La estación de Sant Andreu ya encara su recta final de cara a la puesta en servicio el próximo 11 de diciembre, una vez acaben las últimas obras de conexión. La nueva estación, que perderá el apellido Comtal dentro del anunciado cambio de nombres de estaciones de tren y Metro, será la más moderna y luminosa de la red catalana, pero además, tendrá un aliciente extra, un monumental mural que recorrerá los muros de los andenes y que ya está, también, en su fase de finalización. Tal como se anunció al principio de octubre, con el inicio de las obras, se trata de la mayor obra de arte urbano o 'street art' que se ha efectuado en una estación de tren en el estado español.
La obra ha ido a cargo de dos muralistas de reputación internacional, Roc Blackbloc y Miquel Wert, los cuales este viernes han mostrado el trabajo a los medios de comunicación y han podido explicar que para ellos ha sido un reto, empezando por el hecho de colaborar entre ellos en el "mayor y ambicioso proyecto hecho con otro artista", según palabras de Miquel Wert. El mural, dividido en dos partes, una en cada pared de la zona subterránea de la estación, recoge "la historia del ferrocarril con voluntad pedagógica y una mirada al futuro", según ha declarado Roc Blackbloc y tiene una superficie total de 3.100 metros cuadrados -equivalente a un tercio de una isla del Eixample de Barcelona- en dos paredes, una de las cuales de una medida de 200 metros de longitud.
Para los dos muralistas, el encargo supone un "certificado que el muralismo se ha ganado su lugar como arte", y como una manera de expresar la realidad que nos rodea. "El arte urbano es una herramienta para explicar cosas", apunta Blackbloc, mientras Wert añade, "supone convertir una estación en una galería de arte". El mural principal, de 200 metros de longitud, es una "narración" sobre el desarrollo de la historia del tren, con fechas que marcan hitos de la evolución del ferrocarril, como la de 1848, primera línea ferroviaria entre Barcelona y Mataró y 1854, fecha de la creación de la línea en dirección Granollers y la inauguración de la estación de Sant Andreu Comtal.
El mural, un viaje por la historia del tren
Según Blackbloc, la obra no sólo mira al pasado, sino también al "futuro, a la sostenibilidad y al respeto al medio ambiente", pero sobre todo, es un repaso por la historia del tren. En colores claros y amables y favorecidos por la iluminación natural de grandes lucernarios que convierte esta estación soterrada en una experiencia muy diferente de las de las habituales estaciones oscuras -la próxima del Clot, por ejemplo-, el mural tiene dos partes. La obra, hecha de la mano de la productora barcelonesa Rebobinart, ha sido bautizada como 'Fent via, fent vida', tiene una superficie de 3.113 m², dividida en dos partes, 1.329 m² se sitúan en el lado montaña y 1.784 m² al lado mar.
El mural del lado mar muestra el desarrollo del ferrocarril en Sant Andreu, los orígenes de la línea Barcelona-Granollers, el edificio histórico de la estación y los talleres de la Maquinista Terrestre y Marítima, además de referencias a la historia del ferrocarril en Catalunya. A su vez, al lado montaña se visibiliza la apuesta por un ferrocarril sostenible, destacando el triple papel del tren como promotor de la movilidad de proximidad, de las conexiones interregionales y el transporte de mercancías, así como reproducciones de diferentes billetes de tren a lo largo de la historia. Todavía en la fase final, se prevé que haya códigos QR para reforzar el carácter didáctico de la obra.
El mantenimiento, a cargo de Adif
Aunque la obra está ya en su fase final, ya luce como todas las cosas a punto de estrenarse. En un ámbito limpio y aseado, se puede disfrutar de dos murales que están pensados también para dar un aliciente a los usuarios de la nueva estación y que "durante los tiempos de espera puedan disponer de elementos artísticos y con valor pedagógico", según ha señalado Lluís Ubalde, coordinador técnico de la Sagrera - Sant Andreu d'Adif, que ha asegurado que la obra dará "alma" a la nueva estación, gracias a "paredes que transmiten información y emociones y que arraigue en Sant Andreu".
Ahora bien, para disfrutar de la obra completamente hay que asegurar un correcto mantenimiento que evite la degradación, el oscurecimento y la vandalización. Para los autores, esta es una tarea que corresponde a Adif, a pesar de que, como muralistas son conscientes de que "los espacios urbanos están vivos y pasan cosas". En este sentido, Adif será el encargado de mantener en buen estado la obra. "Confiamos en que la misma calidad de lo que hemos hecho motive las ganas de respetarla", ha señalado Ubalde, para añadir que, en todo caso, será Adif quien se encargue del mantenimiento como aparte de la estructura. La buena noticia, si de caso, es que los trenes en vapor sólo formarán parte del mural, y, por lo tanto, no contribuirán a ensuciarlo con sus humos.