El artista francés James Colomina lo ha vuelto a hacer y este domingo instaló una de sus esculturas rojas, esta vez en el parque de Joan Miró, al lado de la plaza Espanya. No es la primera vez que el artista hace una acción en Barcelona y esta vez el protagonista es el presidente ruso Vladímir Putin. Colomina ha instalado una escultura de denuncia contra el presidente ruso por su invasión de Ucrania y lo ha hecho en el céntrico parque de Barcelona. La estatua representa a Vladímir Putin sentado sobre un tanque de guerra diminuto, como si fuera un juguete. La estatua también es de color rojo como la que instaló para reemplazar la del esclavista Antonio López bajo el título de "Humanidad" a principios de este 2022.
Betevé ha estado en contacto con el artista y les ha explicado que el objetivo de esta escultura es "crear un diálogo con los niños y las niñas" y denunciar "la absurdidad de la guerra y la valentía de los niños ante situaciones violentas y catastróficas que no han escogido". La obra ha llegado a Barcelona procedente de los Jardines de Luxemburgo en París y, según Colomina, "Vladímir Putin todavía viajará más". Se trata de arte efímero y solo ha estado en la capital catalana unas horas, durante el domingo, ya que este lunes por la mañana los curiosos que se han acercado al parque han visto que ya no quedaba ni rastro de Putin.
Colomina contra el esclavismo
Colomina ya ha tenido protagonismo en Barcelona cuando el pasado mes de enero colocó "sin permiso" del Ayuntamiento de Barcelona una escultura contra el esclavismo en el mismo espacio donde antes se encontraba la estatua de Antonio López, que fue retirada en mayo del 2018 por su pasado esclavista. En aquel momento, el artista explicó en un comunicado que la acción reivindicativa se hacía con motivo del aniversario de la abolición de la esclavitud al estado español. Fuentes municipales confirmaron a Europa Press que, efectivamente, el artista no tenía permiso municipal para instalar la escultura, aunque añadieron que la dejarían donde estaba "como otras muestras de arte efímero que se hacen en la ciudad".
La obra se llamaba Humanidad y presentaba dos figuras rojas que se abrazaban: un oso de peluche y el niño que hay en el interior de cada adulto, según el artista. "Es como un símbolo de la relación positiva entre la diferencia donde el color de la piel, el género, la raza y la religión serían percibidos como una riqueza", añadió Colomina. El pasado esclavista de Antonio López motivó al artista a colocar la nueva obra en el lugar de la vieja, que fue retirada también por este motivo hace unos cuatro años. De hecho, este trasfondo también motivó el cambio de nombre de la plaza, que se nombrará finalmente Idrissa Diallo, en honor al joven que murió en el CIE de Barcelona el año 2012.
La obra de Colomina no duró demasiado ya que apareció el 28 de enero y desapareció el 20 de febrero, cuando técnicos municipales procedieron a bajarla del pedestal y la transportaron al almacén municipal. Según confirmaron fuentes municipales a elNacional.cat, "se procedió a la retirada y traslado a almacenes municipales a la espera de que el artista pase a recogerla", de manera que la peana del monumento vuelve a estar sin estatua.