Los representantes de siete ejes comerciales de Ciutat Vella han dicho basta y han unido esfuerzos por dar un toque de alarma al gobierno municipal de Barcelona a quien han advertido que se ha llegado a una situación límite en este distrito en aspectos como la situación del comercio, la movilidad, la limpieza, la situación social, la seguridad, la restauración y la vivienda. "Tenemos que recuperar Ciutat Vella como se hizo en los años 80", han clamado los representantes de los ejes comerciales en una rueda de prensa conjunta que quiere ser un "aviso al gobierno actual", pero también un "aviso para navegantes" para quién tenga la responsabilidad de gobernar en el próximo mandato.
En un acto conjunto que ha tenido lugar este miércoles por la mañana al Ateneu Barcelonès, representando de las asociaciones de comercio Barnacentre, Pelai Centre, La Real, Porxos del Port, Barceloneta, Born y la Rambla han lanzado un duro aviso al gobierno municipal, tanto a Barcelona en Comú como al PSC "aunque Collboni ya no esté" y han pedido una reunión urgente con los principales representantes del ayuntamiento, es decir la alcaldesa, Ada Colau, y "con quien corresponda del PSC", es decir, la teniente de alcaldía Laia Bonet, para afrontar cambios inmediatos a toda la problemática que vive este distrito.
"El centro era el Bronx"
Las quejas, como los graves problemas de seguridad o de limpieza y la huida del comercio tradicional, se han dirigido al gobierno municipal, pero también han ido dirigidas "a los alcaldables". Gabriel Jené, representante del eje comercial de la calle Pelai, que ha hablado de los problemas de movilidad que separan Ciutat Vella del Eixample, ha sintetizado la posible salida en la necesidad de "trabajar en un plan estratégico por el centro como se hizo los años ochenta" cuando, según ha recordado, "el centro era el Bronx" y se pudo revertir la situación con complicidades público-privadas así como la instalación de universidades e infraestructuras de carácter cultural y social.
De hecho, son tantos los problemas que acumula el distrito que cada uno de ellos daría por una queja individualizada, pero el hecho es que la situación del comercio está en un punto límite, como ha definido Nuria Raja, de Barna Centre, que ha manifestado la "dejadez de funciones por parte del Ayuntamiento de Barcelona" y ha criticado las "políticas de negación y menosprecio por los que vivimos allí y trabajamos". Ante el continuo cierre de comercio tradicional y los crecientes problemas de inseguridad, falta de vivienda, problemas de mendicidad y trabas a la movilidad, los representantes comerciales de Ciutat Vella han lanzado un grito unánime: "Queremos salvar el corazón de la ciudad".