Dos hermanas, de 64 y 54 años, se han suicidado esta madrugada en un piso de la calle de Navas de Tolosa, en el distrito de Sant Andreu de Barcelona, horas antes que se practicara su desahucio. Según una información avanzada por el diario 'El País' y ha podido confirmar ElNacional.cat, las dos mujeres han dejado en un lugar visible el oficio del juzgado donde se indicaba que este mismo lunes serían desahuciadas por impago del alquiler. En este oficio del juzgado se informaba a las dos inquilinas de que el desahucio se practicaría a partir de las once de la mañana. Los Mossos d'Esquadra ha abierto una investigación, con la hipótesis de doble suicidio sobre la mesa.

Siempre según el medio citado, las dos mujeres habrían optado por lanzarse al vacío por el patio de luces, consumando el suicidio pasadas las cuatro y media de la madrugada, y los funcionarios judiciales que tenían que proceder al desahucio han sido informados por los Mossos. Inicialmente, sin embargo, no se había requerido presencia policial en este desahucio. De las dos hermanas, solo una constaba como empadronada en el piso, alquilado a un particular, que presentó una demanda por impago en mayo del 2023, con una deuda acumulada desde marzo del 2021 de unos 9.000 euros.

En el procedimiento judicial no se personó ninguna de las dos mujeres residentes, y el Ayuntamiento de Barcelona fue requerido por el juzgado para hacer un informe de vulnerabilidad en caso de desahucio. Sin embargo, los técnicos municipales que se desplazaron al domicilio de las dos hermanas para evaluar la situación de vulnerabilidad, no pudieron contactar con nadie, a pesar de ir en varias ocasiones e incluso dejarlos mensajes, según apuntan fuentes municipales citadas por 'El País', que indican que el mismo consistorio ya había alertado de esta situación al juzgado. Este mismo lunes por la mañana, personal del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB) se ha desplazado igualmente al edificio para atender a los vecinos.

No es la primera vez que pasa

En todo caso, no es la primera vez que un residente amenazado por desahucio opta por el suicidio. En Barcelona ya ha habido varios casos que siguen este patrón. Así, en mayo de 2023, una mujer de 56 años se suicidó el mismo día que tenía que ser desahuciada en su domicilio de la Gran Via y, de hecho, fue la comitiva judicial la que, después de llamar al timbre repetidamente sin obtener respuesta, activó un servicio de cerrajería para abrir la puerta. En el interior del piso, en el lavabo de la finca, se encontró el cadáver de la mujer.