Tal como estaba previsto, con la llegada del mes de septiembre se dan por finalizadas las obras de renovación de la vía que se han llevado a cabo a lo largo de los meses de julio y agosto en la línea 5 del Metro de Barcelona y que ha mantenido cortado el tramo entre las estaciones de la Sagrera y del Carmel. Así pues, a partir de este jueves, 1 de septiembre, a las 5 de la madrugada, los usuarios ya podrán utilizar la línea azul en toda su extensión, razón por la cual quedarán fuera de servicio los autobuses lanzadera alternativos que han dado servicio los pasados dos meses.

El objetivo principal de las obras, que tuvieron una primera fase durante la Semana Santa, era el de cambiar de forma íntegra la vía entre las estaciones de la Sagrera y Horta, un tramo construido durante los años sesenta del siglo pasado y que ya necesitaba una renovación total. Este cambio, además, tiene el objetivo de reducir las vibraciones que se perciben fuera del ámbito del metro, es decir, en la calle y en las viviendas de los vecinos. En este sentido, la presidenta de TMB, Laia Bonet, ha señalado este jueves por la mañana que con las obras se podrán reducir hasta un 45% de las vibraciones detectadas en la línea".

Laia Bonet, presidenta de TMB / ACN

Con todo, Bonet ha señalado que una vez finalizadas las obras, será el momento de "empezar las mediciones" para comprobar que, efectivamente, se haya conseguido una reducción importante de las vibraciones, eliminando así las molestias ocasionadas a vecinos y ciudadanos en general. En todo caso, Bonet ha señalado que con las mejoras efectuadas, "la vía vuelve a nacer", de manera que a partir de ahora se podrá dar un servicio más eficiente", aunque eso no supondrá cambios en la frecuencia de paso, "que ya es de las mejores en la actualidad". Además, y precisamente en una jornada lluviosa como la de este miércoles, la presidenta de TMB ha señalado que las obras también han servido para "mejorar la canalización de aguas". Finalmente, ha recordado que ya se prevé para el verano del 2023 una intervención similar en otro tramo de la red de Metro, en este caso, en la L4 entre Barceloneta y Verdaguer.

 

Una obra sin incidencias

Las obras en la L5 (con una inversión de 15 millones de euros) han contado con la financiación de la Generalitat y han supuesto la demolición de 3 kilómetros de vía doble que se han construido de nuevo, con la sustitución del balasto por hormigón. Además, se han instalado 12.000 metros lineales de carril de acero, a los cuales se aplican 2.300 soldaduras eléctricas y unas 300 aluminotérmicas y que se sujetan con 20.000 fijaciones antivibratorias sobre una plataforma formada con 13.500 metros cúbicos de hormigón. TMB también ha querido destacar que tanto en julio como en agosto, los usuarios han utilizado con normalidad las alternativas de movilidad que cubrían el tramo afectado, haciendo un esfuerzo por adaptar sus recorridos a los itinerarios alternativos que se les proponían.