La estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) de Les Planes, ubicada en el barrio del mismo nombre del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi, es una de las más singulares de la red ferroviaria de la capital catalana. Ubicada en el entorno natural de la sierra de Collserola y a menos de 300 metros del término municipal de Sant Cugat del Vallès, fue edificada en 1916 dentro de la obra de prolongación del tren de Sarrià que acabó enlazando Barcelona con el Vallès Occidental y que actualmente forma parte del Metro del Vallès. Hija de su tiempo, la estación fue construida en estilo modernista tardío en el contexto de creación de nuevas ciudades jardín en entornos alejados del ruido urbano.
Todavía en la actualidad, llegar a la estación, con su torreón característico, supone un pequeño viaje en el tiempo y en el espacio, casi entrando en un paisaje de alta montaña, aunque Les Planes sea todavía un barrio barcelonés —aunque medio compartido con Sant Cugat—. Con todo, el paso del tiempo hizo variar la fisonomía de la estación, que ahora recuperará el esplendor inicial gracias a unas obras de restauración. Según ha anunciado este lunes FGC, se llevarán a cabo una serie de actuaciones en diferentes elementos y espacios del edificio, que con el paso del tiempo ha sufrido cambios que o han alejado de los activos en que se planteó inicialmente el edificio modernista.
Así, con el fin de recuperar este aspecto original, se eliminará la marquesina del edificio, un elemento que no constaba en la edificación original y que se añadió para proteger de las inclemencias meteorológicas a los usuarios que se esperaban en el andén. Una vez se construyó el andén central de la estación, la marquesina del edificio perdió su funcionalidad principal y, por lo tanto, actualmente, es un elemento prescindible para el buen funcionamiento de la estación. Con esta actuación, se recupera la volumetría original del edificio modernista y se evitan, además, los esfuerzos que provocan los tirantes de la marquesina sobre la fachada. Con la misma intención de recuperar el aspecto originario, se actuará sobre las carpinterías y acabados exteriores.
Con respecto a la sala interior, que hace la función de vestíbulo de la estación, se recuperará el aspecto que tenía originalmente y se actuará sobre los ladrillos del arco de la pared, las baldosas y el pavimento. También se llevará a cabo un estudio cromático de todos los componentes del edificio con el objetivo de descubrir las policromías originales escondidas bajo las diferentes intervenciones que se han realizado a lo largo de los años y devolver el edificio a la paleta de colores originales. Por otra parte, el proyecto licitado también contempla trabajos de mejora al conjunto de la estación. Estas actuaciones consisten básicamente en la reparación de las zonas de la cubierta del edificio, la sustitución y arreglos de elementos de carpintería, la mejora de la accesibilidad al edificio y a los andenes y la instalación de una nueva pavimentación en los andenes laterales.
El fin del Mina-Grott
La estación de Les Planes fue inaugurada el 28 de noviembre de 1916 —aunque no fue finalizada hasta 1917—, y fue construida en el contexto expansionista del paraje idílico de la ciudad jardín de Collserola para las clases medias de Barcelona, tanto para vivir allí como para el ocio dominical. De hecho, en aquel momento todavía no había un núcleo de Les Planes como tal, pero la intención era que la estación ayudara a constituirlo. De rebote, la inauguración de la prolongación del tren de Sarrià supuso la muerte definitiva del trenecito del Mina-Grott, que aquel mismo 28 de noviembre hizo su último viaje, porque se volvió inviable mantener dos proyectos ferroviarios paralelos.
La estación de Les Planes, según FGC, fue construida en un estilo modernista tardío que flirtea con un novecentismo incipiente y que se proyectó con una idea de cierta representatividad, pero con la voluntad de pasar desapercibida entre el resto de construcciones de ciudad jardín que se esperaba que se fueran creando alrededor durante los años consecutivos. El volumen del edificio de viajeros original, incluido en el catálogo de patrimonio arquitectónico del Ayuntamiento de Barcelona, es rectangular y consta de planta baja, primera y buhardilla. Está rematado por una cubierta de teja a cuatro aguas con generosos aleros, rota en una de las esquinas por una esbelta torre que hace de reclamo de la estación. Otros elementos singulares son las tribunas voladas en la primera planta y las aperturas en arco de medio punto en la planta baja.