En el marco de la conversión de varias calles de l'Eixample de Barcelona en ejes verdes durante el anterior mandato, afloraron una serie de vías de tranvía que, conjuntamente con los adoquines que pavimentaban las calles, habían quedado tapadas por capas de asfalto. Ante este hallazgo, muy corriente en toda la ciudad, y haciendo caso a las demandas populares, el Ayuntamiento optó por incluir una sección de estas vías, así como los adoquines correspondientes, en un tramo de la calle de Girona, concretamente un trazado rectilíneo de 45 metros entre la calle Diputació y la Gran Via, integrado en la reurbanización como eje verde.

Ahora bien, la instalación de estas vías no ha ido acompañada de ningún tipo de contextualización, de manera tal que el peatón que se encuentra con las antiguas vías no encuentra ninguna explicación que permita interpretarlas y entender por qué hay esas vías situadas en este emplazamiento. Ante esta situación, la Coordinadora Pro Museu Transport de Barcelona, plataforma que impulsa la conversión de un espacio ferial de Montjuïc en un Museu del Transport, pidió hace unos meses al Ayuntamiento de Barcelona "la colocación de una placa metálica en el suelo, como hacen en otras ciudades, entre las vías preservadas de la calle Girona, por donde circuló el tranvía en Horta desde 1900".

Ahora, la petición ha recibido respuesta, tal como apunta la misma plataforma por medio de un tuit en la red social X -antiguo Twitter-, pero de la lectura de la misma se desprende el calificativo que le dedican: "Esta es la respuesta esperpéntica que hemos recibido hoy". En la respuesta, firmada por la concejalía de promoción económica, trabajo, feminismos y memoria democrática, de la cual es responsable Raquel Gil (PSC), se apunta que "las placas y atriles de Memoria Democrática responden a criterios específicos que no incluyen la conmemoración de infraestructuras de transporte público", motivo por el cual "no se prevé la instalación de un elemento conmemorativo en este caso".

Hace falta tener en cuenta, en todo caso, que fue el mismo Ayuntamiento quien adaptó su proyecto de reurbanización de la calle Girona para dar respuesta a una petición popular de preservar las vías encontradas durante las obras, con la decisión, muy limitada con relación a los tramos de vías aparecidos, de colocar un tramo en la calle Girona, y es por eso que la Coordinadora Pro Museo Transport de Barcelona ha tildado de esperpéntico el hecho de que no se contemple ningún tipo de placa de contextualización simplemente porque no está previsto hacerlo en "la conmemoración de infraestructuras de transporte público".