La política en movilidad del Ayuntamiento de Barcelona está dirigida cada vez más a restringir el uso del vehículo privado como uno de los ejes fundamentales del controvertido modelo Superilla Barcelona, a pesar de los avisos de varias entidades, entre los cuales el RACC, que sostiene que no se puede reducir el uso de los vehículos privados si previamente no hay una sustancial mejora del transporte público, no sólo en la ciudad sino en toda el área metropolitana. Ahora, dos entidades sociales dan apoyo a esta orientación política con una propuesta ciertamente radical, acabar con la circulación de los coches privados y promocionar el coche compartido -también denominado carsharing'- para conseguir una movilidad más sostenible.
Se trata de las entidades Som Mobilitat (SM), cooperativa sin ánimo de lucro de alquiler de vehículos eléctricos compartidos y la Fundació Mobilitat Sostenible i Segura (FMSS), que trabaja en el impulso de los sistemas de 'carsharing' y la promoción de actividades relacionadas con la movilidad sostenible. Las dos han presentado este jueves una campaña conjunta para "retornar el espacio" a la gente. La iniciativa tiene como objetivo motivar que los propietarios de coches se desplacen de manera "más sostenible". Más allá de caminar, de ir en bicicleta o en transporte público, Som Mobilitat promueve el uso de sus coches eléctricos compartidos para cuando no haya ninguna otra posibilidad.
Además, esta cooperativa intenta atraer nuevos usuarios ofreciendo rebajas para quien se deshaga del coche y para quien les comparta su plaza de parking. Por su parte, desde la FMSS piden al Ayuntamiento de Barcelona mejores condiciones y reivindican las "ventajas" del transporte eléctrico. "Invitamos a la gente a compartir sus maneras de moverse de forma más sostenible", ha explicado la responsable de comunicación de SM, Maria Medina, según recoge ACN. Además, ha defendido el 'carsharing' como la opción más adecuada cuando no es posible realizar el desplazamiento por medios menos contaminantes y lo ha definido como un "aliado clave para la ciudad".
De hecho, la cooperativa SM considera que "cada coche compartido consigue sacar entre 8 y 15 vehículos privados" y por eso desde las dos agrupaciones ven con buenos ojos algunas iniciativas recientes del Ayuntamiento de Barcelona con relación a la movilidad, como los nuevos carriles bici o la conexión del tranvía por|para la Diagonal. Sin embargo, según ha declarado el presidente de la FMSS Pau Noy, la ciudad "no reconoce el 'carsharing'". Denuncia que los precios de los aparcamientos son iguales que para un vehículo privado e insta al consistorio a "ayudar de verdad al 'carsharing' tal como hacen el resto de ciudades europeas". Noy ha afirmado que el uso del coche cuando se tiene que alquilar es, por término medio, de unas cuatro veces al año y ha hecho hincapié en las ventajas de la movilidad eléctrica, que asegura que es cuatro veces más eficiente en términos de energía.