Las estufas de combustión de gas situadas en terrazas de bares y restaurantes en Barcelona tienen los días contados, una vez el Ayuntamiento ha ratificado la prohibición de estas, con fecha de 1 de enero del 2025, en aplicación de la Ordenanza de terrazas aprobada el año 2018 donde ya se fijaba la eliminación total de este tipo de estufa en las terrazas de la ciudad a partir del 2025 a causa del CO₂ que emiten. Eso sí, continúan autorizadas las estufas eléctricas con un límite de potencia de 150 W/m², que se podrán utilizar, pero solo en el periodo comprendido entre el 1 de noviembre y el 30 de abril.
Segunda ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este lunes, la instalación de estufas de combustión de gas a partir del 1 de enero de 2025 supondrá un incumplimiento susceptible de sanción y, además, las especificaciones relativas a las autorizaciones para instalar estufas de combustión de gas contempladas en los decretos de concesión se entenderán automáticamente derogadas por la entrada en vigor de la normativa contemplada a la Ordenanza de terrazas. Desde la aprobación de esta Ordenanza el año 2018, el Ayuntamiento de Barcelona ha trabajado con los restauradores de la ciudad para que bares y restaurantes fueran retirando progresivamente las estufas de combustión de gas y fueran reemplazadas por medios alternativos.
Una reivindicación de la FAVB
La prohibición de las estufas de combustión de gas en las terrazas ha sido reivindicada los últimos años por parte de la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB) que en reiteradas ocasiones había pedido, sin éxito, que la prohibición se avanzara, primero al 1 de enero de 2023 y posteriormente, al 1 de enero de 2024, partiendo de la consideración de que intentar calentar la calle era una "absurdidad". Para la FAVB, situar estufas -tanto eléctricas como de gas- en el exterior solo sirve para provocar un gasto energético innecesario, por lo cual pedían que se prohíba esta práctica cada vez más extendida en Barcelona.
En noviembre de 2023, la FAVB apuntó que con la llegada del invierno, "los interiores de los locales están, en general, perfectamente preparados y aclimatados para hacer frente", y, además propuso una solución sin gasto energético para aquellos que querían hacer uso de las terrazas: "Con la chaqueta y una manta en las piernas", tal como es habitual en ciudades europeas donde las temperaturas son más bajas que las de Barcelona, como Copenhague y París. Quizás esta será la alternativa que podrán ofrecer los restauradores a partir del 1 de enero.