El Ayuntamiento de Barcelona anuncia el inicio de las obras por el cierre del recinto arqueológico del entorno de la batería antiaérea del Turó de la Rovira, en el Distrito de Horta-Guinardó, un espacio también conocido como 'los búnkeres del Carmel'. Ya hacía meses que el gobierno municipal anunciaba esta medida con el fin de "evitar que se estropeen los restos arqueológicos y preservar el descanso de los vecinos", que ha sido especialmente perturbado por los botellones que atrae. Según ha informado el consistorio en una nota de prensa este lunes, el proyecto tiene un coste de 1,6 millones de euros, y los las obras durarán 6 meses a partir de esta misma semana.
Empiezan las obras en el Turó de la Rovira
De acuerdo con la nota remitida a los medios por el Ayuntamiento, la intervención se hace "con el objetivo de controlar la gran afluencia de visitantes en este espacio, especialmente durante la noche, y evitar así que se estropeen los restos arqueológicos y preservar el descanso de los vecinos". En el comunicado detallan también que el acceso a este punto quedará restringido en horario nocturno, así como las nuevas 6 puertas de entrada: en la calle Marià Labèrnia; también en las escaleras hacia la residencia de oficiales; en la vertiente sur, acceso al mirador y acceso hacia el depósito de agua; en el camino oeste, acceso hacia la vertiente norte; y en la vertiente norte, acceso hacia el centro de información del MUHBA. Con las obras se instalará una valla de 2 metros de altura que consiste en barras macizas de acero, de 3 centímetros de diámetro, clavadas en el terreno de la montaña, sin afectar ni las raíces de los árboles ni los restos arqueológicos. También se ha optado por añadir un cierre alrededor de los restos de barracas de la vertiente sur, que son las que, a causa de la fragilidad de los materiales con los que están hechas, están sufriendo más daños.
Nuevo recorrido
El cierre permitirá mantener los accesos desde los diferentes frentes del Turó de la Rovira y crear un recorrido externo en la nueva valla que enlaza con estos accesos, consolidando así un anillo de conexión desde fuera de la valla. Este itinerario exterior estará siempre abierto, de manera independiente a los horarios de cierre del interior del ámbito. Se pretende que la accesibilidad en la batería antiaérea sea la misma que la actual, excepto en los momentos en que se cierran las puertas del recinto museográfico. En paralelo al cierre, este mes de noviembre también se han iniciado los trabajos del proyecto de arreglo del camino, que se ha hecho con el objetivo de dar continuidad en el recorrido del perímetro exterior de la batería antiaérea, haciendo una intervención de arreglo y conexión de los caminos existentes, en el lado noroeste de la colina. Las obras implican la construcción de un nuevo camino que conectará el camino oeste y el camino de la vertiente norte.