La estación modernista de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) de Les Planes, ubicada en el barrio del mismo nombre del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi, ha recuperado su aspecto original después de una obra de restauración que empezó en febrero y que se ha dado por acabada este miércoles. Edificada en 1916 dentro de la obra de prolongación del tren de Sarrià, que acabó enlazando Barcelona con el Vallès Occidental y que actualmente forma parte del Metro del Vallès, la de Les Planes es una de las estaciones más singulares de la red ferroviaria de la capital catalana, ubicada en el entorno natural de la sierra de Collserola y con una fisonomía casi de estación de alta montaña.
Construida en estilo modernista tardío, con un torreón característico en el contexto de creación de nuevas ciudades jardín en entornos alejados del ruido urbano, con el paso del tiempo se estropeó su aspecto original con la construcción de una gran marquesina que no formaba parte de la edificación inicial y que se añadió para proteger a los usuarios que se esperaban en el andén de las inclemencias meteorológicas, pero que cuando se construyó el andén central de la estación, perdió su funcionalidad principal y pasó a ser un elemento prescindible para el buen funcionamiento de la estación. Por eso, con la restauración se ha recuperado la volumetría original del edificio y se evitarán, además, los esfuerzos que provocaban los tirantes de la marquesina sobre la fachada.
En la visita de finalización de obras, el presidente de FGC, Toni Segarra i Barreto, ha destacado que "en Ferrocarrils creemos firmemente en la importancia de divulgar y valorar nuestro patrimonio histórico", además de apuntar que la compañía tiene bien definida y trabaja de acuerdo con una Estrategia del Patrimonio de FGC, "que nos ha permitido restaurar y poner en circulación trenes históricos, habilitar y crear nuevos espacios de divulgación y preservación de material móvil, y avanzar en la digitalización de cerca de dos millones y medio de documentos de nuestro archivo histórico". Con respecto al edificio de Les Planes, el presidente de FGC ha afirmado que "es una satisfacción haber recuperado la esencia de este edificio modernista y acercar así la historia ferroviaria del país a las personas que viajan con Ferrocarrils".
Con la misma voluntad de recuperar el aspecto original, se ha actuado sobre las carpinterías y los acabados exteriores. Con respecto a la sala interior, que hace las funciones de vestíbulo de la estación, se ha recuperado el aspecto que tenía inicialmente y se ha actuado sobre los ladrillos del arco de la pared, las baldosas y el pavimento. También se ha llevado a cabo un estudio cromático de todos los componentes del edificio que ha permitido descubrir las policromías originales escondidas bajo las diferentes intervenciones que se han realizado a lo largo de los años y devolver el edificio a la paleta de colores originales. Por otra parte, se han hecho otros trabajos de mejora en el conjunto de la estación contemplados al proyecto licitado que han consistido básicamente en la reparación de las zonas de la cubierta del edificio, la sustitución y arreglo de elementos de carpintería, la mejora de la accesibilidad en el edificio y los andenes y la instalación de una nueva pavimentación en los andenes laterales.
Una estación modernista
Esta actuación se enmarca en la voluntad de Ferrocarrils de mejorar la divulgación de su patrimonio histórico y acercarlo a la ciudadanía. La estación de Les Planes, inaugurada en 1916 y finalizada completamente en 1917, se construye en el contexto expansionista del paraje idílico de la ciudad jardín de Collserola para las clases medias de Barcelona, tanto para vivir allí como para el ocio dominical. En aquel momento, Les Planes no respondía a ningún núcleo de población consolidado, pero al mismo tiempo se esperaba que se convirtiera en uno. Con esta premisa se construye una estación de estilo modernista tardío que flirtea con un novecentismo incipiente y que se proyecta con una idea de una cierta representatividad, pero con la voluntad de pasar desapercibida entre el resto de construcciones de ciudad jardín que se espera que se vayan creando en su entorno durante los años consecutivos.
El volumen del edificio de viajeros original, incluido en el catálogo de patrimonio arquitectónico del Ayuntamiento de Barcelona, es rectangular y consta de planta baja, primera planta y buhardilla. Está rematado por una cubierta de teja en cuatro aguas con generosos aleros, rota en una de las esquinas por una esbelta torre que hace de reclamo de la estación. Otros elementos singulares son las tribunas voladizas en la planta primera y las aperturas en arco de medio punto en la planta baja. En 1946 se amplía el número de andenes en tres y, excepto intervenciones secundarias, no es hasta 1983 que la estación se rehabilita integralmente en la línea de las intervenciones corporativas de la década. En 1998 el arquitecto a Albert Vilaplana hace la gran remodelación con una pasarela de conexión entre andenes con ascensores y escaleras fijas.