ciudad de Barcelona ha sido víctima de las pintadas.