Este jueves, 22 de diciembre, a primera hora de la mañana, está previsto que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dicte sentencia sobre el recurso interpuesto por la Comisión Europea contra el Estado español por haber superado de manera sistemática y continuada desde 2010 los umbrales de contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2) en Barcelona, el Vallès y Madrid. Desde el Ayuntamiento de Barcelona, a 48 horas de la sentencia, se ha querido reivindicar la bajada de la contaminación los últimos años como prueba de los esfuerzos del actual gobierno municipal en este sentido, además de admitir que la sentencia será condenatoria.
Este martes por la mañana, el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, acompañado de la directora de Salud Ambiental de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, Elisenda Realp, ha reconocido que la previsión es que la sentencia será negativa, porque los mismos datos reflejan un incumplimiento de la normativa europea desde el año 2010. "No podrá haber más que malas noticias", ha reconocido el concejal. Por eso, desde el Ayuntamiento se han querido vender los datos más actualizados como síntoma de que, a pesar de todo, el trabajo va en el camino adecuado, resaltando que entre 2015 y 2022, es decir, durante los dos mandatos de Ada Colau, ha disminuido la contaminación en la ciudad.
"La contaminación ha disminuido un 31%" desde 2015 hasta la actualidad, ha afirmado Badia, que ha querido destacar que más allá de la previsible sentencia condenatoria, se han llevado a cabo "medidas bien encaminadas". Así, según los datos aportados por la Agencia de Salud Pública de Barcelona, en los últimos años ha habido una tendencia a la baja en los umbrales de contaminación, situados por la CE en una media anual de NO2 de 40 µg/m³ (microgramos/metro cúbico). Así, con respecto a las estaciones de medición llamadas 'de tráfico', que miden los espacios de Barcelona con más tráfico, ha ido disminuyendo -especialmente los años 20 y 21, afectados por la Covid-, e incluso este 2022, con datos hasta noviembre, que sitúan la media en 38 µg/m³.
Reivindicación de la obra de gobierno
En este sentido, Badia ha querido poner de relieve el trabajo hecho desde el gobierno municipal de cara a la reducción de la contaminación generada por el tráfico destacando un compendio de medidas entre las cuales ha incluido las políticas de movilidad sostenible, como ahora el impulso del transporte público e incluso la red ortogonal de autobuses -aunque es un proyecto iniciado durante el mandato del alcalde Trias-, la ampliación de carriles bici y también el proyecto estrella del actual mandato, es decir, el Modelo Supermanzana, además de otras medidas en marcha como la electrificación de los parques móviles de los servicios de limpieza y de la Guàrdia Urbana.
Ante la inminencia de la sentencia, Badia ha señalado que la misma no incluirá sanciones en un primer momento, sino que será la CE quien las impondrá, pero que espera una cierta "benevolencia", porque el afán de las instituciones europeas "no es recaudatorio, lo que quieren es que hagamos los cambios". En todo caso, lo que se da por hecho es que la sentencia será negativa y lo que quedará pendiente es su alcance y conocer las propuestas que puede llegar a imponer la CE para rebajar la contaminación en Barcelona dentro de los umbrales previstos. Todo eso, a partir del jueves por la mañana.