Avanza paso a paso el proceso de renovación urbanística de la Rambla de Barcelona. Este fin de semana han finalizado las obras de transformación en el tramo próximo al monumento de la estatua de Cristóbal Colón y hasta la calle del Portal de Santa Madrona, una intervención que el Ayuntamiento de Barcelona ha realizado con el objetivo de hacer "más confortable, verde, amable y con más espacio para el peatón" la parte de la vía que conecta con el mar. En concreto, se ha modificado el trazado de la avenida de Drassanes para alargar la Rambla y abrirla al mar con una nueva plaza, que se ha pavimentado con piezas de diferentes formatos de piedra natural. La intervención permite, según ha explicado la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, "poder empezar a ver cómo será el aspecto general de la Rambla" del futuro. Las obras de esta primera fase de reurbanización de la vía se iniciaron en octubre de 2022 y el coste de ejecución de los trabajos ha sido de 11,4 millones de euros.

El consistorio ha explicado que este septiembre, "una vez la temperatura sea adecuada", se plantarán un centenar de árboles en este mismo espacio —53 de los cuales serán nuevos— con sus alcorques más anchos; y también especies arbustivas y "un mejor subsuelo". Con respecto al alumbrado, este se ha unificado con un único diseño "más simple y funcional", y se han incorporado pilones a petición de la Junta Local de seguridad. En cuanto a la circulación de vehículos, se ha aplicado ya el modelo previsto para toda la Rambla: un solo carril por lado que admite bicicletas, autobuses, vehículos de servicios y de mercancías y acceso a aparcamientos; restringidos al tráfico vecinal.

rambla1
La Rambla, ya sin obras / Ayuntamiento de Barcelona

Tres años y 55,6 millones para una nueva Rambla

En paralelo, continúan las obras en el resto del paseo, empezadas hace un mes, en el marco de la reurbanización proyectada para esta importante vía de la capital catalana. El Ayuntamiento prevé completar la transformación de toda la Rambla en unos tres años, de manera que se tendría que acabar a principios del 2027 —inicialmente, se habían previsto que las obras durarían seis años—. En suma, se habrá destinado una inversión total de 55,6 millones de euros. Desde junio hay habilitados unos pasos provisionales para los vehículos de mercancías, de emergencias y para los vecinos; y la calzada del lado del Raval es de subida desde Colón hasta Plaça de Catalunya. El sistema que se mantendrá durante los primeros meses de las obras.

En suma, las obras de remodelación de la Rambla tendrán tres fases: primero el lado del Besòs, después el lado Llobregat y finalmente el tronco central; y todo en tramos acotados de unos 50 metros, paso a paso. Se hace de esta manera para reducir intentar reducir al mínimo las afectaciones, según argumenta el Ayuntamiento barcelonés. La idea es que la nueva Rambla deje mucho más espacio al peatón y reduzca la parte de calzada para vehículos a unos 3,5 metros de anchura; mientras que las aceras laterales se ampliarán a unos 3 metros, "para facilitar el paseo y el disfrute de las personas, ante las tiendas y establecimientos". En toda esta renovación también se prevé que haya tres plazas en medio de la Rambla: delante del Mercat de la Boqueria, entre la Parròquia de la Mare de Déu de Betlem y el Palau Moja y ante el Teatre Principal.