Las comunidades judías de Barcelona han organizado esta tarde en la plaza Sant Jaume el encendido de la Janucá, el candelabro de 8 brazos judío de la fiesta de las luces, que recuerda la victoria de los macabeos hacia el 165 a.C. ante los griegos seléucidas que estaban liderados por Antíoco IV Epifanos. Al acto ha asistido el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y la consellera de Justícia, Lourdes Ciuró.
El origen de la fiesta no se centra en la victoria militar sino en la purificación del segundo Templo de Jerusalén después de que fue recuperado del ultraje pagano. Durante el proceso de rededicación del Templo, la menorá (el candelabro) que lo iluminaba se mantuvo encendida durante ocho días, cuando en realidad sólo tenía aceite para uno. Según la tradición judía, eso fue un hecho milagroso, y de aquí salió siglos después la fiesta de las luces.
Según los historiadores, la helenización de Judea iniciada con Alejandro Magno y su imperio fue uno de los momentos en que el pueblo judío corrió más riesgo de desaparecer asimilado, a causa de la enorme fuerza que tenía en aquel momento la cultura griega. Y por eso fue tan trascendente para la historia de Occidente la revuelta de los macabeos, también conocidos como Hasmoneos. El nombre de Macabeo hace referencia a un martillo, y se dice que lo llevaban grabado en el escudo de guerra. Los macabeos son una estirpe mítica de la antigüedad, y encontraréis su nombre muy vivo todavía hoy en día, en una variedad de uva o en un famoso equipo de baloncesto de Tel Aviv.
Los macabeos devolvieron el judaísmo a Judea, y no sólo permitieron la no asimilación, sino que sin ellos tampoco se explicaría la aparición de las otras religiones monoteístas nacidas siglos después en Oriente Próximo. La revuelta de los macabeos, que duró del 167 al 140 a.C., se considera una de las primeras revueltas con táctica de guerrillas contra una potencia bélica. El 164aC reconquistaron Jerusalén y recobraron el Templo, pero las batallas no finalizaron hasta el 140aC.
Petición de disculpas y perdón
Aragonès ha aprovechado su intervención en el acto para pedir "disculpas y perdón" por las persecuciones que ha sufrido el pueblo judío en Catalunya al largo de la historia. "Hace muchos años de ello, pero nosotros somos herederos con los activos y los pasivos de nuestra historia", ha añadido.
La consellera Lourdes Ciuró ha recordado que esta conmemoración tiene 2.186 años. "Según la tradición judía, el 165 aC casi no quedaba aceita para las lámparas en el Templo de Jerusalén y milagrosamente duró 8 días. 2186 años después, cada anochecer durante 8 días se enciende una vela de la janucá. Hoy, acompañamos a las comunidades judías en el encendido de la 5.ª!", ha indicado.