Las obras de la Via Laietana de Barcelona han hecho aflorar nuevos restos arqueológicos. Si en febrero apareció un esqueleto de época tardoantigua en el cuadrante Besòs-montaña de la plaza Antoni Maura, donde había dos tumbas, ahora han aparecido nuevos restos de importancia en el otro lado de la plaza, en el sector Llobregat-mar. En concreto, se han encontrado dos esqueletos de época tardoantigua -siglos VI y VII- al lado de un complejo de siete tumbas romanas datadas entre los siglos IV y V. En total, sumando los dos encontradas en febrero, ya serían once las tumbas aparecidas a causa de las obras de reurbanización de la Via Laietana.

En esta ocasión, los trabajos arqueológicos han venido forzados por el acondicionamiento de la zona, que tendrá parterres y árboles y que exigía excavar previamente el subsuelo. Aunque desde un punto de vista histórico no es sorprendente la existencia de tumbas en esta zona, situada a escasos metros de la muralla romana, sí que es destacable que todavía se encuentren restos de este tipo en la Via Laietana, en una zona rodeada de aparcamientos subterráneos -en las avenidas de la Catedral y Francesc Cambó- y el paso del Metro, según ha explicado este martes Laia Macià, responsable de obras del Servicio de Arqueología de Barcelona.

 

Las tumbas no son lo único que se ha encontrado en esta parte de la plaza Maura, ya que también han aparecido restos de muros y silos en varios estratos correspondientes a la época moderna, medieval y romana. Según apunta el arqueólogo Joan Garriga, director de la excavación, se ha ido "excavando por capas", de manera que en el estrato superior se encontraron "pavimentos del siglo XIX" y en capas más inferiores, "los restos tardoantiguas y romanas", sin descartar que todavía se pueda profundizar un poco más. Además, Garriga ha señalado el buen estado de conservación de los esqueletos tardoantiguos, mientras que las tumbas romanas, donde no se descarta que pueda haber más restos humanos, se encuentran más alteradas por la construcción de muros más modernos.

La zona de prospecciones de la plaza de Antoni Maura, con los esqueletos en la parte superior izquierda / Foto: Miquel Muñoz
Los dos esqueletos se corresponden en la época tardoantigua, entre los siglos VI y VII / Foto: Miquel Muñoz
Los trabajos arqueológicos han permitido encontrar dos esqueletos en buen estado de conservación / Foto: Miquel Muñoz

Hay que tener en cuenta que la zona excavada ahora estuvo ocupada por edificios hasta la apertura de la Via Laietana a principios del siglo XX y la apertura de la avenida Catedral en los años cuarenta y cincuenta, también del siglo pasado, y que se encuentra justo al lado de una domus romana que conserva mosaicos originales y que, pendiente de tareas de refuerzo de la estructura, en un futuro próximo podría reabrirse al público. En todo caso y más allá de los esqueletos, los hallazgos permiten ver a partir de los estratos "cómo evoluciona la ciudad de lo más antiguo a lo más moderno". Además, Garriga resalta como hallazgo especial "dos fragmentos de mármol", encontrados en dos capas diferentes pero que encajan a la perfección y donde se puede leer las letras 'I' y 'N' aunque no se sabe si era parte de una lápida.

Centenares de tumbas desaparecidas

En todo caso, lo que queda claro es que la zona ahora ocupada por la Via Laietana y situada antiguamente extramuros de la ciudad romana pero a pocos metros de la muralla, era una zona de entierro habitual, y de hecho, cuando se abrieron los túneles con toda probabilidad "se habrían encontrado centenares de tumbas", que, desgraciadamente, no fueron documentadas con los estándares arqueológicos actuales.

En la zona de prospecciones también se han encontrado tumbas romanas y muros más modernos / Foto: Miquel Muñoz
Otro hallazgo de interés, dos fragmentos de mármol con las letras 'I' y 'N' / Foto: Miquel Muñoz
Peatones haciendo fotografías de los esqueletos desde la avenida de la Catedral / Foto: Miquel Muñoz

Con respecto al futuro de los restos, en principio será el mismo que los encontrados en febrero, es decir, habrá elementos, como los esqueletos, que serán retirados, para ser documentados, estudiados y almacenados en las instalaciones del ICUB en la Zona Franca, mientras que el resto serán documentados y sepultados otra vez, en una práctica arqueológica habitual cuando no hay un proyecto de museización, tal como ha pasado recientemente con los restos de la masía del siglo XVI encontrada en la calle Girona a la altura de la Diagonal en el marco de las obras de los Ejes Verdes del Eixample.

Finalmente, en cuanto a las obras, las prospecciones arqueológicas estaban previstas como en cualquier actuación que afecte al patrimonio histórico de la ciudad. Aunque no se puede dar por hecho que los hallazgos hayan retrasado la finalización de la reurbanización de la Via Laietana, lo cierto es que la previsión era finalizar el tramo entre las plazas Urquinaona y Antoni Maura en abril, y a las puertas del mes de junio todavía no están acabadas. Con respecto a la segunda fase de las obras, entre las plazas Antoni Maura y Correus, ya estaba claro que quedaban pendientes para el próximo mandato, y ahora habrá que saber si el futuro gobierno municipal será proclive a finalizarlo o a encontrar una solución que permita combinar media Via Laietana reconvertida al modelo supermanzana y media que no lo estará.

Las obras de la parte superior de la Via Laietana tenían que acabar en abril, pero a punto de empezar junio todavía no están terminadas / Foto: Miquel Muñoz