Este lunes, 29 de enero, han empezado las obras para el soterramiento del trazado ferroviario por donde circula la R2 de Rodalies en el municipio de Montcada i Reixac (Vallès Occidental), tal como informó al mismo Ayuntamiento el pasado miércoles, en un acto donde se detalló que los trabajos empezarán en el barrio de la Ribera, donde se harán las primeras calas. Se prevé que el soterramiento se alargue hasta 7 años, con las molestias consecuentes como cortes de tráfico y polvo, razón por la cual el consistorio creará una Oficina municipal para hacer seguimiento con la participación tanto de los grupos políticos representantes al pleno como de entidades y asociaciones de la ciudad. Más adelante también habrá afectaciones en Barcelona.
La Unión Temporal de Empresas (UTE), formada por Comsa-FCC-Ferrovial, es la encargada de la ejecución de las obras, en las que el gobierno español invertirá 540 millones de euros más 30 más para adecuar la estación de Montcada Bifurcació, que es una de las cinco que hay en la localidad. El soterramiento del R2 de Rodalies, que de hecho, solo supone actuar en uno de los tres trazados ferroviarios de Rodalies en esta localidad, es un viejo proyecto que arrancó en 1989, cuando la Generalitat comunicó al Ayuntamiento de Montcada la elaboración de un plan especial de reserva urbanística para el paso de los trenes de alta velocidad, al cual el consistorio presentó alegaciones y, por primera vez, puso sobre la mesa la propuesta del soterramiento de la línea.
180 víctimas mortales
Después de años de demandas y con un peso importante del hecho de que a causa de paso del tren por medio de la localidad se contabilizan unas 180 las víctimas mortales que han sido atropelladas, principalmente en los puntos para cruzarlas en el centro de la localidad, el soterramiento se incluyó en el Plan de Rodalies de Catalunya 2020-30, y en 2022 el Consejo de Ministros aprobó el soterramiento de la R2 a su paso por Montcada, las obras salieron a licitación y se presentaron cuatro ofertas. Entidades como la Síndicatura de Greuges y la Federación de Municipios han expresado públicamente su apoyo al soterramiento, una opción muy habitual en Catalunya que, a pesar de todo, también cuenta con sus detractores.
Las obras empezarán por el barrio de la Ribera, donde se harán las primeras calas, e irán avanzando en dirección Francia. Será el pistoletazo de salida a un hito soñado y reivindicado, pero también de un periodo de complicaciones para el vecindario. En el acto de anuncio del inicio de las obras, el alcalde, Bartolo Egea (PSC), celebró el inicio de unos trabajos necesarios para cohesionar y recoser la ciudad, según recoge la ACN. A ambos lados de las vías se distribuyen equipamientos municipales, como el Ayuntamiento, comisarías o centros de atención primaria, pero es usual ver vecinos que las cruzan para actos tan sencillos y cotidianos como ir a comprar el pan.