La Casa Batlló, una de las obras icónicas del arquitecto Antoni Gaudí en Barcelona, situada en el paseo de Gràcia, está inmersa en una restauración histórica, la de la fachada posterior, que da al interior de manzana, un espacio admirable para los visitantes de la obra de Gaudí pero, gratis, para todos los vecinos con ventanas a este interior de manzana, así como los clientes de negocios próximos. Aunque la fachada posterior no tiene la espectacularidad de la principal, está muy alejada de ser un simple trámite, sino que forma parte integral de la majestuosidad del edificio con el añadido que era un espacio concebido para el uso y disfrute de la familia Batlló.

Actualmente, una gran tela con la imagen de esta segunda fachada oculta el espacio de trabajo, para poder favorecer la primera restauración integral de esta parte del inmueble desde la construcción, el año 1906. Se trata de una intervención que cuenta con una inversión de 3,5 millones de euros y que se alargará hasta el otoño del 2024, y que se suma a otras obras de restauración valoradas en un global de más de 6,5 millones de euros para restaurar diferentes espacios como el vestíbulo principal, el patio de luces, la tercera planta y diferentes pasillos de la planta noble, entre otros.


La restauración, fruto de años de investigación y planificación, ha permitido hacer una serie de descubrimientos, como los colores originales escondidos por el tiempo bajo múltiples capas de pintura, hasta el punto que se puede afirmar que la forja no es de color negro, las ventanas no son blancas y el estuco no es amarillento, que eran los principales colores que se veían hasta la fecha. Xavier Villanueva, arquitecto responsable de la obra, ha apuntado que, con respecto a los colores originales, "los balcones son blanco plomo y las ventanas verdes, igual que los balcones y las ventanas de la fachada principal", y por eso destaca "la armonía" de las dos fachadas. Con respecto al estuco de las paredes de la fachada y el muro del patio es gris oscuro, un color que se relaciona con otros hallazgos recientes del interior del edificio.

La fachada posterior está tapada por una lona mientras duran los trabajos de restauración / Foto: Casa Batlló

Otro de los elementos que más ha sorprendido a los arquitectos es el innovador sistema de vigas que sostiene los balcones. Concebido con una estructura modular enrollada, se restaurará devolviéndola a su estado mecanizado original, sin ningún tipo de soldadura. Además, su base está formada por perfiles helicoidales, una forma inusual que optimiza su función de tensores. O como asegura Villanueva, "Gaudí no deja de sorprendernos".

La restauración, al alcance del público

Mientras duran las obras de restauración, la Casa Batlló ha impulsado diferentes iniciativas para sumergir a sus visitantes en esta restauración y darla a conocer internacionalmente, basándose en el concepto de jardín. Así, durante el recorrido, el público puede acceder en la quinta planta a una exposición temporal sobre la época y las labores artesanales que se llevan a cabo. Un espacio inspirado en la naturaleza, cuyos contenidos se actualizan a medida que avanza la restauración. Además, en el terrado se ha abierto el sky garden, un paseo por la cima de la fachada para ver a corta distancia los procesos de restauración en curso y su resultado.