El edificio que acogió la sede de los antiguos Juzgados de Primera Instancia de Barcelona hasta el 2008, situado en la Via Laietana 8-10, se convertirá en una nueva sede administrativa del Ajuntament de Barcelona, que acogerá progresivamente unos 700 trabajadores y trabajadoras municipales. Las obras de rehabilitación del edificio, que hace años que solo está parcialmente ocupado con las oficinas del Instituto Nacional de Estadística (INE), supondrán una inversión de 18,7 millones de euros, tienen una duración prevista de unos 30 meses y se centrarán en asegurar la estructura del edificio y convertirlo en oficinas. Una parte del edificio sigue siendo propiedad del Estado, pero la mayor parte es de propiedad municipal después de que el Ajuntament compró el espacio a la Generalitat de Catalunya.
Dos actuaciones y 30 meses de obras
Los trabajos, que ya han empezado, se harán en dos actuaciones. La primera tendrá una duración de 16 meses y se actuará de forma global en las tres plantas superiores (sexta, séptima y ático), que es donde se ubicarán las nuevas oficinas municipales, así como parcialmente en el semisótano y en el sótano. También se harán actuaciones puntuales en la estructura de las plantas 2, 3, 4 y 5 y se adecuarán algunos espacios comunes como son los accesos, los vestíbulos y la cubierta, entre otros. En total se intervendrá sobre una superficie de unos 6.000 m² sobre un total aproximado de 20.000 m² que tiene el edificio, ubicado en una zona privilegiada del centro de la ciudad, en la parcela delimitada por las calles Via Laietana, Joan Massana, de la Nave y de Manresa.
Una vez acabada esta actuación centrada en la estructura, el aislamiento de los interiores y las acometidas, el Ajuntament dotará de usos los espacios y dará contenido a las oficinas, un proyecto que supondrá unos 14 meses de trabajos adicionales. Así pues, la previsión es que el traslado del personal municipal se pueda hacer al segundo semestre de 2026. En un primer momento, serían unas 220 personas, aunque la intención del consistorio es que progresivamente se vayan rehabilitando el resto de plantas que son propiedad municipal y se vayan produciendo más traslados, hasta el total mencionado de 700 trabajadores y trabajadoras municipales.
La rehabilitación no solo permitirá recuperar un edificio de estilo noucentista catalogado patrimonialmente con un nivel C y modernizar las instalaciones municipales que dan servicio a la ciudadanía, sino que forma parte de un proyecto de dinamización económica de la zona. "Queremos culminar una de las arterias principales de la nueva Ciutat Vella", ha reconocido el alcalde Jaume Collboni, que este jueves ha visitado las obras. "Es un proyecto que tendrá repercusión en los barrios del distrito y también en la economía de la ciudad, y que supone recuperar edificios de la Via Laietana que alberguen actividad económica, como era el origen histórico de esta avenida, esencialmente de carácter económico, aunque alberga también instituciones culturales como el Palau de la Música", ha añadido al alcalde. En este sentido, la llegada de unas 700 personas de la plantilla municipal a este inmueble supondrá una gran inyección para el comercio y la restauración del entorno.
Nuevas viviendas y equipamientos en los edificios liberados
El Ayuntamiento trasladará en las nuevas oficinas los servicios que actualmente se ubican en cinco edificios del distrito de Ciutat Vella, lo cual permitirá generar una setentena de viviendas públicas y la construcción del nuevo CAP Gótico. La liberación de estos edificios, que actualmente acogen dependencias de las áreas de Recursos y Transformación Digital y también de la de Economía y Promoción Económica, suman en total unos 5.600 m² que se destinarán a hacer unas 70 nuevas viviendas públicas y unos 1.500 m² más que se podrán habilitar como locales comerciales en los bajos. Se trata de los números 7, 15 y 32 de la calle Avinyó, el número 3 de la calle Ciutat y el número 14 de la calle Paradís. Además, a las nuevas oficinas de la Via Laietana también se trasladará la Gerència de Seguretat, Prevenció i Convivència, que ahora se ubica en el edificio que hay en la plaza Pi Sunyer. Este espacio se cederá al CatSalut para que construya el nuevo CAP Gòtic, una nueva infraestructura médica muy necesaria y reivindicada por el vecindario.