A Xavier Trias i Vidal de Llobatera (Barcelona, 1946), le quedan pocos días como presidente del grupo municipal de Trias per Barcelona en el Ayuntamiento de Barcelona. Formalmente, se despedirá en el pleno municipal del próximo viernes, 26 de julio, aunque apunta que todavía se quedará "cuatro días más". En todo caso, para el ganador de las elecciones municipales de 2023 ha llegado el momento de dar un paso al lado después de una dilatada carrera política que ha tenido como colofón un año largo como jefe de la oposición, que empezó con una investidura fallida y uno "que us bombin a tots" del cual está "encantado", recordando que "es una expresión popular que quiere decir 'hasta aquí hemos llegado'".

Alcalde de Barcelona entre 2011 y 2015, concejal de 2003 a 2019 y desde junio de 2023 hasta la actualidad, además de conseller de Sanidad entre 1988 y 1996 y de Presidencia entre 1996 y 2000, en los gobiernos de Jordi Pujol, Trias está a punto de poner punto final de una larga trayectoria política en la que también ha sido diputado en el Parlament (1992-2000) y en el Congreso (2000-2004). Trias se marcha sin que se haya resuelto la gobernabilidad en Barcelona, ni habiendo recibido a Puigdemont en su vuelta del exilio, dos hechos que habría querido dejar cerrados antes de su salida del Ayuntamiento, pero se prepara para una vida activa haciendo tareas en fundaciones de salud mental. Desengañado con Collboni y molesto con un PP "que tenía una obligación moral hacia mí", reconoce que ha mejorado el trato con Colau, y aunque mantiene su negativa a prolongar el tranvía hasta Francesc Macià, no descarta utilizar el nuevo tramo en otoño: "Si funciona, lo cogeré".

Señor Trias, su salida del Ayuntamiento de Barcelona es inminente. Usted ya dijo que tenía intención de irse de vacaciones en agosto habiendo dejado el acta de regidor, por lo tanto, entendemos que la dejará el próximo viernes, en el pleno municipal de julio.
El día 26 será el último pleno al que asistiré y es verdad que me quedaré cuatro días más, pero es el último pleno.

¿Tiene pensado ya qué discurso pronunciará?
No. Intentaré pronunciar un discurso con el corazón. Pero no lo tengo pensado ni creo que sea un día para pensar demasiado el discurso. Yo ya he hecho mi trayectoria, tengo una edad que me toca dar paso a los que están a mi lado y que sean capaces de coger el protagonismo ellos y que no continúe yo teniéndolo y, por lo tanto, es una cosa bastante cantada. La única cosa que hubiera evitado que yo me retirara ahora era que yo hubiera ganado las elecciones, que las gané, pero no he gobernado. Cuando tú ganas y no gobiernas, no tiene mucho sentido quedarte en la silla si no te piensas volver a presentar.


Anunció que se marcharía hace exactamente un año y al final se ha ido alargando por la cuestión de ver cómo se resolvía la gobernabilidad, y eso continúa sobre la mesa.
Pero hay una cosa muy clara, y es que el señor Collboni tiene un total desinterés en que nosotros entráramos a gobernar con él o que tuviéramos una colaboración estrecha. Collboni explica siempre que quiere hacer a un gobierno progresista. No sé qué quiere decir cuándo dice un gobierno progresista, porque él ha estado con Colau y si eso es un gobierno progresista, fue un desastre. Collboni se dedica a engañar a todo el mundo y a explicar que hará a un gobierno progresista y hace políticas populistas y de derechas: Louis Vuitton, los coches en el paseo de Gràcia, propaganda total. Es un populismo de derechas. Collboni hace populismo de derechas y yo espero que mi grupo sea capaz de desenmascarar la manera de actuar de Collboni y el tiempo lo pondrá en su sitio.

Collboni hace populismo de derechas y yo espero que mi grupo sea capaz de desenmascarar la manera de actuar de Collboni y el tiempo lo pondrá en su sitio"

¿No hay ninguna posibilidad de que su grupo explore ninguna vía para entrar en el gobierno municipal?
No, no nos quieren y yo ya las he explorado todas. Y lo he hecho sabiendo que habría tenido trabajo para convencer a mi partido de lo que quería hacer. Es verdad que cuando me presenté dije que me tenían que dejar que tomara las decisiones de los acuerdos postelectorales. Cuando te dicen que no te quieren de ninguna de las maneras ni habiéndose quedado el Ayuntamiento en una situación digamos un poco ridícula y es tener que hacer un acuerdo con los comunes y con el PP y conseguir ser alcalde, y después no quieres gobernar con ninguno de estos dos, sino que ahora intenta ver si puede gobernar con Esquerra Republicana sabiendo que estará en minoría... Collboni tiene un confort importante, y es que nosotros no podemos hacerle una moción de censura, porque no sumamos. Pero es un confort que no te da la fuerza suficiente para hacer que la ciudad vaya donde tú quieres. Y él dice, "me tenéis que ayudar", es un poco ridículo, porque no acabo de entender la idea que tiene en la cabeza de qué quiere hacer. ¿Qué quiere hacer en la ciudad de Barcelona? Porque nos podríamos poner de acuerdo con qué se tiene que hacer en Barcelona, no es verdad que no nos pudiéramos poner de acuerdo en eso. Pero yo creo que hay unas reticencias especiales: "Escúchame, es que, Trias, tú a mí me das miedo porque tú eres un hombre del Puigdemont". ¿Y qué quieres decir con eso? Claro que soy de Puigdemont. Pero a él, en cambio, le gustaría hacer un acuerdo con Esquerra Republicana. 


Ahora que habla de Puigdemont, usted se marchará sin haber esperado a que volviera el president Puigdemont.
Sí, me sabe muy mal. Es la única cosa que me sabe mal. Pero es verdad que esto no se podía alargar más, porque yo soy un tapón. Hago perder visibilidad a la gente que dentro de tres años se tendrá que presentar a las elecciones. Pero es verdad, a mí me sabe mal no haber recibido al president Puigdemont, no como concejal, que también, sino que me hubiera gustado recibirlo como alcalde de Barcelona, con todos los merecimientos que tiene el president Puigdemont.

Me sabe mal no haber recibido al president Puigdemont, no como concejal, que también, sino que me hubiera gustado recibirlo como alcalde de Barcelona, con todos los merecimientos"

¿Nos vamos un poco de tema, pero como cree que se resolverá la investidura? ¿Habrá repetición de elecciones?
Pues no lo sé, no tengo ni idea. Durante mucho tiempo creía que lo más lógico era que se repitieran las elecciones. Pero como en la vida y en la política se han perdido un poco las líneas básicas y puede pasar cualquier cosa, no puedo asegurar qué pasará, pero encuentro que gente que creo que tiene una línea muy clara, al cabo de dos días dice que quiere hacer un acuerdo con los socialistas. Son cosas que a mí me sorprenden. Gente que yo los tenía por muy nacionalistas pasan un poco de todo.

Foto: Montse Giralt

Volvamos a su grupo municipal: ¿cómo se llamará, quién lo liderará y quién será el candidato en 2027?
No sé cómo se llamará el grupo municipal, lo decidirán los que se quedan. Lo más lógico es que sea Junts per Catalunya, aunque es más amplio, porque incorporamos a gente de otros partidos y estamos muy contentos, pero es una discusión interna que tendrán que tomar el día que yo me vaya. Lo que no se puede llamar es Trias per Barcelona, eso es evidente. En el grupo habrá dos personas, Jordi Martí, que quedará de presidente del grupo, y Neus Munté, que quedará como portavoz. Son las personas que tienen que hacer que este grupo continúe sólido y fuerte y con las ideas claras. ¿Y quien será el futuro candidato? Eso sí que es un misterio porque lo decide el partido, la militancia, se tiene que votar, se tienen que tomar decisiones. Puede salir de las personas que están en el grupo o puede ser que alguien de fuera del grupo se quiera presentar porque siempre hay gente interesada, eso lo veremos. No hay prisa, no hay urgencia, pero no te puedes esperar. Tienes un año para decidir quién se presenta, yo creo que tienes un año. Si se alarga, se equivocan. Y mi consejo es que quién se presente tenga la confianza del partido no solo para unas elecciones puntuales. Tenemos que tomar una decisión de quien lidera y dejar muy claro que le apoyaremos durante dos o tres elecciones, porque es la manera de ganar y consolidar un lugar. Tenemos que buscar un liderazgo, creer en este liderazgo, que el partido esté absolutamente entregado a este liderazgo, que no haya dudas. Lo primero que tiene que pasar es que la persona que se presente tenga el apoyo total de la dirección del partido, y eso quiere decir tener el apoyo del president Puigdemont. La próxima semana iré a ver Puigdemont para decirle que me voy y que ya deja de ser mi responsabilidad.


¿Un año después de aquella investidura fallida como a alcalde y aquel que "us bombin a tots", se arrepiente?
No. Estoy encantado. Es lo que sentía. No estoy de acuerdo con los comentarios que aquello fue una reacción despectiva de un señor enfadado, no. Es una expresión popular que quiere decir 'hasta aquí hemos llegado'. Yo aquel día me sentí muy traicionado y me sentí en una situación muy incómoda porque yo creo que había gente que tenía obligaciones hacia mi persona de una manera importante. El señor Collboni había jurado y perjurado que si no ganaba daría un paso al lado y no se produjo eso. Y se dio una situación muy especial, que no olvidaré nunca, y es como se portó el PP. El PP tenía una obligación moral hacia mí. Porque el PP y su ministro, el señor Jorge Fernández Díaz, fueron los que levantaron una calumnia diciendo que yo tenía doce millones y que influyeron para que yo perdiera unas elecciones. Tenían una obligación moral y lo que hicieron fue una segunda inmoralidad con mi persona.

Foto: Montse Giralt

Además, el Partido Popular sacó el comodín del independentismo cuando era un factor que no salió en la campaña electoral.
Aparte de eso, yo no escondo lo que soy, pero les parece bien que Trias no sea alcalde y les parece bien que sea alcalde Collboni con el apoyo de Esquerra Republicana. No sé muy bien a qué viene eso. Yo creo que es la utilización de la expresión del independentismo y el peligro del independentismo para poder pasearse por toda España haciendo una campaña electoral diciendo que ellos han parado los pies los independentistas. Eso es muy grave porque lo que se necesita en España es encontrar formas de entendimiento y no se hacen de esta manera. Y las formas de acuerdo el PP tiene que tener claro que las tiene que hacer con los independentistas.

¿Discurso nacional aparte, se podrían haber puesto de acuerdo con el señor Sirera en muchas cosas?
Yo creo que sí, pero cada día estoy más preocupado con estas cosas porque yo creo que se utilizan unos populismos y unas formas de entender las cosas que son extrañas. Para el señor Sirera que yo sea la derecha y el señor Collboni sea la izquierda a mí me deja alucinado porque ya me gustaría saber qué ha hecho al señor Collboni para otorgarse el papel de la izquierda. Yo sé lo que he hecho en la vida, y es crear el Servei Català de la Salut. ¿Eso es de derechas o de izquierdas? ¿Y en colaboración con quien lo he hecho? Lo hice en colaboración con Iniciativa. Hay esquemas que me dejan sorprendido. Yo me he sentido siempre un socialdemócrata que, además, cree que la iniciativa privada es muy importante.

Yo me he sentido siempre un socialdemócrata que, además, cree que la iniciativa privada es muy importante"

El Servei Català de la Salut es uno de sus legados políticos, pero ¿cuál es el legado político del alcalde Trias?
Bastantes cosas. Salir de una crisis tremenda. Lo más importante que hicimos nosotros, en 2011, en una ciudad con un 20% de paro, fue hacer un cambio y una apuesta importantísima por las nuevas tecnologías. Empezamos a explicar que éramos una Smart City y recuerdo aquellos años que la gente se reía y creo que ha sido un éxito. No un éxito del gobierno de Xavier Trias sino un éxito colectivo de todo el mundo porque se ha hecho una apuesta muy importante por las nuevas tecnologías en Barcelona y de tener un liderazgo en este sentido. La otra cosa es que hicimos fue un trabajo muy importante de apuesta muy clara para luchar contra la pobreza y de intentar colaborar estrechamente con las entidades que no son públicas, que son privadas, pero que tienen vocación pública, lo que se llama el tercer sector. Creo que tuvimos mejor colaboración nosotros con el tercer sector que Colau. Es un planteamiento político de base, o decides que las cosas las harás tú y tus amiguitos o dices, Cruz Roja, Cáritas, Arrels... todas estas entidades son muy importantes y eso no quiere decir que no puedan ser críticas. Tú gobiernas y no puedes pretender que Arrels te felicite. Pero tú tienes que estar al lado de Arrels. Nosotros estamos al servicio de estas entidades. Porque nos solucionan problemas. Yo viví la época de conseller de Sanidad cuando apareció el sida. La eclosión de un problema con situaciones muy complicadas. ¿Y quien me ayudó mucho? Pues Sant Joan de Dios. Y cuando me marche, yo continuaré con otro trabajo diferente que hago que es ayudar a fundaciones.

Foto: Montse Giralt

Explíqueme eso, ¿qué planes tiene para cuándo deje la política activa?
Ayudar a fundaciones. Yo soy de dos fundaciones de salud mental, la Fundació Vidal i Barraquer y la Fundación de Nou Barris, que son entidades que tienen vocación pública, pero que son privadas. La salud mental es una asignatura pendiente, importante y a la que tenemos que dar peso. Estoy en una fundación del ictus, colaboro con una cantidad de entidades. Estos días me han llamado para entrar en el patronato de otra entidad de estas. Me gusta, porque permite estar cerca de problemas reales, no para que tú tengas que solucionar las cosas, pero a mí me genera un cierto orgullo que me necesiten, me crea un cierto grado de satisfacción importante. Y después, me dedicaré a vivir bien con la familia, con los amigos. Los amigos me dicen que nunca se puede contar conmigo, pues ahora sí, ahora ya podrán contar conmigo.

Con Ada Colau hemos tenido una mala relación, ella me veía como los poderosos, pero tengo que decir que ahora el trato, no solo con la señora Colau sino con todo el grupo, ha mejorado mucho"

¿Cómo definiría su grado de relación con Jaume Collboni y Ada Colau?
Con Jaume Collboni yo tengo una buena relación a nivel personal porque tengo que decir que es un señor educado. Además, se asegura de ser amable, esta es la verdad. Pero eso no pasa de aquí, porque cuando hablamos de cosas, me dice que tendríamos que colaborar y yo le digo: "Pero si no me quieres". Si dice que quiere hacer a un gobierno progresista, dejémoslo estar... Es verdad que él cuando hay un acto y yo estoy allí, siempre me trata con deferencia: "Señor Trias, alcalde de Barcelona", pero también es verdad que eso acaba aquí, porque no te telefonea para consultarte una cosa, no hace tampoco los gestos que había hecho en su día Hereu de decir que tenía que ir a una cosa importante y que había que demostrar unanimidad en el Ayuntamiento y me proponía acompañarlo. Pero la relación del tú a ti es incluso afectuosa. Con Ada Colau hemos tenido una mala relación, ella me veía como los poderosos, pero tengo que decir que ahora el trato, no solo con la señora Colau sino con todo el grupo, ha mejorado mucho. Hemos ido a comer dos o tres veces, hay una situación de cambio de actitudes que yo creo que Colau se ha dado cuenta de que no somos tan malos y ha visto una cosa que es muy dura, que es la soledad que se genera cuando estás en la oposición. Ahora nos encontramos con una situación muy curiosa porque el señor Collboni ha gobernado muchos años con la señora Colau y ha llevado temas que están muy ligados con el gobierno que tenía con ella. Y ahora todo es intentar desmarcarse, esta es la política que no me gusta.

Foto: Montse Giralt

Con respecto a Ernest Maragall, que ya se marchó hace unos meses, ¿como ha vivido usted el caso de los carteles difamatorios?
Es una vergüenza que no se merecen ni Ernest ni la familia Maragall. Yo tenía simpatía con el president y el alcalde Maragall y yo hice un acuerdo de gobierno con Esquerra Republicana. Y antes de marcharse Ernest le dije que si entraba en un gobierno socialista quería que viniera y colaborara. Todo eso ha virado y no sé cómo acabará. Me sabe mal porque creo que para nosotros la capacidad de hacer un acuerdo con Esquerra Republicana tendría que estar siempre presente y tendría que ser por las dos partes. Ernest es una persona con su carácter y su manera de ser, pero es un hombre de palabra. Hemos tenido una relación de confianza mutua.

Existe la interpretación de que precisamente el pacto de gobierno que usted cerró con ERC fue el detonante que hizo que el PP diera apoyo a Collboni.
Eso es una mentira. El acuerdo del PP con Collboni es un acuerdo para sacarnos de enmedio. Y es muy triste cuando creo que tienen un deber moral, el PP conmigo tiene una deuda moral, porque el señor Jorge Fernández Díaz no está en la prisión y tendría que estar y por otra cosa muy importante y es que nadie del PP me ha venido a pedir disculpas públicamente por lo que me han hecho.


Señor Trias, ahora que ya deja la política, la política activa cuando menos, y tendrá más tiempo libre, a partir del otoño, ¿lo veremos algún día cogiendo el nuevo tranvía?
El tranvía, si funciona lo cogeré. Yo cojo el tranvía. Yo no estoy contra el tranvía. Yo estoy contra la barbaridad de poner una barrera como el tranvía en la Diagonal, todo el mundo lo sabe y además yo creo que aquí hay una trampa que hizo Colau y es que con una decisión democrática en votación de la gente que dijo que no quería el tranvía, Colau nos ha metido el tranvía. Y ahora habrá un problema. ¿Cómo continúa el tranvía? Tú vas a cualquier congreso de movilidad y la gente no habla de tranvías, la gente habla de autobuses eléctricos grandes y además con conducción automática. Los planteamientos son diferentes porque un tranvía es una barrera. Yo cojo el tranvía, no es verdad que no lo coja. Es un buen medio de transporte, pero es un medio de transporte que normalmente se utiliza hoy en día para enlazar ciudades, pero no para hacer según qué recorridos. Eso hubo un momento que se puso de moda y yo participé de esta moda. Pero eso ha cambiado. Desde que hay autobuses eléctricos, eso ha cambiado.

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