El Servei Català de Trànsit (SCT) pondrá en funcionamiento el próximo lunes, 16 de septiembre, dos nuevos radares de tramo en la C-16 en el Túnel de Vallvidrera, uno en cada sentido de la circulación, con el objetivo de reducir la velocidad excesiva, así como la siniestralidad vial. Según ha informado este viernes el SCT, estos sistemas de control de la velocidad responden a las directrices fijadas en el Plan de seguridad vial (PSV) 2024-2026 y son una herramienta eficaz para alcanzar los objetivos europeos de reducción de las víctimas. En concreto, se pondrán en marcha dos radares de tramo entre los puntos kilométricos 2,103 - 5,150 de la C-16 que controlarán la velocidad a lo largo de estos 3 km de longitud, en los dos sentidos.

El límite máximo de velocidad permitido en todo el tramo controlado es de 80 km/h. En los últimos cinco años, desde el 2019 hasta el 2023, en el tramo afectado se han registrado 25 accidentes con víctimas, de los cuales 3 han sido mortales con 3 personas muertas. Este año, ha habido 4 accidentes con víctimas en este tramo, si bien ninguno ha sido mortal. Con esta ampliación de la red vial catalana equipada con dispositivos de control de velocidad, ya son 208 los kilómetros controlados por este sistema de velocidad media. Con estos nuevos dispositivos, el conjunto de la red vial catalana ya tiene 43 radares de este tipo instalados.

Funcionamiento de los radares de tramo

Este sistema de control de la velocidad media funciona a través de un equipamiento de reconocimiento de matrículas situado al inicio y al final del tramo controlado, el cual mide el tiempo de recorrido y calcula la velocidad media para determinar si se ha superado el límite máximo de velocidad permitido. Estos cinemómetros tienen el objetivo de prolongar el efecto de la reducción de velocidad durante varios kilómetros para hacer un espacio viario seguro. Las principales ventajas de los controles de velocidad de tramo son:

  • Constituyen una herramienta eficaz para reducir la siniestralidad y mejorar la seguridad vial
  • Evitan frenazos repentinos
  • Cubren de forma efectiva un tramo entero de una vía
  • Se obtienen velocidades más igualadas y uniformes a lo largo de todo el tramo
  • Es un elemento disuasivo de gran efectividad sobre el comportamiento de los conductores
  • Este sistema complementa los sistemas de control convencionales, como los radares microondas, de láser y los piezoeléctricos

Asimismo, conviene destacar que el SCT también controla la velocidad excesiva a través de los radares fijos que registran una velocidad en una ubicación concreta y, en algunos puntos de la red vial catalana, los Mossos d'Esquadra también hacen tareas de vigilancia con radares móviles. Este tipo de infracciones también se detectan a través del helicóptero de Tráfico. Actualmente, y contando estos nuevos cinemómetros, en la red vial catalana hay 248 puestos de control, de los cuales 43 son radares de tramo. Los radares están distribuidos tanto en vías principales como secundarios, siguiendo criterios de priorización de los puntos o tramos donde es necesario reducir la siniestralidad, y han demostrado que resultan efectivos como elementos disuasivos para disminuir la accidentalidad.