El colectivo vecinal del Raval de Barcelona contrario a la prevista ampliación del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba), que ocupará más de 900 metros cuadrados de parte de la plaza dels Àngels, que actualmente es de uso público, ha realizado una encartelada de protesta para denunciar que este equipamiento cultural "nos roba la plaza dels Àngels" e informar al vecindario de que el jueves 14 de septiembre se celebrará, en la misma plaza en disputa, un debate abierto sobre la situación. En una entrada en la red X, el colectivo NO a l'ampliació del MACBA ha dado a conocer la encartelada denunciando que el proyecto de ampliación se hará "a costa de 908 m² de nuestro espacio público". Los carteles han llegado hasta la misma sede del distrito de Ciutat Vella.

El mencionado colectivo lleva denunciando la previsión de ocupación de espacio público desde que el Ayuntamiento de Barcelona resolvió, de manera salomónica, el conflicto entre la ampliación del Macba y la necesidad de encontrar un espacio para el nuevo CAP Raval nord, por el cual la antigua Capella de la Misericòrdia se destinaría al centro sanitario a cambio de que la ampliación del museo se hiciera en espacio de la actual plaza dels Àngels. Ante esta decisión, adoptada a finales de 2019, vecinos del Raval iniciaron acciones en contra de la privatización de la plaza dels Àngels, en un sector de la cual se construiría un nuevo edificio que acogería la ampliación del museo.

De hecho, el pasado mes de noviembre, la plataforma ya denunció que la ampliación del Macba comportará un perjuicio en un "barrio que está muy densificado y en el que faltan zonas de recreo para la ciudadanía". En más, a pesar de haber presentado ya un recurso contencioso-administrativo para frenar la tramitación del proyecto de ampliación, criticaron que tanto el Ayuntamiento como el Macba han preferido ignorarlos. Por eso, la plataforma presentó alegaciones al Plan especial integral y de mejora urbana para la ampliación del Macba, aprobado por el pleno del distrito de Ciutat Vella con los votos a favor de Barcelona en Comú, PSC y Junts y las abstenciones de ERC y Ciudadanos, al mismo tiempo que señaló que si no se aceptaban sus alegaciones, presentarían un "segundo contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento".