Ha hecho falta que pasaran 2.321 días, aproximadamente seis años y cuatro meses, desde que el pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó el proyecto de transformación de la Rambla hasta que este lunes, 3 de octubre del 2022, han dado principio de forma oficial y fehaciente -excavadora incluida- las obras de transformación de la Rambla. Conviene recordar que estos 2.321 días, que son los que esta mañana reflejaba el contador que hay en un edificio del paseo más universal de Barcelona, corresponden al cómputo de la entidad Amics de la Rambla, que da por hecho que las obras podían empezar al día siguiente mismo de la aprobación en el pleno, un extremo no compartido por la Casa Gran y sus tempos administrativos.

Sea como sea, ambiente de optimismo y satisfacción en la parte inferior de la Rambla este lunes por la mañana, entre el movimiento de operarios colocando vallas en el perímetro de la primera zona de obras, el centro del paseo en la parte más baja de la Rambla para celebrar el inicio de unas obras que se podrán alargar practicamente hasta el año 2030, ya que están previstas cinco fases de 18 meses de duración, una después de la otra, aunque el gobierno municipal ha expresado su voluntad de "acortar plazos encabalgando fases". En todo caso, de momento se ha dado el pistoletazo de salida a la primera fase, que comprende el ámbito entre el monumento a Colom y el portal de Santa Madrona y que tendría que estar terminada en primavera del 2024.

La segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz, ha dado el pistoletazo de salida afirmando que "por fin", han empezado unas obras que "no sólo significarán una transformación urbanística, sino también cultural y dará lugar a una Rambla más habitable", lo que ha denominado la "Rambla del siglo XXI". En este sentido, Sanz ha insistido en que la remodelación permitirá abrir el paseo "de fachada en fachada" y que además permitirá "dejar de ver Colom como una rotonda para los coches". De hecho, para el gobierno municipal el objetivo es simple, "queremos que Barcelona vuelva a ramblear", aunque la misma Sanz ha admitido que "la reurbanización no resolverá todos los problemas de la Rambla".

Así será la primera fase de obras

En todo caso, la primera fase de obras que ha empezado este lunes supondrá la transformación de la parte inferior del paseo, que corresponde a la Rambla de Santa Mònica. De momento, las obras afectarán al tramo entre el portal de la Pau y el portal de Santa Madrona, o dicho de otra manera, entre el monumento a Colom y la boca de metro de Drassanes. En total, unos 23.000 m² que comportará asimismo la modificación del trazado de la avenida de les Drassanes y se creará una nueva plaza con arbolado, con previsión de poner también bancos para sentarse, actualmente inexistentes en esta parte del paseo.

Las obras han empezado con la instalación de vallas en el perímetro de la zona donde se iniciarán los trabajos / Foto: Carlos Baglietto
Operarios trabajando este lunes por la mañana en la colocación de las vallas perimetrales / Foto: Carlos Baglietto

La actuación en todo este ámbito se prevé en cuatro fases, la primera de las cuales será de unos 5 meses. Esta división permitirá no ocupar simultáneamente los dos lados de la Rambla y cuando haya que actuar en los viales se hará de manera que se pueda garantizar el paso al tráfico vecinal. En todo caso, el cambio más notorio de toda la reurbanización será la nueva pavimentación que supondrá decir adiós al pavimento en forma de olas característico de las últimas décadas para dar paso a piezas de piedra natural, granito y pórfido, que irán de fachada a fachada, ya que también desaparecerá todo el asfalto.

Las estatuas humanas se desplazarán

Mientras dure esta primera fase de las obras, la decena de estatuas humanas que desarrollan su actividad en este espacio se situarán en el tramo inmediatamente superior al que queda afectado por los trabajos. Asimismo, se reubicará el quiosco que queda también afectado por esta parte de la obra, que se recolocará temporalmente más arriba, aunque tanto el quiosco como las estatuas volverán al espacio reformado una vez finalice la fase. Además, también se reformará y armonizará la rotonda del monumento a Colón, que quedará insertada en la renovación, mientras que la intervención en la avenida Drassanes comportará la desaparición de la zona ajardinada al lado de las Drassanes.

Las obras ocuparán buena parte del paseo central de la Rambla junto al portal de la Pau / Foto: Carlos Baglietto
La segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz, y el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, en la presentación de las obras / Foto: Carlos Baglietto

Después del tramo Colom-Santa Madrona, todavía quedarán cuatro tramos más por remodelar, que se ejecutarán más adelante siempre en sentido mar-montaña. Se trata de los tramos Santa Madrona-Arc del Teatre; Arc del Teatro-Liceo; Liceu-Portaferrissa y Portaferrissa-Canaletes. El presupuesto total del proyecto es de 44,56 millones de euros, y se prevé que cada fase se alargue unos dieciocho meses, razón por la cual, si se hace cada tramo uno detrás del otro, las obras se alargarían hasta el final de la década. Encabalgar fases, en cambio, permitiría reducir la duración del conjunto de las obras.