Una semana después de que la plataforma Salvem Barcelona presentara denuncia en la fiscalía contra el gobierno municipal de la capital catalana por un presunto delito contra la ordenación del territorio por la manera como se han tramitado, aprobado y licitado las obras para convertir calles del Eixample en ejes verdes, este jueves se ha confirmado que el ministerio fiscal ya investiga el asunto. Según ha avanzado la agencia Europa Press citando fuentes internas de la fiscalía, ya se ha firmado el decreto para empezar la investigación sobre la tramitación de los ejes verdes previstos en las calles Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona, del distrito del Eixample.
La investigación podría llegar a alterar los planes del ayuntamiento para este proyecto, uno de los más importantes dentro de la implantación del Modelo Superilla Barcelona que supondrán, si se llevan a cabo, la consolidación de las calles pacificadas con actuaciones de urbanismo táctico durante la pandemia con la excusa de ganar más espacio a la ciudadanía. En todo caso, la intención del consistorio es empezar a trabajar en el mes de junio, con una duración prevista de ocho meses, de manera que la transformación entera estaría terminada a principios del 2023. De hecho, será una más de las obras que tendrán plazos de finalización poco antes de las elecciones municipales previstas en mayo del 2023, como la anunciada reforma de la Via Laietana, cuya primera fase tendría que estar terminada hacia abril del 2023.
Aparte de esta denuncia en la fiscalía, el proyecto ha sido duramente criticado por entidades como el RACC y Foment del Treball advirtiendo de los peligros para la economía que comportará 'supermanzanzar' el distrito con más paso de vehículos. De hecho, según datos del mismo Ayuntamiento de Barcelona, en la actualidad pasan por el Eixample unos 350.000 coches cada día, pero el destierro de los vehículos privados de las calles que serán reconvertidas en ejes verdes no es una consecuencia colateral de la aplicación del controvertido Modelo Superilla sino uno de sus objetivos principales.
En todo caso, sobre el papel, el proyecto de ejes verdes significará trasladar el modelo Superilla Barcelona a la zona con más tráfico de vehículos y con menos verde de la ciudad. La transformación de las calles Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell -los tres primeros ya afectados por las intervenciones de urbanismo táctico- comportará, además, la creación de cuatro grandes plazas, de unos 2000 m² cada una, en las intersecciones de la calle Consell de Cent con las calles Girona, Enric Granados, Rocafort y Comte Borrell con los objetivos de implementar un cambio de paradigma en el tejido urbano.