Jordi Martí Galbis (Barcelona, 1961) ha tomado las riendas del grupo municipal de Junts per Catalunya - Trias per Barcelona en el Ayuntamiento de Barcelona a raíz de la renuncia de Xavier Trias. Como nuevo presidente del grupo asume también el rol de jefe de la oposición con un reto básico, el de proyectar su formación "como única alternativa de cambio en 2027", aunque, de forma prudente, prefiere no postularse, al menos todavía, como candidato dentro de tres años. Mano derecha de Xavier Trias y concejal desde 2011 -además de diputado en el Congreso entre 2000 y 2004-, confirma que, a pesar de la ausencia del exalcalde, "lucharemos y trabajaremos de manera comprometida para que su manera de hacer política se mantenga".

A Martí Galbis le ha tocado dirigir el grupo de Junts en Barcelona en un momento de cambios, con el PSC-PSOE al poder en el ayuntamiento, la Generalitat y la Moncloa, una circunstancia que todavía lo espolea más a afrontar una etapa de oposición donde uno de los caballos de batalla será afrontar los graves problemas de seguridad que vive Barcelona y que para él demuestran "el fracaso de los gobiernos Colau-Collboni", con resbalones como la del alcalde pidiendo la prohibición del uso de armas blancas en un contexto de apuñalamientos continuados, ante lo qual Martí Galbis reclama recuperar políticas de prevención de la delincuencia, el fin de la impunidad de los multirreincidentes y, especialmente, el retorno de la autoridad: "Socialistas y comunes han permitido que los agentes de policía hayan perdido autoridad en Barcelona".

Señor Martí Galbis, como nuevo presidente del grupo municipal de Junts per Catalunya - Trias per Barcelona en el Ayuntamiento de Barcelona, ¿cuál es su objetivo principal en este nuevo curso político?
Afronto esta nueva responsabilidad con mucha ilusión y mucha fe en el equipo. Lo primero que tengo que decir es que es un proyecto colectivo del equipo de Junts per Catalunya - Trias per Barcelona en el Ayuntamiento de Barcelona y es un honor ser presidente de este equipo extraordinario. El objetivo, en primer lugar, es reanudar el trabajo que hemos hecho este año y pico de mandato, porque evidentemente no partimos de cero, partimos de un trabajo hecho estos últimos meses de la mano de Xavier Trias y su liderazgo, y lo que hacemos es continuar este trabajo, pero adaptándonos a esta nueva circunstancia de un equipo sin Trias, que ha sido alcalde, ganador de las elecciones y presidente del grupo. Tenemos que redoblar el trabajo que hemos hecho hasta ahora con un objetivo muy claro, que es ser la alternativa al alcalde Jaume Collboni y al PSC y trabajar para servir a la ciudadanía, para servir a la gente en el día a día y proyectarnos como única alternativa real de cambio en las elecciones de mayo de 2027.

Foto: Carlos Baglietto

Ya que el horizonte final son las elecciones municipales del 2027, ¿usted se postulará como candidato?
En estos momentos esto no se plantea, ni en mi caso ni en el caso del resto compañeros y compañeras del grupo. Ahora estamos centrados exclusivamente en hacer nuestro trabajo de concejales y concejalas, de hacer a un equipo cohesionado, porque somos un equipo potente de gente muy buena, y eso se tiene que demostrar y lo hacemos cada día. No hay ningún planteamiento de futuro más. Ya hemos dicho que cuando el partido decida cuál es el momento de dar el pistoletazo de salida de esta carrera, entonces estaremos todos a disposición del partido para hacer lo que toque en cada momento, pero en estos momentos eso no está planteado.

Se proclaman herederos de Xavier Trias. ¿Qué destacaría de su legado tanto como alcalde como en la oposición?
Para nosotros Trias lo ha sido todo y lo es todo. No solo ha sido un excelente alcalde que marcó una pauta de cambio importante respecto a los últimos años de un socialismo en declive. Recuperó una ciudad que ha tenido mucha autoestima, que ha tenido grandes proyectos de transformación, pensando en la gente y las personas. Recordemos que Trias es médico pediatra, por lo tanto, especializado en atender a la gente, y este es un legado que nosotros lo cogemos como propio. El objetivo, sobre todo en la política de proximidad, es que la gente viva mejor en el día a día. Xavier Trias no estará, pero lucharemos y trabajaremos de manera comprometida para que su manera de hacer política se mantenga. Es un legado no solo de ideología política, sino de la manera de hacer política.

Somos, hemos sido y seguiremos siendo 'los de Trias'"

¿Este legado Trias se mantiene también en el nombre de la formación?
Sí. Iremos evolucionando con el tiempo, pero el nombre oficial desde el primer día del mandato es Junts per Catalunya - Trias per Barcelona. Mantenemos este nombre porque nos define como grupo. Porque somos, hemos sido y seguiremos siendo 'los de Trias', coloquialmente hablando, pero tendremos que adaptar la marca, la simbología y el grafismo en próximas etapas y campañas y evolucionaremos también con este nombre pero la base la mantendremos que es Junts per Catalunya - Trias per Barcelona.

 

Una vez usted asume la presidencia del grupo, asume también el rol de jefe de la oposición. ¿En qué notará el alcalde Collboni que ahora el jefe de la oposición es usted?
El rol de jefe de la oposición es muy importante, pero lo que pretendo como presidente es que la gente perciba Junts per Catalunya - Trias per Barcelona como la oposición útil y la única con posibilidades reales de ser gobierno en 2027, porque oposiciones teóricamente hay más en el Ayuntamiento de Barcelona, pero son oposiciones muy minorizadas, muy extremistas, poco arraigadas a la realidad de la ciudad y con casi nulas perspectivas de gobernar. Nosotros queremos hacer oposición cada día. Al señor Collboni y al PSC les interesa que haya una buena oposición en el Ayuntamiento porque es la manera de que se espabilen. Cuando te sientes presionado, tienes que hacer las cosas mejor de la que las haces. Queremos ser la principal oposición con el reto de ser gobierno en mayo del 27.

Empezamos el curso con Salvador Illa en el otro lado de la plaza Sant Jaume. ¿Eso será perjudicial para Barcelona?
No tenemos ninguna duda. Tenemos un Govern de Illa en minoría, un gobierno de Collboni en minoría y un gobierno de Pedro Sánchez en minoría, y lo que pasa cuando tienes todo el poder en manos de un partido, entre ellos se ayudan, no piensan en el bien común sino en el bien del partido, no piensan en ser ambiciosos y exigir, reclamar y pactar cosas de futuro que transformen la realidad, sino que piensan en ponerse de acuerdo para repartirse las prebendas y, por lo tanto, creemos que es una mala noticia. Pero no una mala noticia para el Parlament, para el PSC o para Junts, es una mala noticia para el país y también para Barcelona. Está por ver, pero seguramente Collboni será incapaz de luchar, exigir y reivindicar para la ciudad aquello que nos merecemos y que se nos debe desde hace décadas.

 

Con estos cambios que se han producido las últimas semanas, ¿hay alguna posibilidad de que Junts per Catalunya - Trias per Barcelona reanude las negociaciones para entrar en el gobierno municipal?
No, eso ya lo puedo garantizar y ya se puede constatar que es imposible que pase. Nosotros hicimos nuestro trabajo en su momento, estamos en otra situación, en otro momento histórico en que nosotros asumimos desde hace un cierto tiempo que somos oposición y que queremos ser una oposición constructiva y útil, pero no útil al gobierno, útil a la ciudadanía. Por lo tanto, descartamos absolutamente formar parte de este gobierno. Eso no es obstáculo para que estemos dispuestos a hablar con el gobierno municipal de turno, sea este o con los futuros socios, de cosas que llevamos en nuestro programa electoral y que consideramos que son importantes para la ciudad para hacerla avanzar, para que la gente viva mejor, para que tengamos más recursos, para que se haga aquello que se ha prometido y no se ha hecho. Hay muchos campos por recorrer con las negociaciones posibles con el gobierno de turno, pero descartamos absolutamente entrar en un gobierno, que ya han dicho que lo que quieren es que sea un tripartito. Illa quiere a un tripartito, Collboni quiere a un tripartito y nosotros estamos en las antípodas de los tripartitos.

¿La posible marcha de Ada Colau facilitará y allanará el camino a la formación de este tripartito?
No lo sabemos, de momento está por ver que Colau se vaya. Ella es libre de hacer lo que decida en su futuro, pero para nosotros es el pasado. Incluso hay quien especula que se va para volver y nosotros creemos que sería una muy mala noticia para la ciudad que se planteara su vuelta, es un pasado que queremos olvidar. Pero es evidente que sin su persona en el Ayuntamiento es muy posible que se favorezca una aproximación y pactos, empezando por los presupuestos, entre comunes y socialistas y con Esquerra Republicana. De hecho, lo que quieren todos es la formalización de los tripartitos, que no deja de ser su fórmula para subsistir políticamente en estos tiempos.

 

Con una ciudad donde la inseguridad es la principal preocupación de la ciudadanía, Collboni pidió ilegalizar una cosa que ya es ilegal, el uso de armas blancas. ¿Cómo puede ser que el alcalde hable desde este desconocimiento?
Es la demostración fehaciente de la incompetencia. Si en Barcelona tenemos un problema de inseguridad grave es el resultado del fracaso de las políticas que han llevado a cabo los gobiernos Colau-Collboni y Collboni-Colau. Esto es así, es una constatación que ellos mismos reconocen cuando con la consellera Parlon admiten que hay un grave problema y que hay que reaccionar. Qué manera más evidente de reconocer el fracaso, ¿verdad? Y cuando Collboni dice que tenemos que abrir un debate sobre la legalidad o la ilegalidad o las reformas que se tienen que hacer en el ámbito del uso de la posesión o tenencia de armas blancas es muy grave, un alcalde no puede tener estos resbalones, es indicativo de su desconocimiento de la realidad. La inseguridad es un problema muy grave y muy complejo, que requiere mucha voluntad política, muchos recursos, muchos medios y mucha priorización política, que es lo que no ha habido estos últimos nueve años en Barcelona. Y por lo tanto tenemos lo que tenemos porque los gobiernos Colau-Collboni lo han favorecido.

Una de las medidas concretas de colaboración entre cuerpos es la que hicieron el alcalde Trias y el teniente de alcaldía Joaquim Forn entre 2011 y 2015: constituir patrullas mixtas de guardias urbanos y mossos d'esquadra en el transporte público metropolitano, especialmente en el metro"

¿Cuál sería su plan de choque para combatir la inseguridad?
Hemos presentado varias iniciativas en este mandato municipal, tanto en la Comisión de Presidencia y Seguridad como en el plenario del Ayuntamiento. Precisamente, en el plenario de diciembre del 23 presentamos una proposición que fue pactada también con el gobierno, con un decálogo de medidas para impulsar durante los tres años de mandato y que fue aprobada. Collboni y Albert Batlle como responsable de prevención y seguridad asumieron nuestra hoja de ruta: más recursos humanos, por lo tanto, más guardias urbanos, más mossos d'esquadra y mejor coordinación. Ahora han descubierto que la coordinación es muy importante, y hace ocho años que se lo decimos. Una de las medidas concretas de colaboración entre cuerpos es la que hicieron el alcalde Trias y el teniente de alcaldía Joaquim Forn entre 2011 y 2015: constituir patrullas mixtas de guardias urbanos y mossos d'esquadra en el transporte público metropolitano, especialmente en el metro, para luchar contra esta lacra que tenemos de carteristas, multirreincidentes y multidetenidos. Esta es una medida pero es que hay muchísimas. Veremos si Collboni es capaz de hacer aquello que pedimos ya hace un año que es que se incorporen palas detectoras de armas blancas en todas las patrullas o en todos los turnos de la Guàrdia Urbana, como también hacen los Mossos con el plan Daga. Veremos si realmente hay nuevas promociones de Guàrdia Urbana de aquí a final del mandato municipal. Veremos si realmente hay las modificaciones legales que ya hemos propuesto que se hagan en las Cortes, porque se tienen que hacer modificaciones del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal con el fin de luchar de una vez contra la multirreincidencia.

Foto: Carlos Baglietto

¿Confía en que de la reunión del día 18 de Collboni con la consellera Parlon se aprueben medidas de este tipo?
No tengo mucha confianza. Ya nos gustaría. Nosotros no somos de los de cuanto peor, mejor, y menos con un tema tan sensible como es la seguridad, que es la primera problemática para los ciudadanos de Barcelona desde hace 9 años. De manera crónica cada 6 meses el Barómetro Municipal de Barcelona determina que la primera preocupación de los barceloneses es la inseguridad. Yo creo que en la reunión habrá buena voluntad para enderezar la situación e implementar nuevas medidas y estrategias, pero aquellos que han sido incapaces durante años de encontrar soluciones efectivas, dudo de que ahora sean capaces de hacerlo. En cualquier caso, nosotros en esto ayudaremos, como ya hemos ido ayudando desde hace 14 meses. No solo criticando, sino especialmente aportando propuestas de mejora, soluciones y nuevas estrategias. Pero habremos perdido como mínimo un año.

Dani Sirera, del Partido Popular, ha propuesto como solución patrullas de la policía española por las calles de Barcelona. ¿Ustedes contemplan esta posibilidad?
Creo que es una propuesta para tener un titular y lo ha conseguido. Pero es imposible porque hay una policía integral en Catalunya, que son los Mossos d'Esquadra, y una ley de policía y una normativa que establece cuál es la función de cada cuerpo policial. Y, por lo tanto, lo que pide Sirera lo tiene encargado el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, que es la policía integral de Catalunya. Después se pueden hacer convenios, acuerdos de colaboración, dispositivos conjuntos. Ya se hace, todos los cuerpos policiales se coordinan, hacen dispositivos conjuntos, el plano Tremall en Barcelona, el plan Daga, hay muchos planes, operativos y dispositivos en los que todos los cuerpos policiales tienen que colaborar a la fuerza, pero lo que no puede ser es que haya una sustitución de un cuerpo por otro cuando la ley dice muy claramente que los Mossos d'Esquadra son la policía integral de Catalunya.

Este verano estamos en lo que usted mismo ha denominado una "crisis de apuñalamientos". Cada día aparecen vídeos, hemos visto uno ahora en el Raval, de cómo le hacen un tirón y tiran a una señora mayor al suelo para robarle. ¿Cómo reacciona cuando ve todas estas situaciones?
Es que esto nos puede pasar a todos, no es que lo analicemos o lo veamos desde una atalaya.

Usted mismo ha sido víctima, le intentaron robar el móvil en el Raval.
Sí, por desgracia todo el mundo acaba siendo un día u otra víctima de un hurto o de un hecho delictivo. Lo que no podemos hacer es conformarnos con eso. Yo tengo que reaccionar como ciudadano, no exclusivamente como concejal o como político que llevo las cuestiones de prevención y seguridad de un grupo del Ayuntamiento. Como todos somos potencialmente víctimas de estos hechos, nos preocupa mucho, porque si no hemos sido víctimas, conocemos a alguien de nuestro entorno que ha sido víctima de un hurto o de otros tipos delictivos. ¿Cómo reaccionamos? Primero, con mucha furia y con mucho enfado, porque hace años que estamos reclamando soluciones a quien tiene que ponerlas, que son los gobiernos en función de sus competencias. La segunda cosa que hacemos es denunciarlo. Primero nos enfadamos, después lo denunciamos en la medida de nuestras posibilidades, y después proponemos soluciones que es lo que vamos haciendo desde hace 14 o 15 meses. Y nuestro grupo de Junts per Catalunya, y también en el Parlament de Catalunya, tendremos este objetivo como prioritario, y también ya hace meses que estamos haciendo propuestas e iniciativas en el Congreso de los Diputados, a través del grupo parlamentario de Junts per Catalunya. Lo estamos haciendo en todas partes, lo hacemos en Madrid, lo haremos a Catalunya en este nuevo mandato parlamentario y lo hacemos en el Ayuntamiento de Barcelona. No nos conformamos con protestar y enfadarnos, también hacemos propuestas muy concretas y veremos si Collboni e Illa tienen voluntad real de llegar a acuerdos y de implementar medidas. 

 

¿Acabar con la impunidad de los multirreincidentes sería la solución básica para resolver el problema?
Primero se tiene que prevenir. Con las políticas públicas de seguridad el primer paso es prevenir. Si haces buenas políticas de prevención, te ahorras muchos problemas posteriormente. Hay muchas maneras, instrumentos, técnicas, tecnologías y estrategias de prevención. Y pasa desde tener más policía en la calle, no con coches y con vehículos... tener más agentes en la calle en aquellos lugares que sabemos que pasan las cosas, porque en unos sitios pasan más cosas que en otros. Y después puedes utilizar mucha tecnología y mucha inteligencia. Ahora se utilizan drones para todo. Pues es un elemento tecnológico que suma las estrategias y los recursos para ser más efectivo. Una vez has hecho mucha mejor prevención, entonces tienes que actuar y tienes que tener autoridad. Los cuerpos policiales tienen que tener autoridad, cosa que se ha perdido los últimos años. Pero no se ha perdido porque sí, se ha perdido porque los gobiernos socialistas y de los comunes en Barcelona han permitido que los agentes policiales hayan perdido autoridad. Y eso lo reconocen los agentes de la Guàrdia Urbana, porque nuestro trabajo no es solo hablar con los concejales, las entidades de la ciudad y los vecinos, también hablamos con los agentes de la Guàrdia Urbana y de los Mossos que operan en Barcelona. Y cuando hablas con ellos, demasiado a menudo te estremeces.

La crisis de vivienda es otra demostración del fracaso político de los que han gobernado"

La inseguridad es el primer problema de la ciudadanía, pero no el único. La vivienda es otra y aquí el gobierno municipal ha emprendido acciones como aplicar la regulación del precio del alquiler o prometer eliminar los pisos turísticos. ¿Las considera unas medidas adecuadas para resolver la crisis de vivienda?
La crisis de vivienda es otra demostración del fracaso político de los que han gobernado. En Barcelona llevamos nueve años de gobiernos de los comunes y de los socialistas y estamos ahora peor que cuando Trias dejó de ser alcalde en 2015. Nosotros empezamos a tomar medidas muy importantes para revertir esta situación, como dejar de vender suelo público. Trias fue el primer alcalde democrático que prohibió la venta de suelo público. Los socialistas se dieron un hartón durante 30 años de hacerlo. Hay cosas con las cuales podemos coincidir porque las cosas bien hechas se tienen que aceptar. Y cuándo haces un plan de inspección para perseguir los pisos turísticos ilegales, pues bien hecho. Es una de las pocas cosas que podemos decir que se hizo en su momento con Colau, que creímos que se tenía que luchar contra los pisos ilegales. Pero una vez luchas contra los ilegales, ¿como regulas el mercado? Y aquí hay muchas maneras de hacerlo. Nosotros hemos dicho siempre que, para hablar de políticas de vivienda, hace falta un gran pacto político muy transversal porque no podemos ir cambiando políticas de vivienda cada cuatro años. Un gran pacto político con las principales fuerzas, pero no con un Plan de Inversiones Municipales de cuatro años, sino a 20-30 años vista. No se puede hablar de políticas públicas de vivienda y gastárte el cero coma equis del presupuesto. Tienes que destinar mucho dinero. Y pactar con el sector privado, con los promotores y constructores, que son los que conocen el negocio, y agilizar los trámites burocráticos, cofinanciar programas conjuntos entre el sector privado y el público y exigir al sector privado un plan de inversiones que nos permita que también se puedan ganar la vida. Y revertir medidas normativas como la famosa reserva del 30% de Vivienda Pública Oficial, que se aprobó y que ha sido un fracaso, un desastre y ha paralizado el mercado inmobiliario en Barcelona.

Foto: Carlos Baglietto

¿Cuál es su propuesta con respecto al 30%? ¿Modularlo? ¿Eliminarlo?
Estamos de acuerdo que tiene que haber un compromiso de todos los operadores, tanto públicos como privados, para que haya una aceleración en el crecimiento de la oferta, porque tenemos mucha demanda y poca oferta. Y los precios de compraventa han subido un 9% el último año y eso es insostenible. Por lo tanto, ¿qué se tiene que hacer? Evidentemente, flexibilizar las normas, flexibilizarlas para permitir que aquellos que tienen que hacer los pisos, las casas, las viviendas, los locales, las naves... puedan hacerlo en condiciones normales. Y esto se ha demostrado que era imposible. Nos consta, porque hemos hablado con el sector y también con el gobierno municipal, que hay una voluntad clara de flexibilizar, manteniendo la voluntad que haya un 30% de las nuevas promociones y de las grandes rehabilitaciones que puedan tener una finalidad social, pero que eso no sea un impedimento de facto en el crecimiento de la oferta que necesitamos.

Con respecto al turismo, ¿Barcelona tiene un problema de saturación turística? ¿Y si es así, aumentar la fiscalidad turística es la manera de solucionarlo?
Estamos donde estamos porque los gobiernos de Colau y Collboni han fracasado. Durante nueve años se nos prometió que con Colau y Collboni dejaría de haber sin techo, dejaría de haber desahucios y se acabaría con la masificación turística. Esas eran sus tres banderas principales y ahora estamos peor. Hay más masificación turística ahora, con más problemas de orden social y vecinal que unos años atrás. Por lo tanto, se ha demostrado que las fórmulas que utilizan a esta gente son inútiles. No podemos continuar de esta manera. Barcelona es un destino turístico y lo tiene que seguir siendo. Necesitamos el turismo, un turismo que cree menos problemas, que aporte más valor en la ciudad y como hemos dicho desde Junts per Catalunya - Trias per Barcelona, el turismo se tiene que gestionar bien. Con respecto a la fiscalidad, la gente que viene a Barcelona vía crucero es un porcentaje pequeño con respecto al global de los turistas que nos visitan cada año, por lo tanto, tampoco se tiene que magnificar desde el punto de vista cuantitativo. Ahora, es verdad que lo que tenemos que priorizar son aquellos cruceristas que llegan como puerto base. Queremos que Barcelona sea puerto base, no puerto de escalas en que descarguen a miles de personas diez horas y se vayan. Nos traen muchos problemas y no generan riqueza. Y después viene la fiscalidad. Hablemos de ello. Estamos abiertos a negociar fiscalidades e incrementarlas en algunos casos. Se está haciendo en todo el mundo. Pero la fiscalidad aplicada a los cruceros vendrá de una ley del Parlament de Catalunya, y Illa tendrá que negociar una ley que se lo permita. Por lo tanto, tiene trabajo.

Estamos de acuerdo con los mundiales de natación, los mundiales de fútbol, los Juegos Olímpicos y la Copa del América de Vela"

¿La celebración de un gran acontecimiento como la Copa América de Vela en Barcelona, es un acierto o es un error?
Para nosotros es un acierto. Que haya grandes acontecimientos en la ciudad estaremos siempre a favor, y lo hemos estado siempre tanto si estamos en el gobierno como si estamos a la oposición. Aquí, oportunismos los mínimos. Estamos de acuerdo con los mundiales de natación, los mundiales de fútbol, los Juegos Olímpicos y la Copa del América de Vela. Son grandes acontecimientos que nos aportan muchas cosas. Pero no basta con el nombre, después se tiene que gestionar bien, tienes que hacer que eso sea un éxito desde todos los puntos de vista, no solo deportivos y mediáticos, sino también ciudadanos y económicos. Queremos que la ciudad se beneficie. Lo veremos cuando acabe, en octubre. Veremos cuál es la aportación económica que se calcula que habrá tenido para Barcelona. Hay unas previsiones de 1.200 millones, pero todo eso ya lo veremos. Y también es verdad que hay una cosa muy importante, que es la reputación. Este acontecimiento está básicamente hecho para las televisiones, no para ver desde las playas. Si hay mil millones de personas de este planeta que lo acaban viendo y que reciben muchos input sobre la calidad, la importancia y los activos de Barcelona, todo eso también tiene un valor, es poner Barcelona en el centro del mundo. Por lo tanto, con eso estamos de acuerdo. Ahora, es evidente que se tienen que minimizar los efectos colaterales, se tiene que hacer de una manera que la ciudadanía participe, se tiene que hacer de una manera que deje un legado también para Barcelona.

 

Para acabar y religado con el legado del señor Trias que mencionaba al principio: Xavier Trias era un firme opositor a la prolongación del tranvía por la Diagonal. ¿En esta nueva etapa, mantendrán esta oposición?
Nosotros hemos trabajado argumentarios, análisis y estudios durante estos últimos años que nos han llevado a una posición muy clara de estar en contra de esta conexión del tranvía por la Diagonal. Ahora, también es verdad que la conexión del tranvía por la Diagonal avanza pese a aquellas campañas y toda aquella iniciativa política que invertimos para hacer ver con argumentos y datos que era una mala solución, porque había una mejor. La propuesta que mantenemos vigente es que es mucho mejor hacer la conexión con autobuses eléctricos de gran capacidad y además operados por un operador metropolitano que es TMB en lugar de hacerlo con un tranvía obsoleto, un tranvía que vale, como mínimo en esta última fase, 200 millones de euros, que estropeará la Diagonal, que es una arteria noble de la ciudad, que si se estropea inutiliza la línea, que colapsa la ciudad con todas las calles que la atraviesan, que es un gran depredador del espacio público. Nosotros eso lo hemos trabajado, lo hemos estudiado y nos hemos opuesto. Ahora es verdad que esto ya tira y lamentamos que estos centenares de millones de euros que se han invertido se habrían podido ahorrar.

Entrevista completa: