Cuando quedan menos de veinticuatro horas para la votación de los presupuestos de Barcelona y todavía queda alguna vía abierta para explorar un posible acuerdo entre PSC y Barcelona en Comú para que estos últimos faciliten la aprobación de los presupuestos, con un encuentro entre el teniente de alcaldía Jordi Valls y representantes de BComú anunciada por Janet Sanz, una disputa sobre la ampliación de las terminales de cruceros, aprobada por Port de Barcelona, puede poner en peligro las mínimas posibilidades de pacto todavía existentes.
Todo ha empezado cuando la portavoz de Barcelona en Comú, Janet Sanz, ha publicado en la red social X (antiguo twitter), una entrada donde ha reprochado al gobierno municipal que haya acordado con Port de Barcelona "adjudicar la séptima terminal de cruceros", asegurando que "el 2023 Barcelona llegó a un número inasumible de cruceristas: 3,5 millones", y añadiendo que "Barcelona lo que necesita es limitar el número de cruceros y cruceristas". La respuesta del gobierno municipal ha llegado de la mano de la teniente de alcaldía Laia Bonet, que, con contundencia, ha asegurado que Sanz, "o miente o ni recuerda lo que firmó".
Bonet ha insistido en que "la nueva terminal será posible gracias al acuerdo que Barcelona en Comú firmó con el Port el año 2018", a la vez que ha añadido que "los comunes no osaron limitar ni la dimensión de las nuevas terminales, ni el número de cruceros, ni el número de cruceristas". En un segundo tuit, Bonet ha apuntado que los socialistas "no votamos a favor de la adjudicación de la séptima terminal" que se celebró esta semana y ha señalado que "han reclamado al Port que hay que actualizar un acuerdo que hoy es insostenible por la ciudad". "Así que menos lecciones y más honestidad", ha remachado con contundencia Bonet.
Último resquicio negociador
Esta disputa, que de momento no ha tenido más seguimiento por parte de las protagonistas en redes sociales, llega justo en un momento delicado donde todavía pervive un resquicio para llegar a un acuerdo que permita sacar adelante los presupuestos sin que Collboni tenga que jugar el comodín de la cuestión de confianza. "Tienen unas horas para hacernos llegar sus propuestas", ha asegurado Sanz esta misma mañana, aunque ha insistido en que reclamarán la necesidad de llegar a un acuerdo de gobierno para poder votar a favor de las cuentas de Barcelona.