Un espacio de los más transitados de Barcelona y al mismo tiempo, de los que pasan más desapercibidos, es la rotonda subterránea de la plaza Catalunya, un vestíbulo circular que conecta la Rambla, la plaza y la calle Pelai con las estaciones de Metro y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya. Históricamente, esta rotonda formaba parte de un entramado subterráneo más amplio, con un túnel en dirección a la calle Fontanella, además de ser uno de los principales accesos de la desaparecida avenida de la Llum, y a menudo ha hecho la función de punto de encuentro además de convertirse, durante los años noventa, en punto habitual de conciertos del grupo de rock De Kalle.
Ahora bien, como se trata, principalmente, de un lugar de paso, su decoración también puede pasar desapercibida, aunque se trata de una singular obra de arte, la llamada Rotonda dels Transports, un mural cerámico instalado el año 1969 que fue elaborado por la Escola Massana a través de su taller La Manufactura, donde profesores y alumnos podían ejercitar su creatividad. Este mural recibe el nombre de la Rotonda dels Transports, porque que en sus seis plafones donde se representan varios sistemas de locomoción -coches, locomotoras, globos, barcos...- y ahora, después de más de 50 años de vida, se encuentra en proceso de conservación y restauración.


De hecho, a finales de abril empezó esta intervención, desarrollada por el Servei d'Arqueologia de Barcelona dentro del programa 'El mosaic del meu barri', un proyecto participativo para descubrir, valorar y conservar los mosaicos de Barcelona que se ha fijado en este de la plaza Catalunya como uno de los más representativos del centro de la ciudad. La restauración del mosaico, que se alargará hasta el mes de junio, forma parte de una intervención más amplia de todo el entorno, que incluirá actuaciones sobre la lámpara y los elementos de latón, la recuperación de la iluminación original y el saneamiento del espacio y que se alargará durante todo este 2025.
Sucio y con piezas perdidas
Según se indica en la misma web de la iniciativa 'El mosaic del meu barri', el mural cerámico la Rotonda dels Transports "no está en muy buen estado", ya que, principalmente, "se encuentra muy sucio y faltan piezas". De hecho, se ha detectado que han desaparecido "67 piezas de cerámica: tres en el plafón 1, nueve en el plafón 2, cincuenta y tres en el plafón 5 y dos en el plafón 6", aparte del riesgo de que este proceso de degradación continúe. Aunque los años 1994 y 1996 se sustituyeron algunas piezas perdidas, y en 2001 se rellenó con mortero los espacios vacíos, la intervención actual prevé asegurar el futuro de esta obra tan singular.