Vecinos y curiosos han podido observar, desde el pasado mes de julio, que uno de los comercios emblemáticos del distrito de Ciutat Vella de Barcelona, la Sombrerería Obach, situada en el chaflán entre la calle del Call y la de Avinyó, mantiene las persianas bajadas. Un cartel informa de que el establecimiento está 'Cerrado temporalmente', pero en un contexto de cierres continuados de comercios tradicionales, la sospecha de que la histórica sombrerería podría haber cerrado definitivamente había disparado las alarmas entre vecinos y clientes. En este caso, la buena noticia es que este establecimiento tiene previsto abrir las próximas semanas, si todo va bien, en noviembre.

Las persianas de la Sombrerería Obach, llenas de grafittis, están bajadas desde el mes de julio / Foto: Jordi Palmer

Contactado por elNacional.cat, Pol Obach, representante de la cuarta generación al frente de este establecimiento próximo al centenario -levantó persianas en 1924-, confirma que el cierre es sólo temporal y a causa de "temas familiares" que ya están próximos a su solución. Tanto es así que Obach asegura que prevé abrir "en tres o cuatro semanas, ojalá en noviembre." De hecho, Pol Obach estaba este miércoles mismo en el establecimiento "arreglando las gorras del verano" y pendiente de que se desencalle la situación para poder volver a abrir. Como también ha pasado recientemente con el Colmado Múrria, una persiana bajada no es sinónimo de cierre ni de cambio de negocio.

El escaparate de la Sombrerería Obach, con un impresionante muestrario de sombreros y gorras, tanto para hombre como para mujer / Foto: Sombrerería Obach

"Hace 98 años que llevamos la misma línea", asegura el representante de este negocio familiar, confiado en "mantener la esencia" con la reapertura de un establecimiento que se ha mantenido a lo largo de los años, aunque el uso de sombreros y gorras en la actualidad no tiene nada que ver con lo que había cuando abrió la tienda en el barrio del Call. "Es un tipo de negocio que desapareció casi del todo", asegura Obach, que rememora que "en un momento dado sólo quedaban dos, la Mil [situada en la calle Fontanella] y la nuestra". Con todo, también es cierto que en los últimos años han surgido nuevas sombrererías, como Up Headwear, con varias tiendas en el centro de Barcelona, o Hatquarters en la plaza de la Llana y más centrada en las gorras, dibujando un cierto resurgimiento del uso del sombrero.

¿Llevar sombrero volverá a estar de moda?

Esta revitalización del sector tiene que ver, según Obach, por una parte con el hecho de que "Barcelona es una ciudad grande y con mucho turismo" y por la otra que, "aunque parezca que no, la gente ha perdido la vergüenza o el miedo de salir con la cabeza tapada, con una gorra o un sombrero o lo que se sienta cómodo". En este aspecto también destaca la diversidad de alternativas, con un amplio abanico de posibilidades tanto en sombreros como en gorras. Más allá de que "sería bueno para el negocio", Obach apunta todavía una tercera razón para defender el retorno del sombrero, los beneficios de llevar la cabeza tapada en un contexto de cambio climático: "Cada vez hay más gente con problemas de piel en la cabeza y a menudo la receta del dermatólogo es una gorra o un sombrero".

Interior de la sombrerería, con mobiliario original / Foto: Sombrereria Obach

Sombrerería Obach, que vende tanto sombreros como gorras, para hombre y mujer, y también barretinas, reconoce que la tendencia actual es la de utilizar gorra, porque "es más práctica y cuando te la quitas la puedes doblar y meter en el bolsillo o la mochila", mientras que un sombrero "se asocia más a la elegancia" pero genera inconvenientes como que no se puede guardar en cualquier sitio. De hecho, es la continuidad de una distinción clásica, la de asociar el sombrero con los burgueses y la gorra con los obreros, pero con unos parámetros mucho más actuales, elegancia versus practicidad. En todo caso, si el sombrero se vuelve a poner de moda, barceloneses y visitantes podrán volver a contar a partir de noviembre con esta tienda histórica, otra vez con las persianas arriba.

Comercio emblemático superviviente

En todo caso, el caso de la Sombrerería Obach, como el del Colmado Múrria, no se puede separar de la problemática general de las tiendas históricas de Barcelona, los llamados establecimientos emblemáticos, unos dos centenares, que están protegidos desde 2016 por el Plan Especial de protección de la calidad urbana, que incluye un Catálogo de protección arquitectónico, histórico y paisajístico de los establecimientos emblemáticos de la ciudad de Barcelona, donde se destaca su valor patrimonial, pero que no tiene suficientes herramientas para garantizar la continuidad de los negocios. Hay que recordar que en los últimos años el goteo de cierres de este tipo de comercios ha sido una constante, la mayoría tocados por el aumento de los precios de alquiler.

Con todo, la apuesta del gobierno municipal de evitar la desaparición de estos comercios se ha sustanciado en hechos como la reciente compra de la tienda El Ingenio, especializada en la construcción de cabezudos. Sin embargo, la ciudad ha lamentado los últimos tiempos la desaparición de establecimientos históricos como el restaurante Cal Lluís del Raval, la camisería Xancó de la Rambla y la Herboristería del Rei de la plaza Reial, entre otros, así como comercios más modernos, como la Granja Xador de la calle Argenteria o la tienda del Camello de la calle de Portaferrisa, suficientemente arraigadas en los respectivos tejidos comerciales. Sombrerería Obach, por suerte, se escapa de esta triste lista.